※ Primero. ※

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El santuario Puji, se restauró llevando de regreso un entusiasmó, por lo tanto, Xie Lian estaba más agradecido con todos los aldeanos, pero no podía dejar de lado a cierta persona que lo miraba desde el marco de la puerta del santuario. San Lang le dio una sonrisa coqueta mientras caminaba unos cuantos pasos hacia él. Si alguien le dijera que, si valió la pena esperarlo sin importar los años, tarde o temprano regresaría. Claro una persona espero ochocientos años ¿Por qué él no puede esperar más de lo permitido?

En efecto, ese sería Xie Lian. Sin saber cómo sus piernas se movieron llegando a abrazar a Hua Cheng con tanta fuerza, ¿Todavía podía regresar ese poder espiritual de aquella ocasión?

—Gege —lo llamo.

Escuchando un hmm, no pudo evitar soltar una pequeña carcajada. Luego un par de ojos lo miraban con curiosidad.

—Parece que Gege se aferra a mí sin dejarme ir en esta ocasión.

Un pequeño rubor se expandió sobre los pómulos llegando a las puntas de las orejas. ¿Qué debería de decir? Las evidencias estaban expuestas, sin embargo, era San Lang que daba pequeños juegos como un niño esperando un poco de diversión. Niño travieso.

Antes de que pudiera hablar fue Hua Cheng el que lo hizo.

—Gege no tiene por qué angustiarse esta vez, no iré a ninguna parte por este lapso de tiempo —dijo suavemente, deslizando los brazos por la cintura ejerciendo firmeza—. ¿Puede usted alteza confiar en mis palabras?

Al escuchar esas palabras, hizo un cosquilleo ligero por dentro. Extrañar y no esperar de nuevo que lo llamara así. Fue un repentino corto cirquito en su mente.

—San Lang, yo confió en ti —le sonrió. 

Una mano tomo su barbilla alzándola y luego unos labios presionaron los suyos por un momento haciendo presión, a este punto las piernas no le podían fallar. ¿Verdad? Una corriente eléctrica recorrió sobre la espina dorsal. Y de repente un pequeño mordisco lo hizo saltar, la mano de Hua Cheng lo sostuvo con fuerza, mientras avanzaban paso a paso dentro de la habitación. 

—Gege... —murmuró alejándose por un momento, observo ese rostro rojo y tímido—. Gege...

Pestañeando ligeramente y llevo ambas manos sobre el pecho, jugando distraídamente, perdido en esa voz. 

—San Lang... —dijo él.

—¿Sí?

Se lanzo hacia él dejando un ligero beso, si Xie Lian estaba siendo atrevido por segunda ocasión, no lo podía evitar, sus labios estaban cosquillosos. Pensaba que volviendo a dar otro beso la sensación disminuiría, sin embargo, no fue el caso, porque siguió dando otro y luego otro. Siendo así un continuo movimiento de besos, se detuvo al escuchar una risa, mirando a Hua Cheng algo tierno en cierta parte. Conmovió su corazón.

My Only True Love - Hua Cheng & Xie LianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora