El RIEGO DE LA SANGRE
El gran sacerdote Flarr, no tenía apellidos, pues solo era un sirviente de dios, y el nombre era para mortales, este gran hombre se acercó a Tomen quien se arrodillaba, dos mujeres tan viejas que incluso estaban acá antes que mi padre, una trajo una corona y la otra un báculo.
- Tomen Léiw, hijo de Erias Léiw, nieto de Rigar Léiw, heredero al trono de Farrthel, juras solemnemente amar y cuidar al pueblo que se le otorga, proteger y honrar cada una de las tradiciones, respetar y escuchar a cada una de las personas a tu lado – la voz temblorosa y anciana del sacerdote se dirigían hacia el próximo rey.
- lo juro – dijo Tomen con una voz temblorosa y cautivadora, todos los señores que lo miraban tenían algo de miedo, con solo 17 años un nuevo rey se ponía a la cabeza del reino más grande de todo este continente, con una guerra en su puerta.
Los siguientes días, Tomen tuvo que llamar a sus abanderados, pues la guerra se venía como las olas chocando en la orilla.
Igrid estaba demasiado enojada caminando entre su castillo, Neria era un país poderoso para la guerra, esta mujer que media casi 1.98 tan alta y hermosa que la conocieron como "la gigante de esmeralda" pues su armadura y ojos eran de ese color tan especial, juntaba un ejército de casi 6000 hombres.
- mi señora, por qué razón intentaron matarla – le decía Gabriel Rembar un escudero que era más apto que los demás para poder acompañar a Igrid.
Ella lo miró sonriente, pues era un pequeño que le recordaba viejos tiempos – digamos que hice hablar a unos cuantos príncipes tontos, tal vez esa broma era más que una verdad entre copas – la suave y hermosa voz de ella fueron las ultimas que dijo en el castillo, pues en su gran corcel blanco empezó a galopar hacia la ciudad de los armeros.
Robert Amboa se arrodillaba alado de sus 5 hermanos enfrente de su padre Geld, el rey Herrero, los cinco hijos ordenadamente estaban enfadados de la muerte del menor de todos ellos.
Robert Amboa con 19 años, Taizen Amboa con 16 años, Camel Amboa con 15 años, Draquel Amboa con 13 años y el último, Camilo Amboa con 11 años, los cinco hermanos querían venganza, pues creían que la muerte de su hermano Cesar no era algo normal.
El rey Geld aceptó, pues dos días después llegaron los 6000 soldados de Igrid con una carta de su padre Marius Arend.
Geld sonrió al ver la carta y llamó a sus abanderados, este ejército de 6000 soldados se volvería a 18000 hombres, Robert, Taizen y Camel también los acompañarían a la guerra.
Tomen marchó a cada una de sus casas, pues varios de sus abanderados no aceptaron el llamado, ya que decían que el primer día reinando ya habría destrozado la paz.
Obviamente a mí me envió también a una casa, la más grande de nuestro reino, los Selk, al llegar a estas tierras un hombre apareció me miró fijamente y sentí un calor en todo mi cuerpo, mi caballero que acompañaba se puso enfrente.
- ¿quién eres extraño? Estas enfrente de Catalina Léiw, deberías arrodillarte – la voz de Tyler Acter, mi caballero era bastante seria además su mano se dirigía a su espada
El hombre desenvaino y en un golpe rápido fue hacia Tyler, el miedo hizo que mis ojos se cerraran, pero al abrirlos, vi como las espadas habían chocado, era obvio, que podía detener el golpe, pues de los diez caballeros blancos Tyler era conocido como "la espada de la velocidad" además tenía una de las escasas espadas de Caramentia, un metal tan grandioso que solo se puede encontrar en lugares específicos.
- así que eres tú "la espada de la velocidad" vinieron a ver a mi padre, para llevar los soldados ¿verdad? - Armin Selk sonríe mirando a Tyler mientras mantiene firme su posición.
Al escuchar eso rápidamente me acerqué – joven Armin, por favor déjenos ver a su padre – se que parezco muy ansiosa al decirlo, pero era demasiado importante mi hermano con un reino que le puede dar casi 15000 soldados, no había reunido ni 8000.
Un viejo con harapos sentado debajo de un roble sonríe alzando la voz – la hermosa Catalina, cualquier hombre, seria honrado de tenerte – Tyler al escuchar esto muy enojado se acercó al hombre con la intención de matarlo, pero sabia que hacerle eso a alguien de estas tierras, aunque sea un vagabundo, seria perjudicial en este escenario, así que me acerqué a él y lo detuve.
- muchas gracias, señor – era lo único que podía decir, claro no podía imaginar que cuando se levante era Joss Selk el líder de esta casa, él sonriendo dio un silbido y casi 1000 hombres salieron a mirarme.
Joss sonrió – iré a ayudar a mi rey, solo quería saber que clase de persona eras tú, no te preocupes, regresa con tu hermano, yo convenceré a los lores de estas tierras, espero que pueda nombrar a los caballeros, además dile que hable con los Krabber, sé que ayudarán al reino – es increíble la voz de Joss es completamente un señor gobernante, me dijo casi todo lo que tenia que hacer y me facilito todo.
Era momento de regresar a la capital y el joven Armin decidió acompañarnos para dar promesa por su padre de que nos acompañaría.
Mucho mas lejos de este reino, Arno miraba a sus soldados – esta guerra puede ser lo único que nos de el poder para gobernar este basto continente, tienes que ir a Wismunth y matar a los Krabber hijo mío – la sonrisa de este rey al hablar era tan grande que no podía ocultarse.
Franco Elnias, "el caballero dorado", marcho con el ejercito del sol, los 14000 hombres juntos caminaron hacia Wismunth
ESTÁS LEYENDO
Los Ocho Reinos
FantasyEn un lugar lejano, hace tanto tiempo que ni se podría contar. 8 poderosos reinos se mantenían en constante guerra. Ocasionando que todo el continente estuviera teñido de rojo por la sangre de tantas personas muertas. Era una pesadilla, aparentement...