La Guerra contra el Ducado de Tanya: Cuarta Parte

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Nayali, provincia de Sys:

Mariano:[La Duquesa Nicole, sin duda ha de ser una mujer muy codiciada en toda Tanya, sin embargo, por el momento es mi enemiga y tengo que asegurarme de que ella no me declare la guerra..]

Mariano:Ejem.. * tose *, Nicole, estuve escuchando varios rumores de que le gustan las flores, ¿Es eso cierto?

Nicole: ¿De dónde lo escuchó?

Mariano: De sus esclavos y aliados... No quiero que lo malinterprete, no la estoy vigilando ni mucho menos mandé a alguien para espiarla * sonríe *

Aquella rubia asintió mientras observó a Mariano con sospecha. Nicole siempre se ha caracterizado por ser una chica de extrema desconfianza, jamás entregaría algo tan importante como la confianza.

Mariano: verá, aquí en mi palacio le he preparado un hermoso detalle de bienvenida. Es un humilde regalo, sin embargo, espero que le guste..

Mariano la guía hacia un invernadero, varias flores se dejan observar mientras el aroma a primavera se hace notar, no hay lugar más hermoso que aquello, todo hecho por la mano de un preocupado Duque, un detalle que solamente él podría entregarle, varias flores exóticas y únicas de la nación pueden ser apreciadas en ése lugar, aquella rubia fija su atención en dicho invernadero y sonríe como nunca antes lo había hecho, tan hermoso detalle no se le había Sido entregado en años, ni siquiera alguien tan cercano como su prometido le había llevado una sola flor..

Mariano:Espero que le haya encantado... Todo éste invernadero lo hice con mis propias manos, quería que tuviera un toque hogareño y sobre todo un peculiar toque de cariño, es mi muestra de agradecimiento por haber venido hasta éste lugar, muchas gracias..

Nicole lo observa detenidamente mientras comienza a ruborizarse, una sonrisa inocente se hace notar entre la oscuridad de su eterna soledad, por primera vez alguien le había hecho un detalle que estuviera acorde a sus gustos personales, sin embargo, la persona que le entregaría tan hermoso regalo sería nadamás y nada menos que su propio enemigo.. entre tantas flores, una hermosa flor de 5 pétalos se hacía notar con su maravilloso brillo dorado, haciendo alusión a la hermosa cabellera de Nicole Badila, es en ése momento, cuando Mariano interviene de tal forma que consigue conquistar aquel momento y crear una imagen tan varonil y cariñosa de él...

Mariano: Esa hermosa flor se llama Nacimiento Dorado, decidí cultivarla aquí puesto que, para mí, esa flor me hizo recordar la belleza que tengo en estos momentos delante de mis terrenales ojos..

Nicole presta atención a tales palabras y procede a responder

Nicole:Le agradezco cada flor que colocó en éste hermoso lugar, sin duda es un hermoso detalle..sin embargo, le agradezco infinitamente por el cumplido de dicha flor, gracias  * sonríe *.

Por dentro, Nicole se moría de escuchar aquellas palabras hermosas, puesto que retumbaban en su oído como dulces melodías, algo que solamente Mariano Aquila había conseguido.

Mariano sonríe y toma asiento, Nicole se arrodilla para acariciar aquella flor dorada que captó su atención, Mariano sólo sonreía mientras en su mente imaginaba escenarios algo curiosos, se veía junto con Nicole, ambos tomados de la mano mientras una pequeña manita se alzaba entre sus ojos, para Mariano, una hermosa familia era el símbolo de toda felicidad, no había nada mejor que sentir que pertenecía a un lugar, saber que al regresar a casa habría alguien esperándolo, sueños de un joven Mariano que representaban la soledad en la cual él se encontraba viviendo..

Después de una hora de completa contemplación, Mariano decide cambiar el rumbo de la conversación a una meramente intencionada, necesitaba garantizar que la guerra sería cancelada.

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