I-Contacto visual

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Sucede en un instante, cuando lo único que se encuentra en su mente en ese momento son las palabras de Izayoi quién camina a su lado, le cuenta algunas cosas que han sucedido desde su pequeño viaje de negocios y él solo escucha, recaudando algunos puntos importantes aquí y allá. Hace algunas preguntas cortas cuando lo cree necesario o quiere que ella se extienda, pero eso es todo, no hay más.

Y es solo cuando están bajando el puente peatonal que los conduce hasta la zona residencial donde vive su padre con su madrastra que él voltea sin explicación alguna. No hay motivos, tampoco hay viento en ese momento, pero... siente que debe hacerlo. Es un instante pequeño y demasiado fugaz, pero sus ojos ámbares se topan con los zafiros que conoce demasiado bien.

Los ojos que reconocería en cualquier lugar.

Ella también lo reconoce y el contacto visual se mantiene durante unos segundos más hasta que ella le sonríe, le da una ligera inclinación de cabeza y voltea, siguiendo su camino.

—Ve —le dice Izayoi, con voz suave. La misma voz con la que se sentó a su lado en el balcón de su habitación, el mismo día que su camino y el de Higurashi se separaron.

Sesshōmaru no necesita sus palabras, pero las acepta y camina detrás de la chica que hace cinco años soltó porque era lo mejor para ambos, para los planes de vida que tenían y dónde la presencia del otro parecía más un obstáculo que una motivación.

«Si algún día volviera, me encantaría volver a reunirme contigo». Le había dicho, el mismo día que terminaron su relación. Él no había mencionado nada, dejando que ella hablara, porque la decisión había estado tomada desde el principio. Pero se había prometido que, si ella regresaba, no daría todo por perdido.

La primera vez, soltó su mano con tranquilidad, con la confianza de haber tomado una buena decisión.

El tiempo solía preguntarle si había estado seguro y si no se estaba mintiendo a sí mismo.

Ahora, con una segunda oportunidad en puerta, sabía que, si volvía a tomar su mano, jamás la dejaría ir. Las cosas serían diferentes si tan solo...

—Sesshōmaru —ella le llama, saludándolo.

Le sonríe y la sonrisa ilumina su rostro y sus ojos parecen guardar los mismos sentimientos que habían luchado con fuerza en el pecho de él durante años. Fue como si el tiempo jamás hubiera pasado entre ambos.

Tan perfecto, como un sueño.

Y Sesshōmaru supo que jamás volvería a apartar sus ojos de los de ella. 

Like a dream [Sesshome]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora