diecinueve

513 105 3
                                    

JiMin enterró con más fuerza la pala en la tierra, pero el maldito arbusto se negaba a cooperar, sus raíces estaban enterradas muy profundamente, pero negaba a darse por vencido.

— Vaya... jamás te había visto trabajar con tanto ahínco, sé que las vacaciones reaniman a un hombre, pero no exageres— se burló JungKook mientras terminaba de plantar las margaritas a un lado de la fuente improvisada.

— Cierra el pico JungKook, no estoy para chistes.

— Ni para eso, ni para nada— aseguró él— ¿Tan mal lo pasaste? Sabemos que tu hermano es un dolor de culo, por esa razón contrataste a alguien, ¿hizo mal su trabajo? — JungKook había sido el que le recomendó la página de acompañantes. Dejando de escarbar, miró a su amigo.

— Mi cita no llegó— JungKook enarcó una ceja.

— Tu hermana subió una foto a Instagram, en ella estabas sentado al lado de un pelinegro muy apuesto— JiMin suspiró, sí, había visto la foto. Incluso hasta estuvo tentado de bloquear a su hermana de su cuenta para evitar verla.

— Él no era mi cita— dijo resignado, no supo porqué, pero terminó contándole todo a su amigo, una vez que terminó el relato completo se sintió un poco mejor.

— ¿Y qué piensas hacer?

JiMin negó con la cabeza.

— No lo sé, — dijo sinceramente, habían pasado dos días, y había tenido tiempo de pensar, de verdad no había tomado las cosas bien. Había exagerado, YoonGi no había hecho nada malo a excepción de querer ayudarlo. Lo había visto en su mirada aquel día en el aeropuerto, estaba herido.

— Yo creo que la tienes fácil— su amigo interrumpió sus pensamientos —Tienes que buscarlo y disculparte.

— Pero...

— ¿JiMin?— él apretó el agarre en la pala que todavía sostenía, en shock miró a MinHo parado a la entrada del jardín el cual estaban diseñando, inmediatamente JungKook se colocó a su lado y se enfrentó a MinHo.

— ¡Será mejor que te vayas ahora mismo! O llamaré a la policía— MinHo parpadeó, pero lo miró directamente a él, pudo ver el dolor en su mirada.

— No contestas mis llamadas.

— ¡¿Eres idiota o qué?! JiMin no quiere saber nada de ti— contestó JungKook en su lugar, con una mano temblorosa tocó el hombro de su amigo.

— Está bien JungKook, hablaré con él— Su amigo lo miró como si estuviera loco.

— ¿Estás seguro?— JiMin asintió.

— No me hará daño— extrañamente estaba seguro de eso, MinHo no era agresivo; idiota, petulante y arrogante, tal vez, pero no agresivo. Lo que sucedió fue producto del alcohol.

Asintiendo JungKook se alejó, pero todavía podía verlo a través del jardín. Regresó la mirada a su ex. Si no fuera por su mirada y por las bolsas debajo de sus ojos, pensaría que MinHo se encontraba bien, pero a pesar de que se veía impecable, ni una sola arruga en su ropa se dio cuenta que el hombre estaba pasando por un infierno.

— No tengo mucho tiempo, así que te escucho —JiMin dejó la pala y se quitó los guantes de trabajo

— TaeMin y yo terminamos —dijo mirándolo intensamente. Pero JiMin no reaccionó a sus palabras.

— ¿Por qué me cuentas esto?

— Nos vamos a divorciar, desde hacía tiempo las cosas entre nosotros no estaban bien— MinHo habló fríamente.— Lamento lo que hice Minnie — dijo dando un paso hacia él, pero JiMin retrocedió.

— Si quieres una disculpa para poder aplacar a tu conciencia, te la daré, te perdono, puedes irte— los labios de MinHo se torcieron con ironía.

— Gracias...

