🍭Dia 14 Comb the hair

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Argentina ultimamente sentia que sus dias iban mejorando, su dia en el trabajo era horrible como siempre pero al terminar su larga jornada sentia alivio y emocion, ya que, desde la ultima ocasion su pareja le habia permitido ir a su departamento las veces que deseara, y claro, el argentino tras una larga charla termino siendo convencido.

Sin haber pasado un mes en el departamento del canadiense ya se encontraba el cepillo de dientes, algun que otro par de ropa, el pijama y un bolso del argentino junto a pequeñas pertenencias que se encontraban perfectamente organizadas en su respectivo lugar.

Claro que, el latino se pudo dar cuenta la cantidad de tiempo que su pareja se la pasaba en su trabajo, algo que, no le causaba inseguridad sino cierta tristeza al saber que el norteamericano estaba mas atado a sus responsabilidades a que disfrutar de su vida o momentos juntos.

El latino volvio a mirar el reloj que habia en la pared de la sala, observando que ya era tarde, solto un leve suspiro y se levanto del sofa para dirigirse al balcon, notando como una pequeña gota tras otra empezaba a hacer presencia antes de que la lluvia se hiciera presente.

Argentina se abrazo a si mismo, sintiendo escalosfrios por la ventisca que empezaba a haber, por lo que, decidio entrar nuevamente al departamento moviendo la puerta corrediza.











—Tal vez venga tarde hoy también....









Dijo con cierta tristeza mientras caminaba por la sala tratando de pensar en que hacer hasta que...llegó a su cabeza cierta idea que lo hizo sonreir.

Su novio siempre le concentia cada que podia, siempre le invitaba a comer o desayunar, lo habia cuidado en sus peores momentos, entonces, ¿Por qué no devolverle todas esas muestras de amor?..

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31 curitas al corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora