2. Estás castigada

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20 de noviembre de 1990

Había pasado semanas desde ese momento y las cosas iban bastante bien dentro de lo que caben, Charlie tenía decidido ir a Rumanía a estudiar sobre los dragones, mientras que Tonks y yo queríamos ir al Ministerio para nuestras prácticas de Aurores. 

Siempre me había gustado ser Auror, era algo emocionante aunque también demasiado peligroso y eso lo habíamos sabido por todo lo que había dejado la Primera Guerra Mágica. Aunque estaba aterrada, era algo que de verdad me gustaba, así que estaba muy preparada para mis prácticas y lo bueno es que tendría a Tonks a mi lado. 

—¡Tierra llamando a Kath! —suspiré mirando a Tonks, las dos estábamos en la Sala Común. Porque salir fuera no era una opción, aunque el idiota de Charlie sí había salido a dar según él una vuelta para despejar la mente, pero más que despejar la mente, agarraría un resfriado.

—¿Qué ocurre Tonks? —ella me miró divertida, últimamente a la loca le dio por molestarme.

Desde que le dije hace unos días que estaba volviendo a gustarme James, no paró de molestarme junto con Charlie, los dos eran unos granos en el culo cuando querían.

—¿Pensando en el amor de tu vida? —volteé los ojos.

—Tampoco es que esté pensando todo el día en él, simplemente me parece guapo, pero es cosa de tiempo. Estoy convencida de que pronto se me pasara... Pero tampoco se te ocurra ayudarme tanto —solté lo último con sarcasmo.

Cuando querían eran insufribles y más cuando les dije hace días. A veces pensaba que era demasiado idiota. Debí habérmelo guardado para mí, pero aun así fui y se lo dije porque eran mis mejores amigos, pero no estaba enfadada con ellos. Simplemente, tampoco quería hablar mucho del tema, él era mayor para mí, por lo que significaba que era imposible.

—Lo siento Kath, pero es que me hace ilusión de que te guste alguien, a pesar de que es más mayor que tú.

—Que ganas tengo de pegarte, en serio Tonks —ella soltó una gran carcajada y yo le tiré uno de los cojines a la cara.

—¡Auch! ¿Acaso estás loca? —la miré mal.

De pronto entró Charlie corriendo asustado y cerró la puerta de golpe. Tonks y yo le miramos confundidas por esa reacción. 

¿Qué demonios había hecho Charlie ahora? 

—¿Qué demonios has hecho? —Charlie pegó un grito asustado antes de vernos y a mí fulminarme con la mirada.

—Casi me matas del susto —espetó él y yo me limité a voltear los ojos, cuando quería era muy idiota el pobre chico.

—Lástima que sigas respirando —me miró ofendido mientras se acercaba a nosotras y se sentaba en medio respirando hondo. Miré a Tonks y ella se encogió de hombros, ¿por qué estaba así Charlie? Me moría de la curiosidad y sabía que Tonks también.

—¿Nos dirás lo que paso? ¿O deberé dejar a Kath que te lo saque a golpes? —miré a Tonks arqueando una ceja y ella me regaló una sonrisa.

Pedí mejores amigos normales y me dieron a Tonks y Charlie que tenían el mismo retraso mental que yo en algunas circunstancias. Solo pedía normales para que evitaran que cometiera una tontería, pero con ellos la cometíamos los tres y no había nadie que nos pudiera frenar.

—Tal vez, solo tal vez, sin querer obviamente... —lo interrumpí cansada, quería el chisme resumido.

—Habla de una vez pelirrojo —él volteó los ojos, como siguiera volteándolos acabaría con cada ojo en una dirección diferente.

Secret Love ||James Potter||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora