<Capitulo>[3]~ Muchas preguntas, pocas respuestas.

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Por parte de Santiago, quien ya estaba camino al colegio a no más de unos 5 minutos, seguía enfocado en lo que había pasado esa mañana, en la cual había recibido un anillo muy bonito, pero el cual se le hacía bastante sospechoso, no el objeto, si no, quien se lo había dado.

- Bueno... Tal vez... Se dio cuenta...¿? Es que, no comprendo.

Despues de poco tiempo, Santiago llegó al colegio, no sin antes volver en si, para poder entrar a este sin que le hicieran tantas preguntas, como era de costumbre.

- Hola Santi! Llegaste, por poco y creía que no vendrías de nuevo.

Si, a como se veía en ese momento, en espera de Santiago se encontraba Noah, el amigo del pelinegro, el cual lo recibió con una sonrisa de oreja a oreja mientras lo rodeaba con sus brazos formando un cálido abrazo.

- Woah, Noah, te extrañé viejo, no me mandaste ni siquiera un correo, te estaba esperando, maldito infiel.

- Calla mailobe, infiel nunca papi.

Y si, también se extrañaban mutuamente, ¿Por qué? Claro está en que ambos amigos encajaban muy bien uno con otro, sus locuras se complementaban muy bien, aquí el ejemplo de lo mencionado.

- Homosexual de mierda.

- Gracias papi.

- Basta Noah, tan temprano y empiezas de gay.

- señal de que te extrañaba, siéntete importante, maldito ñoño.

Ambos caían uno con otro en sus risas, era de esperarse que jugaran de esa manera.

-Bien, vamos Santi, adivina quién llegó?

- ¿Ah? Quién llegó.... ¡Dani!

- Exacto, Dani, el siempre llega temprano, deberías hacer lo mismo.

- uh... Me gustaría, pero no puedo jeje oye.., cambiando de tema drásticamente, no creerás lo que pasó hoy en mi casa.

Ambos chicos caminaban en dirección al aula, mientras que Santiago le contaba el suceso de la mañana a su amigo Noah.

- Si está medio rarito eso no?

- Te digo que no es normal.

- Oye Santi, no será por qué tu papá ya esté chocheando?

- ah? Cómo es eso?

- Pues si wey... Que ya está... Más allá que acá, más maduro que tiernito, más pelón que peludo, más aguado que maciz-

- Ya! Ya ya! Ya entendí el punto, y la respuesta es no, mi padre aún es joven, que dices.

- Bueno, digo por que está medio raro que te regale algo, y sobre todo, un anillo.

- Es que si... Aún no lo entiendo, pero me regaló el anillo con una notita, no la eh leído, no he podido, pero lo haré, quiero saber que dice.

- Bien, por qué debes saber el por qué un anillo.

- si... En eso tienes razón.

Mientras los chicos entraban al aula, se encontraba Daniel, sentado en su butaca, que sobre ella, se encontraban lápices de colores, tambien una libreta color rosa pastel y un lápiz marrón con dorado.

- Que puedo dibujar..... Uhm... Un gatito? Sisi.

- Mejor dibujame una sonrisa en el rostro, mocosito.

- ¡Ay!..... ¡Santi! ¡Volviste!

Daniel siempre saludaba a Santiago con un abrazo y le dejaba un beso en la mejilla, tenían la confianza bastante para hacerlo mutuamente, ambos niños crecieron juntos, gracias a qué los padres de ambos crecieron igual, los padres de Santiago cuidaban de Daniel cada que la abuela se iba a trabajar, lo conocían bien, y le daban el cariño que merecía desde que sus padres fallecieron en aquel trágico accidente.

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⏰ Última actualización: Sep 25, 2022 ⏰

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