Adaptación del manhua con el mismo nombre versión Chifuyu x Kazutora..
* Los personajes de Tokyo Revengers no me pertenecen creditos a Ken Wakui *
* El Manhua los 10 años que más te ame le pertenecen a Wu Yin Ningsi*
* Esta historia es Chifuyu/Kazut...
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Era un día nublado, copos de nieve caían del cielo, en la entrada de un hospital se encontraba nuestro querido Hanemiya saliendo de este mismo mientras tenia su teléfono en mano cerca de su cara.
Sus mejillas y nariz estaban rojas debido al frío que había ese día, había tanto frío que cada vez que exhalaba podía ver su aliento.
Coloco su teléfono en su oreja, esperando a que contestaran su llamada mientras en su mano contraria apretaba fuertemente una hoja de papel.
-TOOT-
-TOOT-
Empezó a caminar hacia la parada del bus.
-TOOT-
-TOOT-
- Lo sentimos, el número que ha marcado no está disponible, le sugerimos llamar más tarde. - fue lo que escuchó al otro lado de la línea.
- Aun no contesta - pensó mientras quitaba su teléfono de su oreja.
Después de verlo durante un corto tiempo guió su vista hacia las ya arrugadas hojas en su otra mano, las vio fijamente durante un rato mientras sus ojos empezaban a cristalizarse y sus mejillas y nariz se volvían un poco más rojas pero esta vez no fue debido al frío.
Con ambas manos arrugó las hojas hasta volverlas una bola y las tiro al piso mientras se subía al bus y se sentaba al lado de la ventana.
Volvió a ver su teléfono un poco más calmado y volvió a marcar, mientras esperaba a que contestaran fijo su vista en la ventana y en los copos de nieve que caian del cielo.
- TOOT -
-TOOT-
- Hola - fue lo primero que dijo la persona al otro lado de la línea.
Apretó sus labios intentando callar el sollozo que quería salir de su boca.
- Hoy esta nevando, el invierno ha llegado - intento que su voz no saliera cortada para no preocupar a su pareja, lo cual logro.
Su nariz y mejillas estaban rojas, al igual que el borde de sus ojos, sus labios temblaban intentando ahogar un sollozo mientras unas lágrimas se escapaban de su ojo derecho.
Al mismo tiempo en una habitación de un lujoso hotel se hallaban dos amantes desnudos acostados en la mullida cama siendo cubiertos nada más por la gruesa colcha blanca compartiendo calor, el mayor tenía un teléfono en la mano mientras en susurrós le pedía a su amante guardar silencio.
