Mi departamento esta sucio y desordenado, fue una larga noche de trabajo y mi perro Pluto es testigo de ello. Mi escritorio de trabajo esta cubierto de papeles y accesorios de oficina así como una gran variedad de planos. Mi labor consistía en diseñar el modelo de una casa y anoche fue la revisión final de mi cometido. Dos años de trabajo tienen que funcionar. Realmente tienen que funcionar.
Después de la desvelada de anoche que por cierto fue una pesadilla, las cortinas grises que cubren las ventanas están corridas y en estos momentos me encuentro acostada en mi cama, disfrutando del calor y la comodidad que me ofrecen mis cobertores.
Súbitamente, el despertador me saca de mi holgura son las seis de la mañana y el trabajo me llama a gritos. A veces quisiera ser de ese tipo de mujeres que buscan a un hombre que los mantenga, pero creo que mi dignidad y orgullo es mayor que otra cosa.
Febrero. Lunes por la mañana. El frío inunda el departamento en donde vivo. Tras la ventana se puede vislumbrar a la Ciudad de México en movimiento: los edificios sobresaliendo entre todas la construcciones; una larga línea llamada Periférico que cruza la ciudad; y por último las luces de los autos que circulando sobre ella. Para ser sincera, mi ventanal tiene una gran vista, o al menos para mi es una gran vista.
Cada mañana acostumbro a tomar café para despertar de la pereza del sueño y para reflexionar acerca de mi vida, entonces me siento en el sillón que esta enfrente del ventanal y absorbo con cuidado el café por que esta caliente.
Después de beber el café me levanto con entusiasmo de la cama y me dirijo al baño donde hago mi rutina diaria de aseo personal: darme una buena ducha que me sacuda la flojera; rasurarme las axilas y las piernas (si es necesario); exfoliarme la cara con mis preciadas cremas; lavarme los dientes; elegir mi atuendo; maquillarme (no tanto, porque luego salen arrugas) y por último, vestirme.
Cuando termino de arreglarme, coordino mi material para la presentación y cuando tengo todo listo salgo al estacionamiento del edificio donde se encuentra mi pequeño coche dorado, un Ford 2000. Esta viejo, pero se conserva bien; los asientos estan limpios e intactos, por dentro huele a aromatizante de manzana con canela, y la radio sigue funcionando, no necesito nada más. Además, lo heredé de mi padre, quien murió hace unos años por cáncer pulmonar. Antes de tener este auto gastaba mucho en el pasaje de los camiones o los taxis, así que es mi salvación, y me recuerdo bonitos tiempos con mi papi como lo solía llamar.
El enorme edificio que se abalanza enfrente de mí, es el sitio en el cual se decidirá el futuro de mi proyecto. Estoy nerviosa, es mi primera presentación laboral en una oficina real, pero a pesar de todo, en mi cabeza revolotean cientos de pensamientos positivos.
La recepción del edificio esta grande y cuenta con un estilo minimalista. Varias personas circulan, entran y salen de esta sala. Me dirijo directamente al recibidor del edificio; enseguida me atiende con emoción un muchacho de tez morena y ojos grandes.
-Hola Rodrigo- digo sonriente.
-Hola Jos, no me digas, ¿hoy es el día en el que presentas tu proyecto?- me responde Rodrigo con una sonrisa de oreja a oreja. Rodrigo es mi mejor amigo. Lo conocí cuando entre a la empresa, hace dos años, el mismo tiempo que el lleva trabajando aquí. Recuerdo la primera que hablamos, ese día pasaban el partido Argentina vs. México, y era obvio que no me lo podía perder, pero para mi mala suerte en mi oficina no tengo tele y la única televisión en la que pasaban el partido estaba en la recepción, entonces me escabullí por los cubículos y bajé a la recepción donde estaba Rodrigo viendo el partido. En esa hora del día no hay gente entonces los únicos que estábamos en la recepción éramos él, yo y el conserje. Cada vez que algún jugador cometía un error, los dos (y el conserje) maldecíamos, pero cuando era lo contrario bendecíamos al señor. Al final del partido Rodrigo se presento y por ende yo hice lo mismo, luego comenzamos a platicar y resultó que teníamos muchas cosas en común además del fútbol, claro.
