Flufftober 2022 • Luzuplay

Baile de máscaras

Resumen: En honor a la alianza entre el reino de Karmaland y Tortillaland se hace un baile anual: Lugar donde el príncipe segundo de Karmaland conoce al cocinero del reino.

Canción: A Thousand years + Baile en multimedia. 

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Lanita sacudió sus manos delante de sus ojos para llamar su atención, llevaban todo el día en la cocina y requiere sacarlo de su momento de concentración. Su trabajo para esta fiesta era preparar los postres para la cena después del baile de máscaras anual que se hacía como conmemoración de la alianza entre el reino de Karmaland y el próspero reino de Tortillaland.

—Despierta Auron, ¿No ves que ya es hora?

Auron comienza a reírse. Parece alterada, pero sólo ve a una niña saltando delante de él.

—Hora de terminar de trabajar.

—¡No, tonto! —Lanita le toma de los hombros y lo sacude frustrada, ambos comienzan a reír. —. El baile, podemos ir al baile de máscaras.

—Lana...

—¡Venga! Nunca sales, nunca hablas con más gente que no sean los clientes.

Ella volvió a moverlo de los hombros, como si ese fuera su argumento más poderoso para hacerlo salir aunque sea a bailar una pieza en el gran salón. Los plebeyos no tienen cabida a este gran baile, solo gente de la alta sociedad y por pura suerte les dejaron asistir por el gran trabajo de su comida en los banquetes de la corona de Tortillaland.

Tienen el favor de la corona, los reyes de Tortillaland Juan y Ari les dejaron asistir como invitados, los dos muy fanáticos de sus comidas.

—Okey, pero sólo un baile.

Lana mira a Auron, la sonrisa resplandece en su rostro y Auron vuelve a ser agitado de los hombros escuchando la alegría de la rubia. Al parecer hasta le ha dado permiso de vestirlo para la ocasión.

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Negro.

Ese es su color para estas cosas, estas fiestas llenas de marionetas, suerte que ahora todos llevan máscaras así que no es tan descarado como en las fiestas normales.

Luzu no quería venir, pero debe hacerlo por ser de la realeza, hermano del Rey de Karmaland. Pero, aun así, es fastidioso todo el traje ajustado, los zapatos apretados, el pantalón de tela y por los dioses de Karmaland, la máscara negra sobre su rostro está muy ajustada a su cabeza.

Pero es la hora del baile.

La música suena romántica, lista para un baile totalmente cercano entre las parejas de desconocidos a menos que sepas quién lleva la máscara antes de tomarle la mano y bailar.

Las personas se acomodan alrededor de la pista, muchos ofrecen su mano para la pieza de baile, muchos toman la oportunidad y la fiesta comienza con el espectáculo principal.

Las bellas notas del piano hacen aparición dejando que los bailarines comienzan con los pasos sobre todo el salón. Conversaciones silenciosas, miradas ruidosas y las risas opacadas por la voz de la cantante de esta noche: Mónica.

Luzu se plantó en la orilla de la pista de baile, observando, sólo observando a la enorme multitud, todos con sus máscaras, bailando, paso a pasos, perfectamente coreografiado que hasta le es artificial.

Aparta la mirada unos momentos a algo más interesante, la comida, la enorme cantidad de bocadillos adornados, los postres, las bebidas de todos los colores puestos tan bellamente sobre la mesas. Aunque los vestidos reinaban el lugar con sus adornos y pliegues, la comida reinó ante la vista de Luzu.