Pláticas entre hermanos

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Las semanas siguientes fueron como un sueño; al fin tenía una novia en todo el sentido de la palabra; nos mensajeábamos desde que despertábamos hasta la hora de dormir, aun que había momentos en los que de plano no se podía por cuestiones del trabajo, pero eso solo servía para extrañarnos más.

Y pese a que intente corromperla en nuestras horas de clases, esto no fue posible debido a su responsabilidad laboral, cosa que comenzaba frustrarme, pero no podía hacer nada al respecto debido a la culpa de haberla hecho mía sin tener protección. No tanto por la posibilidad de que quedé embarazada si no porque lo hice sin su consentimiento.

Ahora bien, podría decirle lo que hice, pero eso podría generar que ella quiera terminar conmigo por lo que no lo veo viable; le pedí consejo a Seok-jin hyung, pero el simplemente me felicito y pidió ser el padrino de mi futuro hijo o hija, cosa que me hizo sentir mas culpable por lo que hice. Es por esta razón que al final termine viniendo a la casa de Yoon-gi hyung en busca de algún consejo.

No sé cuántas veces toqué el timbre sin que nadie respondiera, es más por un momento pensé que no había nadie si no es que decido marcarle; sonó una, dos, tres veces, fue hasta el cuarto tonos que escucho a hyung contestar - ¿Qué paso? -

- ¿Dónde estás hyung? - le pregunto sin saludar.

-En casa, ¿Por qué? – pregunta Yoon-gi hyung con su típica voz de anciano.

-Estoy afuera ábreme por favor- le digo tocando el timbre nuevamente.

-Ok, pero deja de tocar el maldito timbre- respinga Yoon-gi hyung antes de colgar.

Es así que espere por otros diez minutos cuando por fin hyung me abrió.

- ¿Estas solo hyung? - fue lo primero que le pregunte a la vez que entraba a su casa.

-No, Ella está arriba dormida... ¿Por qué? - responde con voz de recién levantado mientras se rasca la cabeza.

-Necesito de tu consejo hyung- le confieso todo preocupado.

-Ok, vamos a la sala... solo espero que no te hayas peleado con algún idol por favor- comenta guiándome por su casa.

Primero hicimos una parada en la cocina donde se preparó un café helado.

- ¿Quieres algo de tomar? - me pregunta Yoon-gi hyung.

-No gracias- respondo educadamente mientras analizo como plantearle la situación.

- Sea lo que sea que te esté preocupando debe ser algo serio para que estés tan callado- comenta hyung al tomar el vaso con su café helado con el propósito de continuar nuestro recorrido hasta la sala.

Tan pronto como tomamos asientos sentí como si fuera un criminal que estuviera por confesar su delito.

-Es mejor que dejes de pensar tanto y digas directamente lo que pasa- comenta Yoon-gi mientras deja su vaso en la mesita del centro.

-Bueno... la cosa es... que ya no-na y yo formalizamos la relación...- fue lo primero que le dije intentando agarrar valor para proseguir.

- ¿Te arrepientes? - me pregunta hyung con toda la calma que lo caracteriza.

- ¡No!, claro que no... es solo que creo que cometí una idiotez- respondo un poco temeroso por la posible reacción que pueda tener Yoon-gi hyung.

- ¿Qué fue lo que hiciste?... – hace una breve pausa en la que se me queda mirando fijamente como si estuviera viendo a través de mi antes de proseguir diciendo – ¡Vaya!, te corriste dentro de ella-

- Hyung siempre he sabido que usted puede leer la mente- respondo todo asombrado.

-No seas tonto, ¿Cómo puede hacer eso un ser humano?... ni que fuera un extraterrestre- dice Yoon-gi hyung con su típico sarcasmo.

Cadenas de Hielo: ElDonde viven las historias. Descúbrelo ahora