Relatos.

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1919.

Siempre me he preguntado ¿A dónde voy? Sin embargo el tiempo ya me tiene una respuesta.

Hoy, el 17 de diciembre de 1919 sigo parado en la lluvia con mi impermeable amarillo, incluso en el día de mi cumpleaños hay misterios por resolver.

Soy un fantasma de la sociedad, sin embargo soy un fantasma importante, todos los fantasmas somos importantes, ya que algún día fuimos seres vivos, que ahora por alguna razón, su alma no descanza.

¿Cual es mi razón? No hay ninguna en especifico, siempre tengo que resolver los fallos en la matrix, sin embargo a veces me pregunto si yo soy el verdadero fallo en la matrix, que llamamos realidad.

—¡Hay brujas entre nosotros!— Escuchaba gritar a la anciana que estaba parada frente a mi y un grupo de gente—¡Ellas se llevaron a Oliver, lo mataron para ofrecerlo al diablo!—

Me alejé mientras escuchaba los aplausos a mi espalda. Paré en un semáforo a ver el papel pegado a él "Oliver Jones desaparecido" un joven de pelo café, pecas, ojos azules y piel pálida.

Hace poco lo conocí, una persona agradable, agradable en verdad, es lamentable que le haya pasado lo que sea que le haya pasado.

Sin embargo hay cosas que tienen que pasar para que el universo siga su curso.

"Oliver Jones desaparece, 10 de diciembre de 1919" anoté en mi cuaderno.

Al llegar a la estación de policía, un uniformado me paró antes de entrar.

—¿Quién eres?— Preguntó. Pensé en hacer la misma presentación de siempre, sin embargo decidí que este sería un nuevo arco.

—Damián, solo Damián.

—Vine a ser interrogado por el jefe.

—Puedes pasar.— Dijo con un gruñido mientras abría la puerta.

Entré a la estación, hacía frío, incluso en un lugar acomodado, en estas fechas hace un frío invernal. Me dirigí a la oficina para hablar con el jefe del lugar.

—Siéntate.— Me dijo al entrar por la puerta—Empezaremos con las preguntas.—

Me senté y me quité la capucha de mi impermeable, se mostró mi rostro lleno de cicatrices, sin embargo no demostré ningún tipo de incomodidad.

—¿Como se hizo esas "Marcas"?

—Viajo mucho, sin embargo hay lugares a los que no puedes ir en vehículo ¿Sabes? Esos lugares son los más peligrosos.—Mi compañero anotó todo con una pluma.

—¿Qué hacía la noche del 10 de diciembre por ahí de las 7 pm?

—Estaba en la iglesia.

—¿Es usted creyente?

—Creo en la ironía del destino.— Dije dando un suspiro—Acompañé a un amigo.—

—-¿Podría saber como se llama su amigo?—

—Alexander Davies. Trabaja como constructor en el nuevo edificio de la calle Isabell, padre de Oliver Jones.

—¿Sabe usted por qué Oliver tiene el apellido de su madre?

—No señor.

—¿En que trabaja usted?

—Reparo autos.— Dije sonriendo. El policía suspiró.

—Puede irse.

Me levanté del asiento y me fuí. En plena calle pasó un taxi y  aproveché para tomarlo.

—Buenos días ¿Con quién tengo el gusto?

—Con Damián ¿Y yo?

—Con Camerón.

Recordé ese nombre. Y por un momento todo se detuvo a mi al rededor, aunque decidí hablar.

—Me puedes llamar el viajante.

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⏰ Última actualización: Sep 25, 2022 ⏰

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