— Si eso es todo, quiero que te vayas— Pero MinHo no se movió, sostuvo su mirada. Después de una breve pausa su ex dio un paso hacia él, JiMin intentó no retroceder, tenía que superar este miedo, nada sucedería JungKook estaba ahí.

— Fui un idiota JiMin, no vi lo que tenía hasta que te perdí— JiMin bufó.

— Ahora me dirás que estás arrepentido, que me amas y que quieres que volvamos a intentarlo, ¿No?– Fue un comentario sarcástico, pero al ver la mirada en la cara de MinHo supo que era verdad, era lo que el maldito esperaba. Rio nervioso —No estarás hablando en serio.

— Podríamos intentarlo de nuevo— Dijo MinHo con convicción— A pesar de todo yo te quiero JiMin, nunca he dejado de hacerlo, dame otra oportunidad— La declaración de MinHo aterrizó de manera impresionante y dejó la mente de JiMin confundida. Aturdido, JiMin miró hacia JungKook, su amigo negaba con la cabeza y hacia muecas de disgusto.

— No puedo creer que me estés proponiendo esto— susurró regresando la mirada a su ex.

— Piensa en ello, Minnie —MinHo continuó —Estábamos bien juntos, éramos una buena pareja.

— ¿Éramos?, ¿En serio? — preguntó con ironía, cruzándose de brazos. En los días posteriores a su rompimiento, JiMin habría dado cualquier cosa por haber escuchado esas palabras entonces, había tenido la esperanza que MinHo se diera cuenta en realidad lo manipulador que era TaeMin, ¿y qué consiguió? Una llamada de su hermano pidiéndole que fuera el padrino de su magnífica boda. Y aún así, durante meses siguió guardando la esperanza de que MinHo recapacitara y volviera a él.

¡Qué patético había sido!

Ahora tenía esa oportunidad en las manos, sería tan fácil tomarla... Pero JiMin no quería eso.

— No— dijo rotundamente.

— JiMin...

— ¡Que no! — volvió a repetir, esta vez recorrió los pasos que lo separaban del pelirrojo —Me destruiste, confié en ti y me traicionaste, con mi propio hermano, ¿Qué tan jodido es eso?— dijo con rabia, apuntándolo con un dedo agregó—No conforme con eso, siguieron fastidiándome, me destrozaste el corazón y la confianza en mí mismo, pero no más— El dio un paso hacia atrás, le hizo una seña a JungKook para que se aproximara.

— Ya te pedí disculpas...

— Lo sé, y ya te perdoné— dijo JiMin—Y no te quiero volver a ver cerca de mí, por algo me mudé, ahora regresa a casa y arregla tu vida con tu esposo, o divórciate, o has lo que quieras, simplemente no regreses— con una indicación de cabeza le dijo a su amigo que lo siguiera.

— ¿A dónde vamos jefe?— preguntó JungKook alcanzándolo en la calle, tenían que terminar este proyecto, pero como había estado trabajando a marchas forzadas para evitar pensar, tenían mucho trabajo adelantado, bien podría tomarse algunas horas.

— Necesito de tu ayuda— dijo él, subiendo en la minivan que utilizaban para el trabajo.— ¿Todavía tienes ese amigo tuyo que puede rastrear a las personas?

JungKook rio mientras se acomodaba en el asiento de copiloto.

— Por supuesto, ¿Qué planeas? —Una pequeña sonrisa subió a sus labios.

— Tengo algo importante qué hacer.

JiMin sería un poco más egoísta de ahora en adelante, dejaría de ser un maldito mártir que se preocupa por los demás en lugar de por el mismo, ni MinHo, ni TaeMin, ni nadie era mejor que él, JiMin tenía que aprender a luchar por lo que quería, estaba dispuesto a alcanzar la felicidad, sea como sea era una meta bastante elevada.

Por supuesto, la única manera de lograr realmente la dicha era tener a YoonGi de regreso, eso claro, suponiendo que el hombre lo perdonara por haber sido un idiota.

仲間 - yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora