Ben

401 32 9
                                    

Es su decisión ir a clases el lunes. Sus padres incluso sugieren que no lo haga, pero pasó la noche sin dormir verdaderamente tentado a cortarse las venas aunque en realidad no quiere morir, solo quiere que todo se acabe. Simplemente no quiere terminas por hacer una estupidez que, a juzgar por su maldita mala suerte, no saldrá bien y solo lo hará sentirse más patético de lo que ya se siente.

En algún momento de la madrugada escribió un mensaje en el chat grupal avisando que no se tomaría ni siquiera un día; nadie emitió alguna queja, solo garantizaron que estarían ahí para él.

Mientras se viste (es frustrante, pues apenas puede abotonarse la camisa), se pregunta si es que Harry ha recibido alguna clase de informe sobre el comienzo del proceso de demanda, y si lo hizo, que va a hacer en su contra. No quiere pensar en que no puede hacerle algo peor, pues la última vez que lo pensó ocurrió lo de la fiesta; teme que si de nuevo lo piensa esta vez acabe muerto.

Dado que no puede usar su bicicleta, su madre lo lleva en el auto. El viaje es silencioso en un principio, tanto que Ben se pregunta si tendrá que vivir bajo la ley del hielo.

—¿Tuviste pesadillas? —Finalmente pregunta la mujer poco antes de llegar.

Por supuesto que había tenido pesadillas. En ellas no paraba de recordar la expresión de Harry mientras... pasaba. Se veía a si mismo encerrado en esa maldita habitación, sin poder escapar de ella, condenado a repetir en ciclo todo lo que había vivido.

—¿Hablé dormido de nuevo?

—Gritaste dormido. Tu padre estuvo a punto de despertarte.

Ben sonrió de lado sin diversión alguna. Si lo hubiera hecho, su padre incluso le hubiera hecho un favor.

—Descuida, no creo dormir demasiado por las noches, no voy a molestarlos.

Apenas bajar del auto nota que algo no va bien. Todos se giran a verlo y de repente comienzan los murmullos. Supone que es por sus heridas, pero pronto capta palabras sueltas, entre ellas escucha gay. Por suerte no tiene demasiado tiempo de aterrarse, pues Charlie y Nick aparecen de la nada.

—¿Qué saben todos? —Pregunta Ben mientras caminan hacia cualquier lugar alejado de todos.

—¡Ben!

Nick y Charlie tienen tiempo de responder cuando alguien más ha interrumpido.

Son Christian, Sai y Omar; parte del grupo de amigos de Harry. Ben se plantea muy seriamente comenzar una pelea, pues ellos estaban en la fiesta.

—¿Qué rayos te pasó? —Pregunta Omar.

—Ustedes deben saberlo, estaban en esa maldita fiesta.

—Sí, pero solo supimos lo que Harry nos dijo: que estabas demasiado ebrio y que habían tenido que llevarte a casa. —Repone Christian.

—Bien, pues les mintieron, porque en esa maldita fiesta alguien me rompió el brazo.

Ben no tiene ganas de seguir hablando, así que simplemente hace el intento por irse, sin embargo Omar tiene la idea de tomarlo por el brazo. A Ben nunca le ha molestado el contacto físico, sin embargo ese toque es suficiente para hacerlo sentirse furioso.

—¡No me toques!

El chico retira la mano al instante, sin entender lo que hizo para molestarlo tanto, pero no dispuesto a enfrentar su ira.

—Oye, solo queríamos que supieras que te apoyamos. Y sabes, con todo ese asunto de ser gay.

Ben ni siquiera está sorprendido. Harry no iba a dejar que todo su castigo fuera algo privado, también tenía que arruinar su vida social. Debe de ser eso de lo que está hablando toda la maldita escuela.

Hopeless (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora