QUEDATE -KIMCHAY

CAPITULO 11

Kim sonrió en el beso mientras Chay se aferraba a él. Pasó los dedos por el cabello de Chay, profundizando el beso mientras lo acercaba. Mientras juntaban sus labios, Kim empujó a Chay hacia atrás hasta que quedó presionado contra la barandilla. Chay clavó sus dedos en la espalda de Kim mientras se besaban con entusiasmo, acercándolo más hasta que Chay quedó enjaulado entre los brazos de Kim. Kim devoró los labios de Chay frenéticamente, lamiendo su boca, saboreándolo de adentro hacia afuera, tragando ansiosamente cada gemido.

Kim sintió que el calor subía por su cuerpo cuando el beso se volvió apasionado y hambriento. Agarró cada centímetro del cuerpo de Chay mientras mordía sus labios antes de bañarlos con su lengua, los gemidos de Chay enviaban descargas eléctricas por su columna. Kim dejó escapar un gruñido bajo y sujetó a Chay contra la barandilla, sumergiendo más profundamente su lengua. Articuló su camino hacia abajo por la mandíbula y el cuello de Chay antes de envolver sus labios alrededor de la curva y chupar una roncha en la piel suave. Chay dejó escapar un suave gemido, incitando a Kim a dejar más marcas alrededor de su cuello.

En ese momento, el teléfono de Chay sonó y los sobresaltó a ambos fuera del beso. Kim gruñó, disgustado, mientras apoyaba su frente contra el hombro de Chay con frustración.

"Es mi hermano," jadeó Chay mientras recuperaba el aliento.

"Gran momento", gruñó Kim, tratando de calmar su propia respiración.

"Deberíamos irnos a casa", suspiró Chay. "Probablemente esté enojado porque me escapé".

Kim tarareó en reconocimiento mientras acariciaba el cuello de Chay, inhalando su olor.

"K-Kim," murmuró Chay, temblando bajo el toque de Kim.

"Lo siento", Kim se apartó, preocupada de que Chay se sintiera incómodo, y se alejó.

"¡No!" Chay agarró la manga de Kim y tiró de él hacia él. "No es que yo no... umm... yo solo... nosotros..." tartamudeó.

Los ojos de Kim se suavizaron y se inclinaron y besaron la mejilla de Chay.

"Vámonos a casa", susurró Kim antes de besar la comisura de la boca de Chay.

Agarró la mano de Chay y lo condujo de vuelta al bar, abriéndose paso entre la multitud. Cuando pasaron junto a la mujer que se le había acercado antes, Chay rodeó a Kim con su brazo y lo besó en la mejilla, asegurándose de que ella los notara. Kim se rió y sacudió la cabeza con cariño y los llevó afuera sin mirarla otra vez, dirigiéndose a su auto.

Mientras conducían de regreso a la mansión Theerapanyakun, Kim miró a Chay, quien parecía perdido en sus pensamientos mientras miraba por la ventana. Sostuvo la mano de Chay cuando entraron a la mansión y se dirigieron a su habitación.

"¡Chay!" La voz de Porsche gritó con enojo justo cuando llegaban a las escaleras.

"Uh oh," Chay hizo una mueca y soltó la mano de Kim mientras se daba la vuelta, preparándose para la ira de su hermano.

"¡Porchay Pichaya Kittisawat!" Porsche se lanzó hacia ellos. "¡No puedo creer que te hayas escapado de la casa tan tarde! ¿Dónde estabais vosotros dos?

Porsche se congeló a unos metros de ellos y Kim miró a los dos hermanos.

"Lo siento, Phi Porsche, yo-" comenzó Chay, pero se detuvo cuando notó que la mirada de Porsche estaba fija en su cuello. "¿Qué?" Murmuró, acariciando su rostro y cuello con su mano. "¿Tengo algo en mi-"

"¡Maldito punk!" Porsche gruñó de repente y saltó hacia Kim. "¿De verdad pusiste a Chay en peligro solo para poder jugar con-?"

"¿De qué estás hablando, Porsche?" Chay gimió y trató de alejar a Porsche de Kim. "No estábamos jugando... solo fui a ver a P'Kim actuar".