Capítulo 10: Pasado rencoroso

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Cierta mañana, bajo los fuertes rayos del sol, se podía ver a un joven corriendo. Tenía unos 17 años y llevaba una camisa blanca, un pantalón y dos simples botas color negro, lo que indicaba su rango de cadete. Y sonriendo, buscaba ansioso, ver a la persona que más admiraba en todo el mundo.

[¡¡Maestro!!]

En una banca de piedra, ubicada en el centro de la plaza principal, un elfo oscuro de traje negro estaba sentado mirando hacia cielo. Las personas que pasaban a su alrededor no dejaban de observarlo y murmuraban para ellos tanto cumplidos como insultos.

[Ahhh...] —suspiró el elfo oscuro.

[¿Maestro? ¿Sucede algo?] —dijo el joven al ver que no actuaba de manera usual.

[Oh, August ¿Cómo estás? ¿Todo bien? Yo estoy bien... creo...]

[Ah... ¿está seguro?]

[Sí, por supuesto. Soy un caballero, me reencontré con mi familia después de años y nadie me está persiguiendo ¿Qué podría molestarme?]

Al joven August le parecía extraño lo melancólico que se veía, pues normalmente estaba en guardia por si algún peligro ocurría o con una actitud positiva, listo para enseñar. Así que decidió sentarse a su lado para ayudarlo a vigilar, pero también porque estaba preocupado por él.

[Maestro, desahóguese. Si está preocupado por algo, puede hablar conmigo.]

[Mmm... Es raro verte tan asertivo. ¿Te pasó algo a ti?]

[¿Eh? ¿A mí? Bueno... no es como si... quizás... es que...]

El joven parecía nervioso.

[Mmm...] —el elfo oscuro lo miró directo a los ojos. —[Es por una chica ¿verdad?]

August podía sentir como la temperatura de su cuerpo subía de golpe y recordando cierta noche, no pudo evitar avergonzarse y voltear hacia otro lado, sin saber que responder exactamente.

[Vaya, vaya. Supongo que no eres tan cobarde en ese tema, August. Y dime... ¿Qué hiciste? ¿Te tomaste de las manos como en esos cuentos que lees constantemente en el cuartel en vez de entrenar?]

[Bueno...]

[¿O fueron a la plaza y se besaron bajo la luz de la luna? Jeje. Que cursi sonó eso.]

[Bueno... al principio... si fue un beso...] —respondió el joven aún más avergonzado.

[¿Eh?]

[¿Eh?]

El elfo oscuro se quedó sin palabras al escuchar tanto las palabras como la reacción de su pequeño cadete y gracias a la gran inteligencia que poseía, entendió que quizás su cadete, ya no era más un pequeño como él pensaba.

[Espera, August... No me digas que tú y ella...]

[¡¡AAAAHHHH!! ¡¡Por eso no quería hablar de esto con usted!!]

El joven August dio un grito para callar a su maestro y levantándose de golpe de la banca, se alejó de él con la cara completamente enrojecida. Por otro lado, su maestro también se levantó de la banca, pero por la sorpresa de haber acertado.

[¡Vaya! ¡Bien hecho! ¡Ya eres un hombre, supongo!]

[Podría... no... enfocarse en eso... se supone que soy yo... el que iba a escucharlo...]

[Bueno...] —dijo el elfo oscuro mientras volvía a sentarse. —[La vida a veces no es como la planeas. Solo asegúrate de cuidar de la chica ¿sí?]

[Claro... Gracias... maestro...]

Soy el más fuerte... ¿verdad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora