🎭Capítulo 1

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—Tú nunca aceptas a empresas menores que tú, Hyung, ¿Por qué está? ¿Qué tiene de especial?

La voz de JongIn atrajo la atención de ChanYeol quien tomaba tranquilamente su café.

El mayor se encogió de hombros sin darle una respuesta a su hermano menor. Este hizo un puchero y miró al pequeño doncel que escribía algo en una agenda.

—Solo lo hizo por Byun BaekHyun, el prometido de Lee SooMan. — respondió al sentir la mirada penetrante del menor en él.

ChanYeol miró al de lentes, indignado.

—No te he dado autorización para que digas mis motivos al aceptar el trato, KyungSoo, que no se te olvidé que trabajas para mí, no para JongIn, aun si es tu pareja, no puedes hacerlo, no estás siendo profesional. — enojado se levantó, pues su hermano era un metiche y KyungSoo un bocazas.

Tal para cual los dos.

—No es mi pareja. — se defendió el asistente.

—No me importa. Ahora, fuera los dos.

Si uno tuvo intención de protestar, fue callado por la mirada mordaz que les lanzó el mayor.

Su mañana había empezado superbién, estaba ansioso de que llegará la hora para que BaekHyun estuviera ahí, pero ahora cualquier emoción agradable que sintió se esfumó.

No sabía por qué se metían en sus asuntos ni por qué le cuestionaban, él sabía que era lo mejor para su empresa. Joder, estaba harto de esos dos.

Amaba a su hermano, claro que sí, era su única familia, y a KyungSoo le tenía un gran aprecio, por algo era también su mejor amigo.

Pero desde que esos dos se traían algo, no era la primera vez, siempre hacían eso. Y no lo soportaba.

Se levantó de su silla, llevando su mirada a los ventanales que le brindaban una vista de la ciudad. Las personas yendo y viniendo, unas relajadas, otras apuradas por llegar a su destino.

Los ojos café oscuros del alto fueron a su escritorio donde había dejado su café, hasta se le habían quitado las ganas de terminar de tomarlo.

El timbre de mensajería de su celular resonó en la espaciosa oficina, la pantalla se encendió y mostró el remitente.

ChanYeol entró al mensaje al ver que se trataba de Tao, su exnovio.

«Hey Channie, ¿Cómo estás, cielo?
Quizás esté en unos meses en Corea del Sur, firme contrato con una empresa surcoreana, ¿Estás comiendo bien, cierto?»

TaoZi siempre había sido cariñoso, amable, expresivo e incondicional. El chino como novio de Park era lo que cualquiera quisiera en una relación. Lastimosamente, el empresario no supo valorar al chico, con su indiferencia y la falta de atención hacia su –en ese entonces– pareja.

Terminaron en buenos términos, pues Tao iría al extranjero por trabajo, además si su relación era así de simple y extraña, en cierta forma, ninguno se imaginaba cómo sería a distancia.

Aquello no impidió que el menor estuviera pendiente del alto aún en la distancia.

ChanYeol siempre pensó que él no se merecía aquel amor incondicional que le daba, sin reparos, Tao.
Le contesto el mensaje con felicitaciones y más preguntas. Tratando de ser recíproco tan siquiera en la distancia, además no iba a seguir siendo un bastardo con el chico.

Cuando Tao volvió a su país de origen, sintió como nunca la falta de su ex, pero tampoco iba a ser egoísta, él lo dejaría volar y que encontrará a alguien sin miedo a volar junto a él.

Guardó su teléfono y volvió a mirar la ciudad sin pensar mucho en nada.

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Los ojos verdes herméticos harían sentir incómodos e intimidados a cualquier persona, pero no a Park, el dueño de aquellos preciosos ojos le hipnotizaban de una forma peligrosa.

ChanYeol sentía una necesidad de provocar expresiones en ese es otro delicado que no mostraba emociones.

Byun BaekHyun, el prometido de Lee SooMan, era la definición de lo prohibido. Y en algunas ocasiones, lo prohibido se vuelve lo correcto.

No sabe cómo, por qué, cuándo; se interesó por el pequeño doncel, pero quería estar cerca de él.

—Bien señorito Byun, — Chan le había explicado brevemente cómo se manejaba el área en el que estaría trabajando temporalmente — SuHo te brindará todo lo que necesites, es muy eficiente.

El ojiverde hizo una ligera reverencia hacia su ahora jefe, este último le dio una mirada a SuHo, pues era el encargado de vigilar al chico.

Por más que BaekHyun le atrajera, ChanYeol sabía que no podía bajar la guardia, no cuando no sabía con qué intenciones, Lee había enviado a su prometido. Sí, era parte del trato, aun cuando el empresario no necesitaba de aquel contrato, sus empleados eran los mejores, no necesitaba al doncel. Empero, le atraía y le daba curiosidad el pequeño Byun.

—Pueden retirarse, pasaré por BaekHyun-ssi para almorzar.

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BaekHyun miraba todo con suma curiosidad, la empresa era muy elegante, ya veía porque era la mejor.

SuHo le encaminó hacia su oficina, diciéndole que iría a buscar algunos documentos para entregárselos.

La computadora estaba encendida, así que se puso a las manos a las obras, su prometido quería que les mostrará que él era el mejor en su profesión.

Un mensaje se reflejó en la pantalla de su teléfono que estaba en el escritorio.

«Ve a por ellos Baek.»

Y el pequeño sabía a qué se refería. Por lo tanto, sin más, comenzó a trabajar.

Lee había tirado uno de los hilos, teniendo como consecuencia un acto.

JunMyeon entró nuevamente, dándole un gran listado con datos importantes y así mismo se fue a hacer sus deberes, claro, no sin antes decir que le llamará si necesitaba algo más.

Entre tanto trabajo, las horas pasaron rápidamente y cuando Baek se dio cuenta de ello, fue cuando Park estuvo ahí invitándolo a ir con él a comer. No se negó, simplemente porque no sabía que era decir 'no'.

¿Cómo se sentía, tomar sus propias decisiones? ¿Siquiera sabía que era sentir?

Hace mucho Byun BaekHyun había dejado de sentir, pensar y decidir por él mismo.

ChanYeol al preguntarle qué ordenaría, el de ojos verdes se encogió de hombros, diciéndole que le daba igual.

Cuando en realidad, BaekHyun nunca escogió nada en su vida, probablemente no sabía cómo hacerlo.

El alto noto el comportamiento algo errático del prometido de Lee. Y quería saber a qué se debía. ¿Nervios? No, ¿Ansiedad? Tampoco. Era como si no tuviera control de su cuerpo, sus respuestas eran robóticas que daban tantos escalofríos de solo escucharlo, a pesar de la voz dulce de Byun.

¿Qué sucede cuando el titiritero no está al lado de su marioneta, controlando sus movimientos y respuestas?

Puppet [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora