Soy un conejo extraño ¿Verdad?

シルヴァスタ病院

CAP 3

シルヴァスタ病院

(Hospital Sylvasta)

Era de noche. Una camioneta blanca iba por la carretera de Animacity. Se escuchaba un pequeño y agudo pitido debajo de la camioneta...

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Una explosión se pudo escuchar. Esa noche silenciosa un sonido fuerte..uno de una explosión.

...

Shirou estaba sentado, en su mano izquierda tenía el carne de estudiante de Michiru, y en la derecha tenía un arma extraña. Parecía una cuchilla o algo así. Olfateó primero el carne, viendo toda la vida de la tanuki, y..no mentía, era una humana hace poco..

No podía estar más sorprendido. ¿Como una humana pudo volverse de repente una animana? No lo sabia, pero le pareció extraño. Miro su mano derecha, no entendía esa extraña arma que su mano sostenía. Se limitó a olfatear la arma y pudo ver más que Michiru.

Michiru le mostró sus momentos más triste y muy pocos felices de su adolescencia..pero Hinata..Hinata vivió en una vida miserable y asquerosa.

Pudo ver como su padre, clan y amigos la trataban de débil, inútil e inmadura.

"—Levantate Hanabi..—"

"—¿Esta usted seguro?..es la heredera del clan Hyūga, no puede meterse en un mundo shinobi..sería muy peligrosos para ella—" Dijo una pelinegra.

"—El clan Hyūga no necesita s una heredera inútil y débil. Hanabi ocupará su puesta, está más capacitada, es más fuerte y más determinada—" Hablo un hombre de cabellera larga.

Shirou pudo ver en ese recuerdo cómo Hinata estaba sentada afuera escuchando todo. Sin moverse y sin protestar...como si estuviera acostumbra.

Notó como la pequeña niña que estaba dentro puso la cabeza en alto, aún con las rodillas algo temblorosas..vio la sombra de su hermana. ¿Acaso podría ver algo peor? La respuesta era si..

Ya estaba en otro recuerdo horrible...

"—¡Miren sus ojos!—" Grito un niño.

"—Parece muerta—" Dijo otro. Hinata ni se movía, pero si temblaba. Palabras que eran como un cuchillo en su pequeño y frágil corazón. ¿Acaso alguien al fin la aceptaría tal cómo era? Esa pregunta se la hizo hasta ahora.

"—tks..malditos Hyūgas..creyéndose mejores que nosotros solo por sus ojos de muertos—" Dijo otro niño. Se acercó a Hinata y le empezó a jalar el pelo. "—¡Quédate quieta!—" Ordenó. El niño la hizo arrodillarse frente a ellos.