Flufftober 2022 • Luzuplay

Se conocen en una boda

6. T o m o r r o w

Salió a fumar un poco, el baile y la fiesta le están provocando dolores de cabeza muy fuertes y sólo está esperando a la hora "socialmente aceptable" para irse de ahí sin ser grosero con su hermano que se acaba de casar.

Rubén se miraba muy feliz con su traje blanco, con la mancha de vino por ir a besar repentinamente la mejilla de Samuel, su ahora esposo, y provocar un accidente, para ahora estar bailando en el centro de la pista.

Lo quiere mucho, pero de verdad, las fiestas son demasiado para él.

Escucha los pasos de alguien saliendo a la ventana y gira el rostro sosteniendo el humo dentro de sus pulmones para soltarlo lentamente, formando una nube de humo delante de su rostro hasta reconocer al otro.

Un hombre de su edad, traje oscuro y una corbata verde desaliñada, y algo parecido a un cigarro casero entre sus dedos.

—¿Un descanso? —Pregunta Auron, acercando su cigarro a sus labios.

—Estoy huyendo —Responde el otro enseñándole su mano con lo que Auron pensó era marihuana. —. Es tabaco, relájate.

—Ah, no. Yo no iba a decir nada —Y de verdad, no podría, después de todo él tenía un cigarro en la boca, con qué derecho se iba a quejar.

—Está bien, parece sospechoso, lo admito —el recién llegado enciende el tabaco, da una calada profunda y después de unos segundos suelta el humo, que a diferencia del de cigarro es mucho más dulce. —. Soy Luzu, vengo de parte de Vegetta.

—Auron, hermano del loco con el velo.

—¿Eres el famoso Auron?

—Je, famoso.

Luzu enrojece luego de darse cuenta del tono sorprendido con el que lo dijo, mira la sonrisa de Auron y sus manos pican un poco, igual y fue demasiado efusivo.

—Rubius cuenta muchas cosas de ti, hasta creímos que se lo inventó para presumir de su hermano mayor —Luzu sacude su tabaco contra el borde del balcón soltando ceniza y luego mira a Auron quién no ha despegado la mirada de él mientras hablaba. —. Es un honor conocer al gran Auron.

—No te daré mi firma.

—No la quiero.

Auron le mira largos segundos antes de volver a sonreír, a Luzu le tiembla un poco la mano, sin notarlo, su voz se escucha increíblemente ronca y cercana, aunque hay una mesa de madera entre ellos.

—Qué decía ese calvo tóxico —Auron afirmó su rostro en su mano, juega con el cigarro entre sus dedos y mira atento a Luzu.

No puede evitar pensar en lo agradable que es su voz.

—Lo exitoso que es su hermano —Comienza a hablar Luzu, mira su cigarro de tabaco y toma un poco del humo. —, su trabajo de juez, sus doctorados en medicina y psiquiatría. Ya sabes, esas cosas~

Luzu gira la vista y puede ver perfectamente los ojos brillantes de Auron escuchándole, como si fuera la persona más interesante del mundo.

Es extraño.

Nadie le había mirado así jamás.

Le cuenta más cosas, anécdotas que Rubius repitió, chistes tontos que hacían, como le hicieron mostrarle su cuenta de Instagram para confirmar su existencia y que no era alguna historia loca que creó para ser interesante o tomarles el pelo.

No sabe cuánto tiempo pasó, cuantas caladas le dio a su cigarro de tabaco, o cuantas veces no pudo verle a los ojos a Auron por lo poderosa de su mirada, pero seguía hablando.

Como un podcast.

Y Auron estaba escuchando cada palabra con atención.

—... Y que ahora vives fuera del país —Termina de hablar, hasta que su voz se volvió un susurro, le mira demasiado. Auron le mira intensamente y eso es nuevo —. ¿Tengo algo en la cara?

—Nunca había escuchado hablar de mi de esa forma.

El cigarro se consumió entre los dedos de Auron hasta apagarse por completo, se había perdido en la charla, y es que la persona que relataba la agradable voz de Luzu no lo reconoce como él mismo. No tiene idea de que hizo su hermano después de que se fue de casa, no sabe por qué estaba presumiendo su vida cuando solían hablar por mensaje la mayor parte del tiempo.

Y es aún más extraño escuchar a un hombre de su edad hablar de su persona como si fuera famoso.

Vergonzoso, pero Auron siguió escuchando hasta el final.

—¿Son mentiras? —Pregunta después de un rato Luzu, apaga su cigarro en el cenicero de la mesa y se gira a ver a Auron con todo el cuerpo.

Mala idea, siente toda su mirada en su cuerpo y es intensa.

Pero le gusta como lo mira.

—Tengo esos títulos, claro, vivo fuera del país, sí. —se gira igualmente, recargando su cintura en el barandal del balcón, recorre a Luzu con la mirada y sólo le sonríe. —Pero eso de ser un playboy como que no eh.

Finalmente hace una mueca, odia que la gente presuma de sus vidas sexuales, peor si es otro y si eso le salpica. Su vida privada es sólo suya, regañará a su hermanito luego.

—No tienes cara de eso —Luzu se inclina un poco, obteniendo toda la atención de Auron y una expresión de sorpresa. —, por lo menos no de heterosexual.

—No lo soy —aclara exageradamente rápido. Simula una tos para volver a componerse —, ¿puedo preguntar hacia dónde va esta conversación?

Luzu se mantiene quieto en su sitio, parpadea varias veces como si recién notase lo cercano que estaba ahora a Auron, y cómo se podía mal interpretar que hablara sobre su orientación.

—Lo siento, no quería...

—Por qué estoy interesado, sí va por ahí... —Auron le corta antes de que crea que es un rechazo, y le da el pie a que se lo piense. —, sabrás mejor si todo lo que dice Rubius es cierto sí.. No lo sé, tomamos un café mañana.

—¿En serio? —Luzu suena demasiado feliz y ni se inmuta en esconderlo.

—Si quieres claro —Auron siente cosquillas cuando le escucha tan interesado —. Hoy tuve suficiente, quiero ir a dormir.

Auron ahogó un bostezo, ya es su hora de dormir, necesita ir a casa a descansar después de tanta fiesta y comida y, sobre todo, gente. Demasiada puta gente.

—¡Quiero, sí! —Y esta vez sí trató de moderar su alegría. — Digo... Estaría bien mañana.

—Perfecto Luzu, mañana un café.

Finalmente, Auron le toma la mano con la yema de los dedos, una caricia suave y lo suficientemente sugerente como para provocar un escalofrío en el cuerpo antes de salir del balcón, volviendo a la fiesta y perderse entre la gente.

Luzu se queda en su sitio, la parte donde Auron ha tocado tan sólo unos segundos aún está caliente y no quiere olvidar esa sensación, tal vez sea el alcohol, la fiesta y la adrenalina.

O solo eran esos ojos brillantes que le miraban como la persona más interesante del lugar.

—Mañana...

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