-¡Si! estoy muy emocionada pero a la vez nerviosa- le dije sujetado mi bolso con las dos manos sobre mi pecho, como si fuera una conejita.
-Te irá bien, confían en mí- me dijo con suavidad.
-No tengo otra opción- la comisura de mis labios bajaron. Esta era mi única oportunidad de alcanzar el éxito y no podía desperdiciarla.
- Muy bien, tu presentación esta registrada en la sala 38- teclea en su computadora algo que no alcanzo a ver y me da un pase.
-Gracias Rodri- le sonrió- te veo luego.
-Suerte Jos, relájate- me dice cuando me alejó.
Camino tranquilamente por los corredores del moderno edificio pensando en mi discurso en voz alta. Y por fin, después de media hora buscando el número de la sala entre tantas, hallo el número 38. No puedo creer que después de dos años trabajando aquí me haya costado trabajo encontrar la sala. Decepción pura. Me rió ante mis ocurrencias.
Llegó quince minutos antes entonces acomodo el equipo para la exposición de mi proyecto y plancho un poco mi ropa formal y elegante. Todo tiene que estar perfecto en estos momentos.
Graciela, la directora del personal en el que trabajo entra por la puerta.
-Hola Josefa, ¿estás preparada para presentar tu proyecto?- me dice con tranquilidad- ya revise tu proyecto y me parece que es excelente para lo que buscan estas personas.
-Si, ya estoy preparada Sr. Pérez- le digo con entusiasmo.
-Yo estaré aquí por si necesitas mi ayuda- me sonríe y me toma las manos por un instante. Después se aleja tras una llamada.
-Discúlpame un segundito Josefa- me dice.
-Claro- Graciela es una jefa muy agradable, nunca la ha visto enojada o no lo expresa. Es muy optimista y amigable.
Personal importante de la empresa inmobiliaria comienza a atravesar el umbral de la sala para colocarse en sus respectivos asientos alrededor de una mesa rectangular hecha de caoba. Mis manos comienzan a sudar, mariposas revolotean en mi estómago, pero aún así sé que estoy preparada y, ya quiero empezar.
-Buenos días- digo sonriendo.- Mi nombre es Josefina Santiago, y les presentaré mi proyecto de una casa ecológica. "El mundo es nuestro hogar, y por ese motivo debemos de cuidarlo. Desde los últimos años, la población ha ido incrementado y junto con ella la demanda de productos y servicios, y de ahí se desenlaza la palabra contaminación. El proyecto que el día de hoy presento, cuidara del medio ambiente con su alta tecnología biológica.- Mi seguridad siempre me ha ayudado y creo que el día de hoy no será la excepción y con mucha elegancia paso una por una las diapositivas de PowerPoint presionando los botones del control.
-El Eco-Hogar es una magnífica vivienda que tiene la posibilidad de satisfacer de energía a una casa entera utilizando el poder de las energías alternativas, cada una colocada estratégicamente.
"Su precio es accesible a cualquier nivel socio económico dependiendo de sus intereses, claro. Además de su accesible precio, el cobro de luz no será un problema, el usuario de la casa tendrá una fuente propia de luz."- el semblante de los directores se torna interesado en el tema, eso me entusiasma mucho, estoy logrando mi primer objetivo.- Además, no será un problema si el recurso está disponible o no durante varios días, porque la energía que se acumula durante meses sirve de reserva.
Después de 45 minutos mi discurso termina, y las preguntas le prosiguen. Resumen de algunos temas que tocaron las preguntas: la patente, garantía, los precios y sus funciones.
-Si yo decido utilizar tu proyecto, ¿cuál sería el porcentaje de las ganancias que te correspondería?- me pregunta uno de los empresarios.
-El 30%- le respondo, mis manos parecen fuente que brotan a chorros sudor.
-Me quedó con tu proyecto- responde el empresario. Graciela me sonríe desde su asiento.
En conclusión, mi proyecto recibió buenas criticas, y fue aceptada como principal centro de atracción para la venta de sus condominios. He alcanzado el éxito.
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El monte en la oscuridad
Paranormal¿Qué hago? ¿Me quedo? ¿Me voy? Ninguna de las opciones es buena, ellos sabrán de mí existencia. No puedo escapar. Pero, ¿cuál es el comienzo de esta pesadilla?