Jail Time [Bungō Stray Dogs]

¿Qué hay de nuevo, rata? [Dazai]

Reconozco que eso no me lo esperaba. Yo solo estaba tranquilamente en las carreras de caballos saltándome el trabajo y de repente llega un ciego, me pregunta qué caballo ha llegado primero y como soy una buena persona se lo digo. Y me lo compensa arrestándome por unos cuantos delitos capitales sin importancia que cometí hace años.

A los Hunting Dogs no les va eso de perdonar y olvidar. Tampoco les vale lo de "el pasado, pasado está". Además, ¡Ango se ocupó de borrar mis pequeñas faltas contra la ley!

Así que ahora estoy en la cárcel, enfrente de la rata, a la que le han quitado el "ushanka". Yo conservo mis vendas. Jajaja, gano yo.

- ¿Te apetece tener una conversación súper divertida sobre nuestros problemas? - me sugiere. - Yo, Dostoyevski, seré el presentador de la primera hora de "Problemas felices".

Vaya. Eso tampoco me lo esperaba. Jamás me imaginé que viviría para escuchar a Dostoyevski decir algo semejante. Claro que tampoco me imaginaba que viviría más allá de los 14.

- ¿Qué *€&€ ha sido eso? - le respondo.
- Solo me apetece charlar. Normalmente sé lo que va a decirme la gente antes de que hablen, así que quiero tener una pequeña conversación como una persona normal por una vez.
- Venga, vale. Empieza. - me da que vamos a tener mucho tiempo libre.
- Mis subordinados se dedican a hacer el vago y nunca toman la iniciativa. ¿Qué puedo hacer?

Estuve a punto de soltar una carcajada. ¿En serio me estaba haciendo esa pregunta A MÍ? Si se la hiciera a Kunikida tendría más sentido. ¿Qué diría él?

- Si tus subordinados se dan cuenta de lo malo que es vaguear, dejarán de hacerlo. - esa táctica nunca ha funcionado conmigo pero bueno, que lo intente la rata.
- Ya veo... ¡Gracias! Te toca a tí.

¿Qué le pregunto a la rata?

- La chica de la cafetería no se siente impresionada por mis intentos de seducirla. ¿Qué hago? - dudaba que la rata tuviera vida o experiencias amorosa, pero por probar...
- Si consigues que pierda todo lo que tiene y que su familia la abandone entonces vendrá a tí.
- Oye, pues no es mal consejo. - contesto -. Me lo apuntaré para más tarde.
- ¿Ahora preguntamos algo los dos a la vez?
- Venga vale. - asiento. Ya sé lo que vamos a preguntar.

Dostoyevski cuenta hasta tres y decimos :

- ¿Cómo te comunicas con el exterior?

Ninguno de los dos piensa responder y nos empezamos a reír.

Qué bien se lo estarán pasando los que vigilan las cámaras. Somos un dúo muy divertido.

Tengo que mandarle un mensaje a Ango contándole las novedades del día y dándole instrucciones. Le recordaré que vaya a visitar a Odasaku el jueves, ya que no podré ir yo. Puede que hasta forme nuevos emojis con mi ritmo cardíaco.

Después de enviar el mensaje veo que la rata se ha dormido. Por sus ojeras nadie diría que duerme. Lo mejor sería dejarle descansar, así que grito:

- ¡Oye, rata!
- ¿Qué? - responde con voz soñolienta.
- So.