1

2.3K 132 15
                                    

Hinata es un estudiante de preparatoria con una obsesión por el vóley impecable.

El pelinaranja se encontraba corriendo por el patio de camino al gimnasio donde suele entrenar con el resto de su equipo, el Karasuno, pero para la sorpresa de nuestro pequeño cuervo algo le depararía antes de entrar, algo q le cambiará por completo.

Hinata está llegando como de costumbre muy feliz, estaba por entrar cuando escuchó a unas personas de su equipo hablar podía reconocer las voces eran Kageyama su capitán Daichi y Suga, sabia q esta mal escuchar las conversaciones ajenas pero la curiosidad pudo con él.

-Lo mejor será pasarlo al equipo suplente- hablo serio el capitán mientras se cruzaba de brazos.

-Es verdad que no está mejorando mucho pero ya sabemos que se pondrá muy triste- respaldado Suga le daba bastante pena su Kohai.

-Eso ahora da igual si va a ser un estorbo mejor que se valla- hablo con veneno mientras hacía un gesto de disguste

Hinata no lograba comprender de quien y que es lo que estaban hablando, prefirió deja de escuchar la conversación, aunque siento lastima por la persona de la q sus amigos hablaban.

Iba entrando cuando el capitán y Kageyama le miran con una cara seria mientras Suga miraba con lastima al pequeño q acababa de entrar al gimnasio, le dijeron q tenían que hablar con él,  el pelinaranja ya sentía un poco de preocupación antes de que le contaran algo, escuchó atentamente muy aterrado lo que le estaban diciendo, no podia creer q esa persona por la estuvo sintiendo pena era él mismo, sus palabras destrozaron el poco corazón q le quedaba, tanto q acabó por romper en llanto - solo denme más tiempo prometo mejorar y practicar el triple si hace falta - decía entrecortado por las lágrimas que bajaban por sus mejillas - Ka-Kageyama tu estas de mi parte verdad?-

Lo siento es lo mejor para el equipo , si queremos ganar no necesitamos una carga como tu que no sabe hacer un remata ni con los ojos abiertos.- le respondió sincero pero sin mirarlo a los ojos, a él también parecía q le dolía decir aquello.

Cuando terminó de formular esas palabras lo perdio, salio corriendo del lugar no quería saber nada lo único q le hacia feliz se lo arrebataron, como si de un caramelo se tratase, sentia como si le hubieran clabado mil cuchidls en el pecho, se detuvo en un parque donde no había apenas gente y llamo a la única persona en la que podía confiar en estos momentos, Kenma.--H-Hola- dijo todavía con lágrimas saliendo de sus ojos, Kenma lo noto y rápidamente le pregunto q es lo q pasaba, sin poder soportarlo más le conto todo, dejo salir todo lo q traía el sabia q Kenma le escucharía.

Despues estuvieron platicando un rato y al menor se le ocurrió una idea q no le agradaba mucho pero sería bastante bueno.

-Voy a cambiarme de preparatoria.- soltó sin más.

-Se que lo haces por el vóley pero a cual irías?- preguntó, no estaba en desacuerdo con esa propuesta.

-Al Aoba Johsai. Creo que es la mejor opción, en la tarde pediré la solicitud... Aunque me preguntaba si podrías hacerme un favor.-

-Claro, ¿qué necesitas?-

- Q le pidas al capitán del Aoba, q si podría ayudarme a entrenar.

-Bueno lo intentare cuando estés dentro me avisas y así hablo yo con el .

-Vale muchas gracias, pero no se lo digas a nadie por favor lo último que quiero es que se entere la gente.-

-Está bien, cuídate.- se despidió en felino, como era llamada hinata no lo veía pero Kenma estaba feliz de simplemente hablar reconocer el.

-Gracias, adiós.- se despidió igualmente con una sonrisa.

Se acordó q su bolsa y mochila seguían en la escuela por lo que por más q no quisiera renia q volver y buscar sus cosas.

El error fue cegarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora