Nuestro hijo... hija

3

Luego de un agotador día, Chloe por fín estaba acosada, durmiendo en paz.

Su paciencia aguantando a Marinette se agotó, necesitaba mucho reposo para recuperarse por completo.

-¡Pshh! Chloe.

La rubia, abrió sus ojos como platos y se sentó en su cama para ver a Marinette parada delante de su cama, con el hámster en manos.

-Nuestro pequeño fruto de amor tiene miedo, quiere dormir con ambas madres.- dijo la azabache.

La rubia palidecio al saber que no podría ni dormir en paz, así que solo le quedaba una cosa por hacer.

-¡Ahhhhhh!

Gritar como sí no hubiese un mañana.

Y en ese momento, Chloe despertó de ésa terrible pesadilla, para ver a Marinette y Zoé, con el hámster en el suelo.

Cierto... todavía era de día.

-¿Podrían ir a jugar con ésa rata a otra parte?- preguntó la rubia, con dolor de cabeza.

No iba a aguantar más tiempo ver a Marinette, su paciencia llegó a su límite.

-No le digas rata a nuestra hija.- dijo Marinette, metida en el papel.

-Te pasa por no elegirme a mi, ahora solo soy la tía buena de la muchacha.- dijo Zoé, siguiendo el juego de su amiga.

Chloe, con mirada siniestra, agarró un periódico, lo enrollo sin dejar de mirar al hámster, haciendo que Marinette y Zoé entiendan lo que iba a hacer.

-¡Ni se te ocurra!- dijo Marinette, protegiendo al hámster.

-Tengo que matar a esta rata sí o sí.- dijo la rubia, golpeando a Marinette con el periódico.

-¡¿Tu objetivo era yo?!- preguntó la peliazul, recibiendo golpes de periódico en la cabeza.

-¡Solo así podré dormir en paz!- gritó Chloe.

Zoé, agarró al hámster de manos de Marinette para así esta levantarse y agarrar una almohada y golpear a Chloe.

-¡Y yo voy a matar a esté insecto!- gritó la azabache.

Zoé sólo dio un suspiro mientras se alejaba de ésas dos.

-No te preocupes pequeña, mami Marinette y mami Chloe solo están discutiendo, cosas de enamoradas.- dijo la rubia.

-¡Ni en un millón de años!- gritaron al unísono las enemigas.

Zoé sólo rió, divertida.

Aveces era entretenido molestar a ésas dos, son fáciles de molestar.
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Chloe veía fijamente al hámster que olía las semillas de girasol que tenía en su "habitación".

Marinette fue al baño por lo que ella se estaba haciendo cargo de vigilar al animalito.

-¿Por qué hago esto? No se tiene que vigilarlo las 24 horas.- dijo para sí misma, dejándose caer de costado en el sofá.

¿En qué se supone que le servía cuidar un hámster?

-De igual modo, no puedo salir, justo un tonto villano de cuarta esta atacando... y ahora que podía molestar a Dupain-Cheng para pasar el rato, le viene a dar una especie de diarrea.
¡Ni se te ocurra tapar el baño o dejarlo sucio!- gritó la rubia a la visita que tenía en el baño pero no hubo respuesta.

Ya casi media hora y no mostraba señal de vida.

¿A poco se murió sentada en el inodoro?

Chloe suspiro profundo y miró al hámster que corría en su ruedita.