Y no quieres sentir para sanar, pero entonces te das cuenta de que la única manera de sanar es sentir. Ahí lo entendí todo. No era malo pasarme noches llorando por ti, no era malo echarte de menos, ni tampoco tener la necesidad de querer volver contigo. Al final todo esto es un proceso. Pero no vuelvas a mi ni aun que te suplique te diría, y al salir esa frase por mis labios desde mi corazón entendí que no eras para mi, y como te dije, no soy el amor de tu vida. Se que a día de hoy esa frase me puede llegar a doler más a mi que a ti, y eso que aquel día te lo solté como una bala dirigida, sin ningún tipo de remordimiento. Supongo que las cosas cambian, los sentimientos, las personas, tu, yo, ese nosotros que a día de hoy es inexistente. Bueno, no mentiré, en mi mente siempre estará presente y se que en el fondo soy una parte de ti, que por mucho que ya no me quieras siempre tendré un pequeño y diminuto trocito d tu corazón, esa pequeña esquina o espina como lo quieras mirar. Que cuando escuches esa palabra, y sí, estoy hablando de mi nombre, ese recuerdo volverá a ti, y me atrevería a decir que esa sensación que algún día cause en ti también.
Lo siento si te pienso demasiado, no se ni lo que siento hacia ti, es una mezcla entre odio, amor, decepción, intento de superación y a la vez, el pensar que le estoy escribiendo esto a un desconocido. Y podrías llegar a pensar, ¿qué desconocido? Y con un silencio te contestaria. ¿Realmente nos llegamos a conocer? Y el silencio me devolverías. Con cremalleras sellaríamos nuestros labios, y de paso a ver si así no intentan buscarse y que no hagan contacto, ya que eres pasado y seria un error volver a caer en tus brazos. Aun que si estamos destinados ahí ya no tenemos el mando.
Lo que estoy segura de que no perderemos es nuestra conexión, no importa si no la notabas, porque entonces estabas ciego, la podía sentir hasta pasando nuestra relación solo en una pequeña habitación. Y no me importa que dijeras que tu congenias con todos, te darás cuenta de que tenía razón y no solo era un amor mutuo, era algo más, como un imán. Nunca mejor dicho, polos opuestos se atraen, nos definía tanto esa frase.
Pero entonces miro el reloj, y nuestra hora aparece en la pantalla, y si, sigo haciendo captura y acodándome de ti. Se que algún día habremos mirado el móvil en el mismo instante y nos habremos pensado a la vez, me calma refugiarme en eso. O habremos hecho captura los dos, solo que cada uno en su habitación, aunque ahora ya no creo, no sé ni porque lo sigo haciendo. Supongo que para sentirme un poco mas cerca de ti.
Y ese viaje con el que soñaba, el que era mi motivación por las mañanas. Y de repente pum, me dejaste de querer. Dices que no entiendes que porque de un día para otro te quise, pero ahora te planteo yo la pregunta: ¿Por qué de un día para otro ya no me querías, si me querías más que a tu propia vida? Es lo mismo, sin explicación lógica, así son los sentimientos y así hay que aceptarlos.
Así que huye de mí, olvídame por completo, aunque eso me desgarre por dentro. Que seas feliz, ¿eso es lo que se suele decir no? Na, mejor te diré gracias, gracias por haber compartido una mínima parte de tu vida a mi lado, por haberme elegido como tu primer amor y por intentar hacerme feliz, que como ya sabes es algo que aun que nos hubiera gustado no llegamos a cumplir.
Te quiero olvidar aun que sea imposible. Te sorprendería saber lo que te quise y lo mal que lo estoy llegando a pasar por ti. Pero se que dentro de no mucho conseguiré estar feliz, estoy sanando correctamente y no como tu que quieres ser un cohete, en esto no hay que tener prisa ni ocultar sentimientos porque si no se queda todo dentro. Te sigo queriendo, aunque ya no se quién eres, quien soy o que fuimos. Así que adiós desconocido del que me empecé a enamorar, ojalá hubiera tenido suficiente tiempo para haberlo hecho.
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