𝐕𝐈𝐎𝐋𝐄𝐍𝐓𝐎𝐌𝐄𝐓𝐑𝐎.

𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐀𝐉𝐄𝐀𝐑

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Después del almuerzo, la mente de Bakugo se seguía preguntando como es que Kirishima lo había llamado "perro", sabía que era una broma debido al pesado humor que podían tener sus amigos. Sin embargo, no esperó que en algún momento su pareja lo llamara de esa manera. Era molesto.

El grupo de adolescentes regreso a sus clases. Cada uno tomo su respectivo asiento; a Bakugo le gustaba sentarse al lado de la ventana, ya que mirar el patio lo hacía sentir tranquilo de alguna manera, a su lado derecho estaba Kirishima quien, antes de sentarse, aprovecho para plantar un beso en la mejilla del rubio.

- Lamento haberte llamado de esa manera, solo era una broma. - tomo asiento y siguió mirando a su pareja - No te molestes tanto por eso.

- Ya te dije que no me importa ni una mierda - hablo el rubio tratando de mostraste lo más desinteresado posible, pero en el fondo estaba intranquilo por aquello, pero sabía que quizá no era para tanto.

El maestro de aquella respectiva materia no tardó en llegar, todos tomaron asiento y de esa manera empezó la clase.
Como era costumbre, Katsuki tomaba nota de la mayoría de cosas que el maestro explicaba.
Realmente era uno de los alumnos más aplicados de la escuela, aunque su apariencia de "bravucón" dijera lo contrario. Por favor, el chico dormía, apenas daban las ocho de la noche.

Por otro lado, Kirishima a pesar de tener una personalidad bastante tranquila y responsable, le gustaba más salir con sus amigos e ir a fiestas de vez en cuando, incluso llego a cuestionar la hora en la que Bakugo se dormía, ni siquiera él lo creía.

El teléfono de Bakugo vibró dentro de su bolsillo del pantalón, esto provocó que dejará de prestar atención a la clase. No solía contestar los mensajes en horario de clases, pero esta vez fue una excepción, ya que sabía que el mensaje era de Kirishima, puesto que miraba su teléfono debajo de su escritorio. Sin pensarlo ni un momento más, coloco su teléfono debajo del escritorio y abrió el mensaje.

"Mina está organizando una fiesta, esté fin de semana y deberías ir conmigo, será divertido. Sé que está fuera de tus horarios, pero por un día podrías dormir un poco tarde"

Miro la pantalla por unos segundos para después voltear a ver a su pareja, el cual estaba absorto en la pantalla de su propio teléfono. Soltó un suspiro a regañadientes, se dignó a contestar.

"Sabes perfectamente que no me gusta nada de esa mierda, prefiero quedarme en casa pero diviértete en la fiesta."

Algo que sobresalía de la relación de ambos era la suma confianza que se tenían, no existían los celos entre ellos.

A los pocos segundos su teléfono volvió a vibrar. Lo miro de inmediato con la respuesta de Kirishima.

"Vamos Bakugo, no pierdes nada. Solo es una fiesta y no sería lo mismo si no vas conmigo."

Soltó un suspiro, ya estaba acostumbrado a esa clase de mensajes, pero igual no cambiaría de opinión. Entonces otro mensaje llegó, este bastante largo, más de lo normal.

"Nunca quieres salir conmigo Bakugo y está mal porque se supone que los novios salen juntos. Parece como si no me quisieras o que te da vergüenza salir conmigo. ¿Es por eso que siempre rechazas mis salidas?, ¿No me amas? Si me amarás saldrías conmigo, nada te pasará por una vez que duermas tarde."

Sus ojos no podían creer lo que estaban leyendo, ¿Cómo se atrevía Kirishima a dudar del amor que le tenía solo por negarle una simple salida? Eso nunca había pasado. Volteo a mirar a Kirishima, él ya no veía el teléfono sonriente, miraba serio al frente, una expresión que Bakugo nunca había visto antes.
Regreso a mirar la pantalla de su teléfono, sus manos estaban congeladas, no sabía que contestar, pero otro mensaje llegó.

"Olvídalo, iré yo solo a la fiesta otra vez. Quizá ahí encuentre a alguien que si quiera acompañarme, tú quédate en tu casa, cómo siempre."

Ese último mensaje realmente lo afecto, estaba enojado y con un sentimiento de decepción y culpa. Nunca antes Kirishima le había dicho tales cosas, pero quizá simplemente se había cansado de nunca poder salir con Bakugo, pero porque decirle que iba a encontrar alguien que si quisiera salir con él, eso realmente era algo innecesario, pero más que molestarlo hizo que el rubio se preocupara, ¿Sería Kirishima realmente capaz de dejar a Bakugo solamente por eso?
La simple idea lo lastimaba, ya que sabía que Kirishima era el único que aguantaba su carácter y con la única persona con la que se sentía bien era con él, así que dejarlo ir por una cosa como esa no era una opción.

Con los peores pensamientos en su mente, contesto aquellos mensajes.

"Está bien, lo conseguiste. Ire contigo, pero voy a regresar temprano para evitar mezclarme con una bola de ebrios, ¿Te quedó claro, pelos de mierda?"

Dejo el teléfono y volvió a mirar al pelirrojo, ni se dignaba a mirar el teléfono, puesto que estaba molesto o al menos eso aparentaba, ya que unos minutos después llegó la contestación de Kirishima.

"Si, entonces paso por ti. Ponte lindo ;)"

Ambos dejaron el teléfono y prestaron atención a clases, o al menos Bakugo pretendía hacerlo, porque su mente trataba de comprender el comportamiento de Kirishima.