Gustos culposos

Dime, ¿quién está observando?

---Quienes padecen el trastorno de personalidad sociopata tienden a mentir, quebrantar las leyes y comportarse de forma impulsiva, no se preocupan por su propia seguridad ni por la de los demás. Los síntomas pueden disminuir con la edad si se trata con terapia. Pero este sujeto ya no tiene remedio--- bramó el abogado sacando a SeokJin de la sala.

---Empatía, solo la sentía por los animales, las plantas, por tí, y por mi hermana.

Fue lo último que escuchó, la puerta de aquella sala fue cerrada.

---Las personas como él manipulan con las palabras, no debe escucharlo, tenemos este caso ganado. Van a encerrarlo, de eso estoy seguro. Ya no lo atormentará más.

Las palabras de su abogado fueron ignoradas por su cerebro de forma automática.

Su atención hacia SeokJin se puso en pausa, la idea que había metido en la cabeza de su hermana se ejecutaría tal y como se estaba planeando.

Solo dos semanas más y ella sería libre.

Montó su bicicleta y fue en camino a su colegio, era ya una rutina pasar cerca de la casa de SeokJin y verlo subiendo al auto de su padre.

Si, la bicicleta de NamJoon era rosa, no le importaba recibir burlas de algunas personas, solo le gustaba la sonrisa que le dedicaba SeokJin al objeto cuando NamJoon lo observaba entrando a la institución desde un balcón en el segundo piso.

SeokJin a veces se preguntaba quién era el dueño de esa bicicleta, quería felicitarlo por tan buen gusto, sabía que no era de alguna chica porque estos tenían diseños diferentes. Quería conocer a la persona que amaba el rosa tanto como él.

O eso había oído el moreno durante la conversación del mayor con un compañero.

Era Mayo, predominaba la primavera, pronto sería la temporada de lluvias del monzón que comienza a fines de junio y termina a principios de septiembre.

Tiempo perfecto para que su media hermana desapareciera del mapa junto a su novio.

El plan constaba de diferentes pasos y algunos extra si es que el paso principal no funcionaba.

Primero, ella debía aceptar su matrimonio y actuar como si nada hubiera sucedido, mantener la expresión triste e incluso ir a "beber" algunas noches cuando en realidad estaría sacando ropa y accesorios que no necesitara y venderlos de a poco. Al mismo tiempo comenzar a vaciar su cuenta en gastos falsos para tener la mayoría en efectivo, NamJoon también le daría algo de su dinero simulando que lo había gastado en redecorar o en cibercafés, era un adolescente, cualquiera podría creerle.

El segundo paso era la renuncia de JungKook al enterarse de que su amor iba a casarse, él partiría lejos pero antes debía vender sus muebles y su auto, lo demás podría llevarlo tranquilamente al lugar en donde pensaban quedarse. Partiría primero, una semana antes, viajaría en bus y luego cruzaría de Corea del Sur a Japón en barco, era más fácil y de difícil rastreo, ya en el otro país los esperaría el servicio especial de "mudanza". De ahí en más ya no se sabría nada de Jeon JungKook.

En este tipo de casos era mejor usar dinero en efectivo, las tarjetas eran rastreables, ambos debían cerrar sus cuentas y sacar el dinero.

Tercero, los últimos días de la segunda semana sería el turno de su hermana siguiendo el mismo orden que su amado con la excepción de que le daría el resto de su dinero a él quien enviaría cada seis meses un monto acordado por si tenían problemas para sobrevivir.

El señor Kim nunca podría encontrarlos, jamás.

Con una sonrisa de satisfacción había cerrado el trato con el servicio de "mudanza", esa clase de servicios eran reconocidos por tener como primordial misión mantener la privacidad de sus clientes. Agradeció a su cerebro por haber leído aquél artículo hace años atrás, era su salvación, o bueno, la de su hermana y su amado.

Nada le importaba más que la seguridad de ella a pesar de que no la volviera a ver cruzar por esa puerta con esa sonrisa y un montón de alimentos.

Quizás en el futuro podría ir a visitarla, quizás, cuando sea seguro o cuando el señor Kim al fin falleciera.

Estuvo tentado a usar el mismo servicio pero él era parte principal y oculta del plan, habían dos posibilidades y la primera le parecía más factible. El señor Kim parecía un hombre impredecible pero lo cierto era que podías leerlo con facilidad, era el típico hombre de negocios con esposa modelo, infidelidades, prepotencia, narcisismo, ego por los cielos, clasista, homófobo, y la lista seguía.

Su horario se vió modificado por las llamadas de confirmación, alcanzó a ver al mayor saliendo con su padre pero tendría que pedalear con más velocidad si quería llegar a tiempo a clases.

---No importa lo que pase--- dijo en voz alta dándose ánimos y bajando de la bicicleta, la cadena atada al pequeño poste para esa función, en la institución no cometían robos pero nada quitaba el posible escenario en el que fuera vandalizada solo por su color femenino.

Arregló su camisa y se dispuso a entrar al lugar sin embargo frenó en seco mirando al balcón del segundo piso.

SeokJin lo observó, saludó, y sonrió descubriendo al fin al dueño de la bicicleta rosa.

SeokJin al fin había volteado hacia él.

Sin palabras :v
🐧💜🐧

Bye •~•
JIRCKM_