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La escena de ellos bailando lentamente hacía una bella imagen nocturna. Desde la distancia podías ver la silueta de un hombre y una mujer en un abrazo íntimo balanceándose lentamente con la música. La luz suave de la cascada detrás de ellos y la luz de la luna formaban una atmósfera romántica, como en algún tipo de película.

La canción terminó y Maria y Steve dejaron de bailar. No se movían más, pero seguían sosteniéndose el uno al otro en la misma posición en la que empezaron. Después de unos pocos latidos Maria levantó la cabeza del pecho de Steve y lo miró. Miraban a través de los ojos del otro, queriendo secretamente que el momento durase un poco más.

"Gracias." Le dijo a Maria. La miraba profundamente a los ojos. "Gracias por darme lo que pensé nunca iba a tener"

"No es nada, Steve" le respondió Maria suavemente y le regresó la mirada profunda con una propia. "Sólo quería darte el baile que estabas destinado a tener"

"Me diste más que un baile... tú... me diste un final"

"Un hombre como tú merece ser feliz" dijo Maria "... siento que hayas perdido a Peggy"

Maria se acercó a él y le dio un beso en la mejilla.

Continuaron observándose el uno al otro por mucho tiempo, en su posición original de baile.

Steve lentamente bajó sus labios a los de ella y Maria se reunió con ellos a medio camino. Él la besó tiernamente y ella lo besó de igual forma. Ella dejó su mano y la colocó en sus hombros; ambos brazos de Steve rodeando su cintura. Finalmente se alejaron un poco, sin dejar de sostenerse. Su respiración ahora era un poco pesada.

"Para alguien que no sabe bailar, no eres  tan malo" Maria trató de cortar el silencio.

"Sólo  te seguí" le replicó él con una sonrisa.

Dejaron el parque juntos, brazo con brazo.

"Me alegra que me hayas buscado"

"Me alegra haberte encontrado"

Habiendo traído vehículos separados, sus caminos también debían serlo.

"¿Supongo que te veré en la torre?" preguntó Steve.

"Mañana es domingo y a menos que algún tipo de crisis global aparezca, es mi día libre. ¿Querrías ir a comer algo?" ofertó Maria.

"Si, eso me gustaría" le respondió Steve con una sonrisa.

Se dijeron adiós y se fueron; Steve en su moto y Maria en su auto.

Mientras conducían los dos pensaron en el baile que habían compartido juntos, imaginando cuando podrían repetirlo.

(One Last) Saturday At The Stork Club (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora