Elizabeth*

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Decidí contar esta historia el día de hoy porque estar en Cajica, siempre me acuerda a eso que jamas pudo ser. 

Todo empezó, desde el jardín "mi carreta", aproximadamente  hace casi 17 años. Los únicos recuerdos que quizás conservo son los de un niño llamado Tomas, con quien solía jugar escondidas y los enormes arboles que rodeaban el lugar.  

En ese momento vivía con mi mama. Por supuesto, no tengo muchas memorias pero solo se que fue ahí donde conocí a Elizabeth. No la recuerdo como tal, su rastro solo habita en fotos y en letras, las letras de las libretas que solían ser fresas donde las profesoras colocaban sus apuntes y compañeros de estudio, su nombre estaba en mi libreta y mi nombre estaba en el suyo, ese era el rastro de que habíamos coincidido en el mismo lugar. 

Paso mucho tiempo después, hasta nuestro próximo reencuentro que dio lugar al 2014. Allí, nos cruzamos, no hablamos mucho al comienzo, hasta que en una de las clases nos toco presentarnos y decir nuestra trayectoria educativa, de donde venimos y ella dijo ser de mi mismo jardín, eso me hacia ilusión por lo que inmediatamente le pregunte y fue ahí donde nos dimos cuenta que habíamos salido del mismo lugar. Para ese año, recuerdo haber conversado con ella vagamente, ella empezó a ser amiga de Kim y yo de Mar. Ambas a pesar de hablar un poco tomamos caminos paralelos. Sin embargo, ambas seguimos en el mismo colegio, pasaron los años y fue en noveno donde realmente logramos coincidir. 

Con la ejecución de un proyecto "La maquina de Golberg", en ese proyecto estaba Kim, pájaro, ella y yo. En ese momento ella y Kim seguían siendo mejores amigas, había sido así desde quinto o por lo menos eso recuerdo. Pero para ese proyecto, había algo diferente ella no estaba muy bien con esa amiga, por lo que comenzó a acercarse a mí, ese fue el comienzo realmente de todo. Nos quedábamos luego del colegio, para planear cómo hacer mejor la maquina, ella metió sus fichas de domino, comenzamos a ver videos y aprender leyes de física. Nos acercamos tanto, que hacíamos un intento de parkour en las mesas, le gritábamos a las personas por las ventanas y ella comenzó a invitarme a su casa, comíamos algo ahí y nos devolvimos a continuar con el proyecto, estábamos en el hasta las 5:00, entre muchas de esas oportunidades nos quedábamos hablando, riendo, molestando. Todo parecía ser el inicio de una espléndida amistad. 

Su amistad con Kim se fracturo, al igual que su amistad con el grupo donde estaba. Yo no recuerdo mucho con quién estaba pero se que nos empezamos a hacer juntas, presentamos la maquina, quedo demasiado bien, tanto que la pitamos, le pusimos arboles y emprendimos la ejecución de miles de proyectos juntas. 

Para el año siguiente, cada exposición, entrega o trabajo la hacíamos las dos. Hubo una en ingles donde compramos una torta y comenzamos a explicar cómo era Grecia, desde una receta hasta dar torta, hicimos una cantidad de cosas creativas en sociales. Nos metíamos en cada evento que organizara el colegio y hablábamos demasiado con los profesores, tanto que capamos clase infinidad de veces por apoyarlos y calificar con ellos, en otras ocasiones nos quedábamos divagando con ellos, conociendo de sus vidas. Ademas, no solo fueron profesores, también fue con Nid la psicóloga de ese momento, quien con tan solo unos cuantos dibujos podía saber como te estabas sintiendo, hablábamos mucho con ella de la vida de las cosas, luego fue nuestra profesora de ingles, quien nos regalo un montón de libros sobre crepúsculo y asi, nos la pasábamos en el colegio, yendo de un lado a otro, participando en cuanta actividad y compartiendo al máximo de nuestra amistad. 

Como ya vivia con mi papa, el casi nunca me dejaba quedarme en la casa de otra persona siempre me lo había negado, pero el en cuanto conoció a Elizabeth quedo encantado, tanto que ella se quedo muchas veces en mi casa y el me dejaba estar en la casa de ella

Recuerdo #06 

Era una competencia de patinaje y le había dicho a Elizabeth que si quería acompañarme, ella sin dudarlo acepto, así que ese día se quedo conmigo en Cajica y emprendimos camino hacia un colegio que se llamaba "corazonistas", allí ella me apoyo, estuvo conmigo y terminamos el día yendo a cine. Me acompaño a muchas competencias y en una de esas me acompaño a que me compraron los segundos patines que tuve, es más un día no pudo ir a una competencia y me regalo una cartulina que decía "Vamos Hurakán" pintada. Estuvo en cada parte de ese proceso que se había vuelto tan importante. 

Las historias que nunca pudieron ser escritasWhere stories live. Discover now