Amores de fotografia (KiritoXSinon)

Muchas oportunidades

Una semana había pasado, sin actividad para el pelinegro pero el rubio era un historia aparte. Los días solían estar cargados de trabajo para el, casi que se tenia que levantar a las cinco de la mañana y prácticamente dormir a media noche, no era una carga de trabajo tan pesada considerando otros trabajos, pero el de el era casia a diario aquella rutina. Si bien el era el jefe de la empresa prácticamente debía hacer todas las cosas como arreglo de horarios, hacer varias trivialidades como informes y cartas el mismo. ¿Por que no se contrataba una secretaria? Era mas fácil para el entender las cosas el mismo a que alguien mas llegara y explicarle todo lo que se debía hacer.

-Creo que en verdad la necesito, aunque supongo que no llegara de un día a otro -Lamento el joven rubio para después de eso solamente seguir conduciendo a su trabajo.

En el camino y en pleno silencioso lo se podía escuchar la voz del rubio quien ayudada por la escritura de voz de su teléfono redactaba un correo algo formal a su mas reciente chica, Yuuki. En resumen era el aviso de su primera sesión de fotos, ella debía modelar un poco de maquillaje, claro sosteniendo el producto y claro también usándolo.
A su vez y gracias al asistente de voz el pudo llamar a su amigo con simples instrucciones de voz que el joven daba.

-Ok, ahora llama a Kirito -Su celular respondió y comenzó a sonar en espera de la contestación de su amigo y ahora empleado.

-Hey, Hola buenos días amigo, ¿Cómo estas, pasa algo? -Respondía un adormitado Kazuto al otro lado del teléfono.

-Te necesito en el estudio, a las ocho de la mañana como siempre, no llegues tarde -Apenas eran las seis de la mañana y ahora el joven que conducía comenzaba a estacionar su auto.

-Muy bien, nos vemos allá -El pelinegro colgó para después de eso comenzar a prepararse y a llevar sus cosas.

Al bajar de su auto Eugeo se dio cuenta de que había solicitado la presencia de Yuuki pero no a que hora la necesitaba así que solo dio un suspiro y comenzó a redactar un correo mas.

-Decidido, necesito a una secretaria... -Se volvió a quejar el para abrir el edificio y ahora comenzar a prepararlo, después de un rato ya todo estaba como debía, en el sitio que era y sin ningún tipo de falla.

Yuuki se levantaba siempre temprano, seis y media de la mañana, se levantaba y con música se daba un baño cuidando bien su cuerpo, ella era mayormente delgada, si bien no lucia unas curvas como lo era Asuna, ella tenia su fuerte, unas largas y finas piernas delgadas, su piel era blanca, casi siendo pálida por lo que el maquillaje en ella era casi escaso, sin embargo eso no le limitaba usarlo.

-Oh es el señor Eugeo, ¡¿Tendre mi primera sesión hoy?! -Ella casi dio un grito al leer el mensaje, tanto que despertó a su madre.

-¿Yuuki, estas bien hija? -Pregunto ella confundida por el grito anterior de su hija.

-¡Claro que si mamá estoy perfecta! -Ella se asomo desde la puerta del baño sonriendo y emanando felicidad.

Yuuki vivía con su madre, desde que ella tenia memoria sabia que era huérfana de padre, aunque eso nunca le afecto, aun si su padre murió de algo que se puede malinterpretar de muchas maneras, la madre de la joven se propuso en cuidar de la sonrisa de su pequeña hija y así lo hizo.
Después de un rato, de arreglar ese cabello castaño corto pero sin duda lindo y sedoso Yuuki estando muy animada comenzó a preparar el desayuno evitando que su madre hiciera la mayoría de cosas, ella en su mente al menos le debía todo a su madre, todo.

-Espero que te guste mamá, lo prepare lo mejor que pude, como tu me has enseñado, tu cocina es la mejor del mundo -Ella se acerco a su madre y le dio un gran y fuerte abrazo.