Bajo tu control

cap 3

El fin de semana pasó en un borrón brumoso. Por alguna razón, la enfermedad que te dio ver el edificio incendiarse te acompañó durante el fin de semana. Incluso te diste cuenta de que no podías ir a la escuela hoy, ya que tu cabeza daba vueltas constantemente y cada vez que te ponías de pie sentías que te iban a quitar la alfombra debajo de los pies.

Tu papá ha estado viniendo y cuidándote, alimentándote con comidas ligeras porque apenas tenías suficiente energía para digerir algo, y mucho menos para sentarte derecho. También te dio medicina para la fiebre, ya que supuestamente tuviste fiebre por la conmoción y la devastación.

A pesar de tu estado actual, lograste enviarle un mensaje de texto a Saiki y obtener actualizaciones de él. Aparentemente, el cableado del sistema automático de la puerta no funcionó correctamente, lo que provocó que las puertas se cerraran con llave y los cables se sobrecalentaran. Por eso no pudieron entrar los bomberos y no pudo salir la gente que estaba adentro. Tener una explicación te hizo sentir un poco mejor, pero darte cuenta de que podrías haber sido tú todavía te revolvió el estómago. Esa es otra cosa de la que hablaste con Saiki.

Seguía diciéndote que las cosas habrían estado bien y seguía preguntándote cómo te enfermaste en primer lugar. Era como si todo el concepto de estar enfermo le fuera extraño. Tonto Saiki, no es como si alguien pudiera evitar la enfermedad o algo así.

Bueno, intentaré ir a visitarte con alguna medicina y algunos refrigerios para sentirte bien. ¿Ojalá que yo esté allí te haga sentir mejor? envió un mensaje de texto. Te reíste un poco, pero terminó en tos.

"Sí, el poder del amor puede solucionar cualquier problema". sonreíste, pensando en lo lindo que era que él estando aquí sería la cura. Bueno, te sentiste más seguro en sus brazos, así que tal vez sus palabras tenían algo de peso. Volviste a mirar tu teléfono y viste que el mensaje había sido leído, pero Saiki no había dicho nada.

¿Amor? finalmente respondió. Oh mierda, ¿eso salió como demasiado fuerte? ¿Demasiado pronto? Sabías que han pasado unos tres meses desde que comenzaron a "pasar el rato", pero no sabías que él reaccionaría así a tu broma.

"Oh, lo siento, ¿fue raro? Me estaba burlando un poco de cómo los programas de televisión hacen que el poder del amor o el poder de la amistad sean la respuesta a todos los problemas". De repente te pusiste nervioso, preguntándote por qué su reacción te hizo enojar tanto. Sabías que también le gustabas, pero ¿estaba diciendo que el amor iba demasiado rápido?

No, no fue raro, estoy de acuerdo con decir que hay amor entre nosotros. Lamento que mi reacción haya sido más extraña que tu broma. Parpadeaste, tus sentimientos dieron un giro de 180° al mensaje de Saiki. Tus mejillas ya se sentían calientes debido a tu fiebre, por lo que tu nerviosismo se sumó a eso.

"Sí, lo mismo aquí, no me importa decir que hay amor entre nosotros". ¿Amor? ¿Puedes decir verdaderamente que esto era amor? Realmente no te habías sentido tan fuertemente por alguien antes, y mucho menos que te gustaran tanto. Sonreíste para ti mismo, ya que ver a alguien que no fueran tus padres podría hacerte sentir mejor después de todo.

Gracias. Te veré después de la escuela. Enviaste un mensaje de texto con una respuesta de despedida y dejaste el teléfono, inmediatamente te dejaste caer sobre la almohada y te quedaste inconsciente.

Te despertaste con tu papá tocándote el hombro. Tenía más comida para ti, así que te ayudó a sentarte y colocó la bandeja de comida en tu regazo.

"Papá..." miraste la sopa, sintiéndote mal porque tuvo que faltar al trabajo para cuidarte.

"Tch, no, te dije que no te sintieras así. Eres mi hijo y es mi deber cuidarte cuando estés enfermo. Y estará bien porque uno, tu madre todavía va a trabajar, así que estamos bien financieramente, y dos, ¡la gente en el restaurante también dijo que estaba bien! Incluso te enviaron algo de comida. Abrió el recipiente y reveló un estofado muy agradable. El cálido aroma golpeó tu nariz, que afortunadamente es lo primero que llegaste a oler desde el sábado.