Casate Conmigo || JINKOOK

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Una semana había pasado desde que  Jin me había pedido matrimonio. Sentía como si aun no fuera real, no terminaba de digerir la noticia en su totalidad pero el anillo en mi mano y los "te amo" de mi Jinnie me lo recordaban y reafirmaban, me iba a casar con el amor de mi vida.

Estuve ocultando el anillo de mis padres estos días, no es que no quisiera que supieran, pero no iba a decirles nada hasta que mi Jin me dijera que era el momento de decirles, juntos, como la pareja que somos. Y ese momento era ahora.

Jin me dijo que hoy era el día, no íbamos a posponer más tiempo, el estar comprometidos no era algo que se debiera ocultar y menos a mis padres, peor aún siendo yo menor de edad. La mamá de SeokJin obvio que sabía y nos felicitó mucho por el suceso, deseandonos lo mejor y dándonos una larga charla de lo que era el amor y el matrimonio.

Su esposo, el papá de Jin y Namjoon, viajaba mucho, más de lo que se quedaba en casa con su familia, pero aún así se le notaba que amaba demasiado a la señora Kim y sus hijos, lo he notado las pocas veces que he tenido de convivir con ellos con él estando presente.

Aunque SeokJin le tenía un pequeño enojo por estar trabajando todo el tiempo en vez que dedicarse a ellos, por eso aun no quiere decirle nada, no hasta que esté de nuevo en Corea, en su casa, no quería decirle nada por mensaje o llamada. Hablé con él algunas veces para que lo reconsiderara, era su papá, debía saber sobre esto, pero su idea siguió firme así que sólo le di mi apoyo en lo que él decidía.

Le dije a mis padres que había invitado a Jin a cenar porque teníamos algo importante que hablar con ellos, a pesar de las quejas de mi prometido alegando que era mejor que él nos llevara a cenar a nosotros ya que era él el que se supone organizaba todo, le insistí en que fuera en mi casa porque así me sentiría más cómodo.

Papá trató de sacarme información sobre el tema sutilmente, muy a su estilo, con preguntas casuales y que parecían sin importancia, pero evadí todo eso, no diría nada hasta que mi chico estuviera aquí conmigo; mamá por su parte también quiso saber de qué se trataba pero fue un poco más precipitada, preguntándome preocupada si estaba embarazado o si planeaba irme a vivir con Jin, negué exaltado pero riendo por sus ideas, dejándole en claro lo mismo que a papá, que en la cena lo sabrían.

Después de que dejaran de insistir con el tema, los tres comenzamos a cocinar, debido a que era algo importante les dije que la comida debía ser igual de importante, se miraron con suma extrañeza pero no objetaron en mi contra y simplemente buscamos ideas de qué preparar. Porque obviamente era importante, no era solo decirles "Nos vamos a casar", era mi pedida de mano, Jin iba a pedirme a mis padres y no podíamos cenar cualquier cosa para algo tan significativo como eso.

Cuando la cena estuvo casi lista, me fui a dar un baño para arreglarme, diciéndole a mi padres que hicieran lo mismo, que se pusieran guapos, bueno, más guapos de lo que eran, y que yo me encargaba de lo que faltara, que en sí no era nada mas que llegara Jin, sirviéramos la cena y conversáramos hasta que soltáramos la noticia.

Cuando me sentí lo suficientemente lindo tomé mi celular para decirle a Jin que ya viniera, tratando de tranquilizar los nervios que llegaban a atacarme cada que caía en cuenta de lo que estaba apunto de pasar, en serio le diría a mis padres que me casaré con Jin, no es broma ni un sueño, en verdad está pasando.

Él ya me había explicado cómo serían las cosas, no es que nos vayamos a casar en seis meses o el próximo año, sería a su tiempo pero con la promesa de que ocurriría, eso significaba el anillo, una promesa de amor, algo que esperábamos que mis padres entendieran y aprobaran, porque la verdad no tengo idea de lo que pueda pasar si se niegan.

Los golpes en la puerta de mi casa hicieron que me levantara como resorte de la cama y saliera tan rápido como un rayo de mi cuarto para bajar las escaleras y atender a quien estuviera del otro lado de la puerta, que obviamente era mi prometido.