La Guerra Contra el Ducado de Tanya: Tercera Parte

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En la Capital del Ducado de Sys, Mariano y compañía se encontraban adornando y limpiando el palacio para darle la bienvenida a Nicole Badila, sin embargo, de todos los presentes, Mariano es el único que se muestra totalmente nervioso. Hasta que una pelinegra se acerca delicadamente hacia él y le brinda la madre de todas las bofetadas.

Yashira: ¡Reacciona!, ¡¿Te gusta la Duquesa o qué?!

Yashira se cruzaba de brazos mientras intentaba sacarle la sopa a Mariano, sin embargo, su pensamiento estaba muy lejos de la realidad.

Mariano: Yashira, no me gusta, simplemente quiero que todo esté en perfecto estado, si ella llega y vé todo el desorden del palacio, entonces me sentiré muy avergonzado y tendré que pedirle a la Duquesa que venga otro día, ocasionando una guerra con Tanya, ¿Eso desean?.

Todos los ahí presentes se miraron los unos a los otros y respondieron tajantemente con un "No".

Yashira: Está bien, hagamos la dichosa reunión, sin embargo, Almenos te pedimos que nos otorgue una compensación por traernos aquí a limpiar cuando ni siquiera somos sirvientes.

Mariano:Les prometo que tendrán un aumento en su sueldo, se los aseguro.

X: ¿Qué les aseguras?

Todos voltearon rápidamente y miraron perplejos a aquella figura femenina que iba mostrándose entre los pocos rayos de iluminación que brindaban las lámparas.

Mariano: Cariño, en unos momentos voy a la cama, estoy discutiendo algo importante con mis amigos.

Aquella chica se acercó y tomó del brazo a Mariano, dirigió su mirada a Yashira Rimorti y sonrió

Gabriela Cantú: Es mío, ¿Oíste?

Yashira sin temor al que dirán levantó su mano izquierda y proyecto la bofetadas de bofetadas

Yashira: Para empezar, tú a mí me respetas, no me interesa quitarte a mi amigo, puesto que él es mi amigo, me da pena que una chica tan linda como tú sea tan grosera y poco educada, ¿De verdad eres una Cantú?, No veo por ningún lado tus modales de alta clase.

Aquella chica castaña comenzaba a apretar sus puños mientras comenzaba a emanar de ella un aire de impotencia pura, aunque para Yashira era todo lo contrario, para la pelinegra Rimorti era la chica número 10,000 que había humillado en cuestión de una semana.

Yashira: No eres la primera ni la última en querer hacerme sentir insignificante, sin embargo, sé lo que valgo y sé que una niña como tú jamás podría lastimarme, ni siquiera sentimentalmente, pequeña engreída.

Yashira se dió media vuelta y caminó rumbo a su casa, aquella noche, Gabriela Cantú, hija de una prestigiosa familia, había sido humillada sin previo aviso.

Al acabar aquella incómoda plática, Mariano llevaría a Gabriela Cantú a su habitación, después tomaría sus cosas y iría a descansar a casa de Yashira. Cómo es de costumbre, Yashira le abrió la puerta y le preparó unos deliciosos pastelitos.

Yashira lo observaba pacientemente mientras Mariano degustaba con todo el amor del mundo aquellos dichosos pastelillos hechos por nada más y nada menos que su Diosa Yashira Rimorti. Hasta que la pelinegra comenzaría con la encuesta del día

Yashira: ¿Porqué accediste a casarte con ella?, ¿Porqué de entre todas las mujeres elegiste a la menos capacitada para ser tu esposa?, ¿Porqué si ya sabías que no aceptaría tu matrimonio con ella decidiste comprometerte?, Tienes lo que queda de la noche para responderme y evitar que deje de hablarte para siempre.

Mariano accedió, terminó su último pastelito y miró fijamente a Yashira

Mariano: Verás, un día estaba tranquilo en mi oficina, cuando estaba a punto de empezar la ceremonia de mi ascenso como Duque de Sys, sin embargo, Adam me llamó y fuí rápidamente con él, sólo para decirme que los Cantú tenían algo urgente que hablar conmigo, después de varios intentos de fugarme y evitar dicha plática no tuve más remedio que asistir a la reunión, entre tantas peticiones y comentarios, ellos tomaron la decisión de que, si yo no me casaba con Gabriela, ellos harían lo que fuera para que supieran que Fernand no estaba 100% muerto, así que con tal de evitar dichas amenazas, accedí a su petición y aquí me ves, arrepentido de tomar dicha decisión, sin embargo, no puedo hacer nada...

Mariano llevaba sus manos a su cabeza y comenzaba a respirar desesperadamente.

Yashira: Déjame ésto a mí, ¿Para éso estamos los amigos, no?

Mariano asintió y sonrió, después de aquella charla, ambos procedieron a dormir en el sillón, puesto que se quedaron dormidos hablando de cosas personales.

Una semana después, el día de la visita de Nicole a Nayali había llegado, todo estaba siendo preparado para su entrada al palacio.

Mariano suspiraba nervioso mientras veía a su alrededor, todo parecía dar vueltas, simplemente Mariano estaba tan nervioso que comenzaba a delirar.

Yashira: Tranquilo, no es para tanto, sólo déjate llevar y verás que todo saldrá bien.

Mariano se deja caer en los brazos de Yashira, buscando un tipo de consuelo, Yashira sólo lo abraza y le desea suerte, hasta que, desde las afueras del palacio, se escuchan varias orquestas tocando el himno de Tanya.

Adam: Ya está aquí...

Mariano: Así es...bueno...es hora de ir por ella..

Yashira asiente en compañía de los demás generales, mientras Mariano camina lentamente hacia la entrada del palacio, dispuesto a recibir a la Duquesa.

Punto de vista de Mariano:

Demonios...el miedo me consume por completo...¿Y si no logro convencer a Nicole Badila de evitar la guerra?..¿Y si ella tiene intenciones de dominar todo Sys?..temo que mis esfuerzos sean en vano y se origine una guerra..bueno...llevo puesto mi traje militar de gala..unas cuántas medallas por haber luchado en la revolución y por último..mi peinado elegante...algo simple para continuar..así que..todo dependerá de cómo salgan las cosas...

Me acerco al carruaje de la Duquesa y abro lentamente la puerta del mismo, estiro mi mano y observo detenidamente a Nicole...un vestido color rojo fuerte e imponente...escotado del busto y justo en el área de sus caderas..su hermoso pelo rubio recogido creando así un peinado muy elegante y casual, sus labios siendo adornados por ése labial color rojo pasión...sus ojos azules claros como el cielo apuntando a mi dirección, tomo su delicada mano.. ahí me doy cuenta que lleva consigo un guante rojo, por alguna extraña razón la palma de mi mano anhela con todo el alma tocar la mano desnuda de Nicole...¡CONCÉNTRATE MARIANO, HAY MUCHAS COSAS EN JUEGO!, ¡¿QUÉ DEMONIOS TRAES CON LA DUQUESA?!, ¡ES ATRACTIVA, SÍ, PERO SOLO HASTA AHÍ, RECUÉRDALO!..

- Buenos días, mi estimada Nicole Badila... - con delicadeza me incliné hacia ella, viéndola con una sonrisa amigable

Nicole: Buenos días, Duque de Sys, Porfavor, ya suelte mi mano...

- ¡Lo siento duquesa!.. - rápidamente solté su mano y la guíe hacia el palacio.

Nicole: Veo que adornó todo, duque de Sys...

- Mmm si... Así es...quería que estuviera todo a la perfección...puesto que.. verá..su presencia es muy importante...por lo menos para mí sí..

Dirigí mi mirada a Nicole y ella sólo me sonrió, se acercó a mi oído izquierdo y susurró:

Nicole:{¿Porqué está tan elegante el día de hoy, Duque de Sys?..¿,acaso esperaba alguna reacción mía?..}

- ¡¿DUQUESA?!..¡N-N-NO DIGA E-E-ESAS COSAS!.. - me alejé lentamente de su cercanía y tomé un respiro, sentir la brisa de sus suspiros chocar con mi cuello... fué algo muy.. placentero..

Nicole comenzó a reír y me dió varias palmaditas en la espalda

Nicole: Qué curioso, el duque de Sys se sonroja.

Suspiré y mejor la llevé hacia el patio, tenía preparada una linda vista a las afueras del palacio, quería complacerla, aunque sea visualmente.

El origen de Systhania Donde viven las historias. Descúbrelo ahora