Abstinencia (Bakugou Y Tú)

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ABSTINENCIA

El primer día en una nueva escuela es una oportunidad para muchos, y para otros puede ser una pesadilla. Sin embargo, para mí era una oportunidad para enterar por siempre mi pasado, y ser una nueva persona.

El director Nezu había terminado de leer mis documentos. Toda mi vida se encontraba escrita en esos simples papeles. A mí lado se encontraba el profesor Aizawa, al parecer el sería mi profesor a cargo.

Nezu: Bien, Kozume-chan, ya puedes iniciar clases, al igual que Kamiro.

—Muchas gracias —hice una pequeña reverencia.

Al ver que Kamiro no lo hacía lo tome del cuello y lo obligué a bajar la cabeza.

—Muchas gracias, Director Nezu —sonreí y Kamiro gruñó—. Kamiro y yo estamos agradecidos por darnos esta nueva oportunidad.

Nezu: No hay de que. Para eso estamos los héroes, para ayudar a quien lo necesite —bajó de su escritorio. A mi me pareció tierno—. Aizawa, ya puedes retirarse. Asegúrese de que sean incluidos en su clase.

Aizawa: Entendido. Siganme —se dio la vuelta, para dirigirse a la puerta.

Seguimos al profesor hasta llegar a una puerta que decía 1-A.

—La grandiosa clase A —comenté—. Aquí harás muy buenos amigos, Kamiro.

Él miró a otro lado, haciendo un gesto de desagrado.

—Imagínate ser sus amigos —intenté animarlo.

Kamiro: ¿Ya podemos empezar con toda esta mierda?

Aizawa: Claro y empezaremos con hacer dos planas de no decir groserías —dicho eso abrió la puerta.

Si por fuera escuchábamos risas, al entrar el profesor escuchamos como se acomodaban todos en sus asientos y guardaban silencio.

Kamiro y yo caminamos atrás de Aizawa y nos colocamos frente a toda la clase.

Aizawa: Buenos días clase, hoy ingresan nuevos alumnos —No miró por un momento—. Pueden presentarse.

Kamiro bufó dando a entender que no lo haría. Sonreí intentando disimular su actitud, pero era obvio que nuestros compañeros se habían percatado de su forma de ser.

—Mi nombre es Kozume Kimi —Traté de sonreír mientras miraba a la clase—. Y él es mi gemelo Kozume Kamiro. Es un gusto conocerlos.

Hice una pequeña reverencia, al ver qué mi hermano no tenía las mismas intenciones tire de su brazo obligándolo a qué se inclinará.

Kamiro: Eres molesta —murmuró.

Decidí por ignorarlo. Al fin y al cabo ya estaba acostumbrada.

Aizawa: Pueden sentarse, al fondo hay sillas libres.

Volvimos a nuestra posición inicial y Caminamos entre nuestros compañeros para llegar a nuestros asientos. En el trayecto una pelirosa me sonrió y le regrese la acción con amabilidad.

○●○

Después de unas horas llegó la hora del almuerzo. Mi momento favorito del día. La cafetería parecía un campo minado, adolescentes buscando cualquier excusa para criticar a los demás. Kamiro y yo nos sentamos en un espacio vacío donde desconociamos los rostro que se encontraba en la misma.

Kamiro: ¿Para qué pedistes carne si no comes?

—Por qué no es para mi, es para ti —Coloqué el gran trozo de carné sobre el pequeño tazón de arroz de Kamiro.