🥀 아홉 🥀

495 62 0
                                    

Aquel día despertó de buen humor, incluso hizo un pequeño baile. Estaba feliz
después de la dura semana que tuvo que pasar por culpa de aquel resfriado, que más que eso parecía una enfermedad letal.

Oh, pero podía hacer caso omiso a que se sentía como mierda, solo por el simple
hecho que Jisoo cumplió con su palabra y se quedó con ella hasta que se mejoró.

Y todo fue tan. Jennie no tenía palabras para describirlo.

Que su Unnie que quedara a su lado, cuidándola y asegurándose de que estuviese bien, hablándole dulcemente junto con motes cariñosos.

Literal acabó más enamorada de lo que ya estaba. Lastimosamente al azabache se tuvo que ir el día anterior por asuntos familiares. Y esos momentos donde estuvo sola en su habitación, meditó un poco.

Habían pasado años en que admitió que sentía algo más que amistad por su mayor, desde entonces le dio unas muy sutiles señales que obviamente no funcionaron, Jisoo era despistada sin siquiera intentarlo. Y cuando se le salió aquella petición, había quedado más que claro, pero tal parece que no lo suficiente para ella.

Por eso, después de mucho pensarlo, decidió confesar lo que sentía de una vez por todas, esta vez, sería directa para que no le dejara ninguna duda a Jisoo.

Esa decisión estaba acompañada de miedo, porque aún no sabía si era correspondida y cabía la posibilidad de un rechazo que podría acabar con su amistad.

Pero Jennie ya había sido demasiado paciente guardando todo lo que sentía, ya no podía ocultarlo por más tiempo.

Así que esa era la situación, la llamaría para que se encontraran en el parque y ahí le diría todo.

De ese parque saldría victoriosa y con un novia, o derrotada y con el corazón
roto.

Era momento de arriesgarlo todo o nada.

-¡Si! ¡Gracias Dios, solo por esto me haré un creyente! -exclamó con alegría-. Es un milagro!

La chicadaba saltitos en su lugar mientras seguía dando gracias, ya daba por perdida la batalla pero su amigo le demostró que no era un caso perdido después de todo. Se acercó a él para darle un gran abrazo.

-Vaya que si te emocionaste -comentó aceptando el abrazo.

-¡No es para menos! Mi querida amiga Jisoopor fin se dio cuenta que esta loquita
por Jennie-ssi-apretó su mejilla sin dejar de sonreír-. No hay nada de malo contigo, solo eres un poco lento.

-Yah~Irene~ entendí, soy despistado -se quejó alejando la mano de la mayor.

-Esta bien, esta bien-rió alejándose para sentarse en la cama de su mejor amiga-. ¿Y cuando conocere a mi cuñada?

-Mmm, no somos novias.

-i¿Qué?! - preguntó para luego soltar un suspiro frustrado-. i¿Y que rayos haces aquí todavía?! iVe por élla mujer!

Irene se levantó para empezar a empujar a Jisoo afuera de la habitación.

-Oye espera, no puedo hacer eso, ni siquiera se si corresponde a mis sentimientos objetó tratando de evadir los empujones.

-Tengo una idea-sonrió irónico-. ¿Porqué no vas y le preguntas? Ah, y de paso
confiesale que te mueres por darle un beso.

-Pero Ire-

No se pudo escuchar más ya que la mayor le cerró la puerta en la cara.

-¡No regreses hasta que des por terminada tu soltería! -gritó a la madera. Irene rascó su barbilla pensante.

-Tal vez debí sacarla de la casa -dijo para sí misma.

En ese instante reaccionó y abrió la puerta pero Jisoo no estaba a la vista. La buscó por los alrededores pero la chica ya no estaba.

-Espero que haya salido a ver a Jennie.

Irene ya estaba conciente de los sentimientos que tenían ambas, cualquiera podría notarlo por la forma en la que se miraban. Llevaban tiempo así, y si ellas no hacían algo al respecto, ella si lo haría. Aunque algo le decía que no sería necesario después de aquel día.

♡︎ ¡𝐓𝐄 𝐏𝐀𝐆𝐎! ; 𝐉𝐄𝐍𝐒𝐎𝐎 ♡︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora