CAPITULO 1

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ALMA

—No, no quiero ir a la escuela. Aún no estoy preparada para ir, no, no lo estoy. —Dije sollozando.

—Cariño, —Dijo mi mamá tocando mi rostro.—ya sé que esto es muy difícil para ti, por qué jamás estuviste frente a tanta gente, pero creeme, te acostumbras y te va a gustar. Alma sabes muy bien que yo quiero lo mejor para ti y lo mejor para mí es que tú vayas a la escuela.

Sé que mamá y papá desean lo mejor para mí, pero ir a la escuela era una decisión muy precipitada, después de mucho tiempo que estuve aislada del mundo exterior, no me sentía capaz de afrontarlo así de fácil.

Ya faltaba muy poco para que el año escolar comenzará y eso significaba que faltaba poco tiempo para convencer a mis papás a qué no me dejen ir a la escuela.

Mamá salió de mi habitación con los ojos algo rojos gracias a que lloro. Después que mamá salió de mi habitación me dirigí a la habitación donde guardaba las pinturas que hacía cuando era niña.

Tocaba cada una de ellas con los recuerdos cuando los pinte, recordaba cada trazo de pintura que dejaba en el lienzo, todo eran muy buenos recuerdos.

Recuerdo cuando pinte mi primer cuadro, el de mi mascota.

—Mamá, mamá. —Gritaba.—¿ Me compras unas pinturas?, por favor¿Si?

Ella se extraño y frunció el seño.

—¿Pinturas? —Pregunto.—¿De dónde sacas eso, Alma?

—Es que ví un lienzo tirado en el sótano de la casa con una pintura por acabar. Y quiero terminarlo.

Ella se extraño nuevamente y solo asintió algo confundida pero también algo feliz.

Después de que mamá regreso de la tienda de pinturas me los dió, directamente me dirigí hacía donde estaba el lienzo y Lugo fui hacia la mesa del comedor donde estaban las pinturas.

Empeze por trazar cuidadosamente para no equivocarme y luego me salió muy bien. Y me alegre por ello.

Luego le mostré a mi mamá y se puso muy feliz y me dió un abrazo.

Luego me compro un lienzo y me dijo: —Ten Alma, para que sigas pintando.

Yo le regale una sonrisa y la abrase. Después me dirigí hacía el comedor y pensé en que podía pintar. Después ví a mi gatita Misha y después empeze a pintarla y así hice mi primera pintura.

Le mostré a mamá y se puso muy feliz, después le mostré a mi papá y me regaló una sonrisa.

Y así empecé a pintar.

Soy Alma (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora