Chapter 32

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"Uh..." comenzó Lisa manteniendo su mirada en las flores. "La verdad es que fui yo quien compró las flores."

Cuando Lisa levantó su mirada para mirar a Rosé esta tenía el ceño fruncido y en sus ojos se notaba la confusión.

"¿Por qué–?"

Antes de que la chica pudiera terminar su pregunta Lisa le interrumpió. "¿Por qué no te lo dije desde el principio?"

Rosé asintió.

"Bueno... Ok, dame un segundo." Lisa miró a su alrededor y dejó escapar un suspiro. La pelinegra había estado despierta toda la noche practicando lo que le iba a decir a Rosé y antes de salir de su dormitorio en la mañana lo había practicado nuevamente con Doyeon, y en ese entonces estaba confiada de que todo iba a ir como lo había planeado, pero todo se fue cuesta abajo tan pronto hizo contacto visual con Rosé. El discurso que se había memorizado se le quedó atorado en su garganta y su mente estaba en blanco. "Tenía en mente todas estas cosas que quería decirte y ahora que te tengo de frente, no encuentro las palabras para hacerlo."

Esta vez cuando Lisa volvió a mirar a Rosé a los ojos, su rostro estaba relajado y la confusión que antes estaba en sus ojos había desaparecido. En su lugar había un brillo que hizo que las rodillas de Lisa se debilitaran y si no hubiera sido porque en ese mismo instante Rosé colocó una de sus manos en el antebrazo de la pelinegra con la intención de dejarle saber que podía tomarse su tiempo, esta hubiera caído al suelo como gelatina.

"Lo que quiero decir es que me gustas, Park Chaeyoung. Me gustas tanto que el simple hecho de estar aquí parada frente a ti hizo que se me olvidara todo lo que tenía planeado decirte. No he podido dejar de pensar en el beso que nos dimos en la fiesta y en el que nos dimos cuando me dejaste en mi dormitorio. Ni siquiera por un segundo." Lisa podía escuchar su corazón latir en sus oídos y sabía que su cara debía estar de la misma tonalidad carmín que la de Rosé. "No puedo parar de pensar en ti y en el hecho de que mi corazón no se siente tan lleno cuando no te tengo cerca de mí. Tampoco puedo parar de pensar en que existe la posibilidad de que no hayas sentido lo mismo que yo sentí después de ese beso."

Decir que en la cara de Rosé se notaba la sorpresa por las palabras de la chica tailandesa sería quedarse corto. Esta tenía los labios entreabiertos y la mano que no estaba en el antebrazo de Lisa había dejado caer la tarjeta que antes estaba entre las flores que aún estaban en las manos de la chica. Rosé quería decir algo, pero ahora era ella quién no encontraba las palabras para hacerlo.

"Lisa, yo..." la tailandesa miraba a Rosé con ojos expectantes y esto le hizo desviar la mirada. Para nada había estado preparada para una confesión de amor y mucho menos de Lisa. Lisa quien muchísimo antes de ese beso había estado presente en sus pensamientos, pero que sólo había empeorado después del mismo. "Este no es momento para acobardarse" pensó Rosé.

"También me gustas." al escuchar esto Lisa se dio cuenta de que había estado aguantando la respiración. "Y ese beso que te di en la fiesta no fue porque escuché a una chica hablar de lo genial que eran tus besos. Te besé porque era algo que llevaba queriendo hacer desde aquella vez que corrimos juntas bajo la lluvia con nuestras manos entrelazadas." Lisa sonrió por la imagen mental de ese día y los gritos de Dahyun y Miyeon. Le alegraba saber que no era la única que aún pensaba en ese día.

Era como si ambas chicas estuviesen en una burbuja. Como si todo aquello a su alrededor que no tenía que ver con ellas hubiera dejado de existir. Obviamente esto no era así; no eran las únicas que se encontraban en el pasillo. Incluso justo al lado de ellas se encontraba Karina actuando como si estuviera buscando algo en su casillero sólo para escuchar lo que estaban hablando, pero ninguna de las dos se dio cuenta. Tampoco se dieron cuenta de que otra chica se les estaba acercando.

The Mystery Girl; ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora