Mario*

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Tenia si no recuerdo bien unos cinco años, estaba en un colegio en Chia y vivía una vida un poco extraña, en la casa donde habitaba no había muchos alimentos para consumir y tampoco dinero para tomar bus camino al colegio. 

Así que mi mama, me llevaba en bicicleta el colegio no estaba muy lejos. Sin embargo, a ella le daba temor conducir por lo que el trayecto era similar a ir caminando, tardábamos más de una hora en llegar, por lo que  en muchas ocasiones llegue tarde. En muchas otras no asistía al colegio y en muchas otras tenia que ingeniármelas para parar a mi mama de la cama, ella estaba en un estado que no lograba entender, siempre vivir acostada y así dijera que tenia hambre ella no se podía levantar, no sabia mucho de cocina, así que mis únicas preparaciones eran huevos (quemados por supuesto). 

Así pasaban los días, esto sin contar que esos eran los días más buenos, un día malo puede relatarse de la siguiente manera. 

Recuerdo #01

Era fin de semana y como era  costumbre cada quince días venia mi papa por mí, eran mis días favoritos, me llevaba a todas partes. Disfrutaba y cambiaba de realidad. Ese día no era excepción, pero antes de llegar de nuevo a donde mi mama le dije "¿Y si nos escapamos de mi mama y no volvemos nunca?, el me miro con asombro pero sentía que ya no podía mas con el dolor, el me explico que no se podía, pero me calmo diciendo que algún día todo acabaría, volví a casa con esperanza. Me baje del carro y me quede parada en el anden llorando extendiéndole el brazo a mi papa, mi mama se percato del gesto e inmediatamente agarro sus uñas y me las enterró en el brazo, me hablo cosas horribles de mi papa y me dijo que no tenia que quererlo. Hablo durante varias horas sobre el mal hombre que era y en ese momento de tanto escucharla también lo odie, porque me había abandonado en lo que yo pensaba era el infierno, que se repetía cada vez que mi mama amaneciera mal (es decir por lo menos una vez a la semana). 

Por supuesto, así pasaban los días... en los que ir al colegio era una aventura y peor aun, no solo era difícil llegar sino también que mi mama pasara de nuevo por mi, a veces daban las siete de la noche y seguía en el colegio esperándola, me hice amiga de una profesora, se llamaba Teresa. Un día al ver que era recurrente que mi mama no llegara, amenazo con denunciarla al icbf, mi mama tuvo una gran pelea con ella, pero por infortunio mío eso jamas ocurrió. 

En medio de esa extraña situación, que en ese momento no entendía apareció un chico, bastante apuesto, amable pero sobretodo un chico que me gustaba y al que yo le gustaba. Las conversaciones con él fueron infinitas, hacíamos planes a futuro e incluso hablábamos de matrimonio, era como mi príncipe azul o eso creía yo en ese momento. Un día, y siempre lo voy a recordar, llego a mi con unos stickers de corazones , ame esos stickers tanto que aun me acuerdo y los guarde por varios años, me acuerdo que fue con él con quien di mi primer beso. Estaba convencida de que era el amor de mi vida, porque me trataba bonito, besaba bien y me había dado esos stickers. 

Luego, me di cuenta de que no era su única enamorada, pues a varias chicas también les había dado stickers, y les decía cosas bonitas. Pero no me importaba compartirlo yo solo quería su cariño. 

Un día en medio de tantos le conté a mi mama de Mario, incluso le dije que me había besado con él. Como era de esperarse mi mama reacciono pegandome y al terminar el año me saco del colegio. No pude despedirme de el, pero siempre lo iba a recordar de cierta manera, fue mi primer amor y enserio lo ame con el alma ( a pesar de ser tan pequeña y no saber nada del amor). 

Recuerdo que en una de esas salidas pedagógicas estaba en Jaime Duque en otro colegio, pero vi a Mario de lejos, estaba en unos carritos, mi reacción fue de ilusión, a pesar de no haber podido continuar con el, me alegraba saber que lo había visto. Soñe y dure deseando verlo por años, tanto que vivía triste en el otro colegio de solo pensar que no podía encontrarlo.

Mucho mucho tiempo después casi ocho años desde esa historia regrese a mi antiguo colegio, por cosas de la vida, la ruta donde estaba tenia que recoger a niños de ese colegio y mi esperanza de encontrarlo seguía intacta, pero apenas le pregunte a una de las niñas que se subió a la ruta, me conto que Mario se había ido para Estados Unidos. 

Quise a Mario, lo ame. Pero nunca pude escribir una historia junto a el, tan solo vive en mi un recuerdo y el gigante aprecio que le tenia por hacerme olvidar un poco de mi tortuosa realidad, una que se repetía a diario en mi hogar, a el le debo instantes de amor y felicidad, efímeros pero sin duda inolvidables, han pasado casi 15 años, pero su recuerdo sigue intacto. 

¿Por qué no pudo ser? 

No dependía de ninguno en realidad, éramos pequeños. No sabíamos mucho de la vida y ademas dependíamos enteramente de los padres, mi mama decidió que tenia que alejarme de Mario y fue así. 

Un historia sin final, quizá sin inicio pero al tiempo una historia entre lineas que vive en los escritos. ¿Quién quita que en un futuro muy extenso, mi vida se vuelva a cruzar con la suya y solo sea un recuerdo que a ambos nos genere risa? 

Las historias que nunca pudieron ser escritasWhere stories live. Discover now