Gustos culposos

Solamente quiero estar solo

Se aferró desesperadamente a las sábanas que aún tenían el aroma de NamJoon, se enredó entre ellas como otras noches en las que ambos jugaban a atraparse o en las que expresaban su amor entregándose con únicamente la luna como testigo.

Quería llorar.

¿Hizo bien en entregarlo?

¿Cuánto demoraría en llegar a la estación desde ese lugar?

Sacudió su cabeza y se alejó de golpe del mueble, quitó las sábanas de su cuerpo y salió corriendo de la habitación tropezando y cayendo en el estudio de NamJoon.

Se levantó y frotó las rodillas maldiciendo su estupidez, cuando se hubo calmado se dió cuenta del lugar en el que estaba, o mejor dicho, el lugar que le hizo abrir los ojos.

Al tirar de una pequeña palanca en el escritorio aparecía una pequeña abertura en el librero que llevaba a una pequeña bodega de almacenamiento.

Y es que desde la bicicleta rosa, los libros, las colonias, las fotos, y objetos personales que le recordaban el pasado se encontraban en la habitación. Hasta la tablet por la que el moreno lo vigilaba constantemente no solo en el trabajo sino también en su hogar.

Era una pesadilla.

Su actividad favorita en el día era observar las cámaras que daban directamente al lugar de trabajo de SeokJin.

Había instalado cámaras nuevas en todo el edificio, las cámaras eran de la misma marca de la empresa en la división de electrónica así que venía a la perfección. Las otras serían recicladas en su nueva mini planta recicladora exclusiva para la compañía y su nuevo lema de ser "responsables con el medio ambiente", todo artículo desechado de los distintos edificios, tiendas o servicios varios de la compañía sería reciclado.

Fue ovacionado por la junta, ahorraban mucho en gastos.

Sin embargo planeó todo eso con el único motivo de poder ver a su amor de la secundaria.

Sonreía mientras tecleaba en su computadora y revisaba de reojo la tablet que mostraba específicamente el cubículo del pelinegro.

Se sentía como si estuvieran trabajando juntos en ese mismo momento, sería lindo si SeokJin fuera su asistente personal o vicepresidente.

A su mente vino la memoria de su hermana mayor y su plan para poner a su actual esposo, en aquel momento su novio, en un puesto alto cercano al suyo.

Ahora sí la comprendía.

Y es que no había otra persona que le hiciera sentir lo que SeokJin producía en él, ese calor en sus mejillas, el constante golpeteo de su corazón, su comportamiento errático, de repente nada estaba bajo control.

Sonrió una vez más al mirarlo beber leche de fresa y continuar tecleando. Acercó su rostro a la tablet e hizo zoom.

---Binggrae, leche de banana sabor fresa--- bloqueó el aparato y se contactó con su asistente pidiendo por el mismo alimento color rosa. La joven la trajo inmediatamente dejando el envase en su escritorio y retirándose tan rápido como llegó.

NamJoon bebió y disfrutó aquella bebida, guardó el envase como la primera bebida que había compartido (indirectamente) con SeokJin después de años.

Usó como excusa el "conocer" a sus empleados y obtuvo el perfil laboral de SeokJin de recursos humanos en el que figuraban muchos datos actualizados. Hizo una copia especial para él mismo, la tenía en sus manos mientras el chofer lo llevaba a la mansión Kim.

Seguía con un aura impasible leyendo cuidadosamente su fecha de nacimiento, dirección, número de teléfono, e-mail y otras redes.

Abruptamente sus dedos se clavaron en los papeles porque le gustó lo que leyó.

Estado civil: soltero.

Un grito de alegría se escapó de su garganta, por un momento el chofer volteó a ver si se encontraba bien. Aclaró su garganta y ambos fingieron que nada había sucedido.

Entró a la mansión Kim saludando a su padre, el mayor se había vuelto cercano a él desde la muerte de su madrastra. Para él aún era extraño el contacto con su progenitor, el hombre era inteligente, excelente en su campo, siempre encontraba una solución o nueva idea para sus empresas.

Eso hasta que hablábamos de su carácter o su pésimo sentido de la empatía por el prójimo. El hombre era despiadado, controlador y perfeccionista, la peor combinación.

NamJoon aceptaba que con el tiempo se fue convirtiendo en una versión joven del señor Kim, incluso comenzó a ver a los demás por debajo suyo.

Es por eso que Kim SeokJin era su ancla a su antiguo yo, a su verdadera escencia...

Compartió un vaso de whisky con su padre mientras este parecía que tenía algo importante que decirle.

NamJoon estaba expectante, las expresiones de su padre daban indicio a lo que estaba por venir.

---Hijo, eres el orgullo e imagen de la familia, nunca me cansaré de decir eso--- NamJoon levantó un poco el mentón en actitud altanera, adoraba que dijeran buenas cosas de su persona, más aún del hombre que lo procreó e ignoró por años ---Tu hermana GoEun y tú mam- --- se detuvo abruptamente pues no sería correcto llamarla así ---...tu madrastra, ya no están con nosotros--- los dedos del señor Kim se aferraron a su vaso por las palabras que estaban a punto de salir de su boca ---Sabes que ya no soy joven y que el legado de la familia Kim debe seguir perdurando--- NamJoon asintió seguro de lo que el hombre estaba por proponer ---Debemos encontrarte una buena esposa.

"Debemos"

A NamJoon nunca le había interesado otra persona, mujer o varón.

Si bien se le habían insinuado demasiadas veces en la preparatoria y en la universidad nunca había sentido la necesidad de entablar una conversación romántica o siquiera un intento de coqueteo.

Era SeokJinsexual.

Nadie iba a poder cambiar eso.

Y mucho menos el señor Kim.

---Encontremos candidatas entonces, padre.

El hombre mayor sonrió por la colaboración positiva de su hijo.

Ah... Si supiera...

Me perdí xq comencé a trabajar por vacaciones, sorry.
🐧💜🐧

Bye •~•
JIRCKM_