El querer

capítulo 2

Me alegre mucho cuando me contó que la cambiarían de colegio, había deseado con todo mi ser que la distancia no nos separara y ahora la podía tener a mi lado todos los días.

Nuestra amistad crecía poco a poco, cada vez más fuerte y más sincera.

Nos gustaba hablar de cosas triviales y preguntarnos todos los días sobre que nos depararía el futuro, que haríamos con nuestras vidas. Nos juntábamos todas las mañanas para ir al colegio, ella era muy inteligente, amigable, y social, todos realmente la querían aunque algunos la envidiaban y otros la idolatraban.

Yo....yo era yo, nunca fui muy social las grandes multitudes me ponían los nervios de punta, la manos me sudaban y todo el cuerpo me temblaba cuando tenía que hablar en público, me avergonzaba de mi, odiaba no poder ser más social y perder grandes oportunidades por el simple hecho de que todo me daba pena.

Estar en la secundaria no fue tan aterrador, pero las nuevas sensaciones en mi cuerpo, si que lo fueron.

Todo empezó una noche, la luna iluminaba mi cara, mientras mi cuerpo se erizada por la brisa de la noche y mis dedos se enterraban en el hermoso pasto que nos rodeaba, ella estaba a mi lado, desde mi posición podía ver su hermoso perfil, su cabello se movía al compás del viento mientras su nariz se tornaba de un color rosa y sus labios parecían los pétalos de una rosa.

No podía dejar de verla, su rostro era tan adictivo, que no necesitaba alucinaciones para sentirme en las nubes.

Me sobresalte cuando sentí su tacto, todo mi cuerpo se erizo, cuando nuestras manos se unieron, nuestros dedos se entrelazaron y su cálida piel lleno de fuego mi interior, podía escuchar como los latidos de mi corazón retumbaban en mis oídos, mis manos empezaron a sudar y temí que se diera cuenta de lo asqueroso que eso era, tenía miedo que le pareciera repugnante el hecho de sentir mis manos sudorosas.

Nunca había sentido ninguna de esas sensaciones cuando estaba con ella, muchas veces nos agarramos las manos sin ningún motivo en especial lo veía como algo normal, algo que hacían los amigos.

¿Pero porque ahora me sentía así?
¿Por que con ella?
¿Cuando empezó todo esto?
No sabía con exactitud si era normal sentirme así con alguien o era algo más que una simple reacción.

No quería, sentirme así, ella era mi amiga y no podía tener estas reacciones por ella, esto arruinaría nuestra amistad y tal vez me estaba apresurando pero quería deshacerme de todos los escenarios que mi mente creaba y olvidar la noche en la que empezó todo.

Todo empeoro.

Verla todos los días me hacía muy feliz, su sonrisa llenaba de calidez mi corazón, sus ojos avellana me demostraban la belleza de su interior y su melodiosa voz apagaba los sonidos del exterior. Todo para mí se había vuelto un poco más llevadero más liviano y agradable.

-estoy enamorada de él