Mire por la ventana como si aquello fuera a cambiar las cosas o como me sentía , miraba perdida como cada mañana.
-Ni lo pienses. – Escuche a mamá decir sin detenerse para mirarme. -Estamos en un cuarto piso y llámame loca pero dudo de que esa altura te mate lo único que conseguirías sería jóderte la vida a ti y a mi …
-Desquiciada… - Susurre.
No pensaba tirarme, estaba cansada pero no hasta ese grado.
-¡Maldita sea voy tarde! – grito desde alguna esquina del pequeño departamento. – Elizabeth ¿Dónde está mi bolso?
Hice caso omiso a sus gritos ya que no tenía la menor idea de donde se encontraba, camine hacia el baño y comencé a lavar mis dientes mientras escuchaba sus reclamos.
-¡Me voy! – Anunció. -¡ Y por el amor de dios levanta a ese niño! -Fue lo último que escuché antes de un fuerte portazo.
Liam si que tenia el sueño pesado, lo envidiaba tanto pues el si podía dormir con tranquilidad sin que los gritos matutinos de mamá lo levantarán.
La mañana transcurrió como los últimos tres meses, lo arregle , desayuno y caminamos juntos hasta dejarlo en la puerta del instituto y después tomaba el camino más rápido hacia el centro.
Preguntaba en cualquier lado que anunciará que necesitaban una empleada , comenzaba a desesperarme no poder encontrar un empleo y los que se me ofrecían no terminaban de convencerme. Siempre eran trabajos demasiado pesados , muy mal pagados, que requerían de mucho tiempo o demasiado buenos como para ser verdad.
No podía quejarme , eso había dicho mamá y de cierta manera tenía razón, ella insistía en que fuera a trabajar con ella pero 12 horas no se me hacía nada justo aparte me negaba a tener que dejar a Liam con un desconocido.
Pero no podía quejarme …
Tenía 17 años , con estudios básicos, con un idioma que no manejaba y sin mis papeles en regla, tenía suerte de que aún no me hayan reportado a México.
Estaba tan agobiada esa tarde por todo lo que estaba pasando que comencé a simplemente caminar sin mirar hacia donde iba. Realmente odiaba este lugar , esta situación , quería tomar mis cosas y regresar a casa y no hablaba de ese sucio departamento, quería ir a casa con mis amigos , quería regresar a mi antigua vida.
Mire a mi alrededor percatandome de donde me encontraba , por como lusia deduje que se trataba del barrio chino y no es que yo ya hubiera estado antes ahí pero por alguna razón me daba la impresión de que no era la parte bonita.
Las calles lusian un tanto sombrías, con gráfitis por las esquinas y callejones por todos lados , los locales como las calles estaban poco transitadas y las pocas personas que caminaban por ahí me observaban de manera extraña.
Quise regresar pero solo terminé más perdida ,maldije al no recordar ni como había llegado ahí, por “suerte” había nacido en México y siendo mujer así que desde niña se me había enseñado que hacer cuando me sintiera en peligro y estuviera sola …
Mire a mi alrededor y mientras intentaba lucir segura metí mi mano a mi bolsa tomando con fuerza un lapicero de esta.
Jamás había tenido que utilizar la técnica del lapicero y a pesar de ser atea rogaba a un dios de que esa tarde tampoco.
Termine por entrar a un local de comida , ya que afuera en grandes letras rojas , escrito en lo que parecía mandarín e inglés se anuncia que necesitaban una empleada.
Mire a mi alrededor, después de todo no se veía taaaan peligroso, había estado en lugares peores y aquello parecía la respuesta a todos mis problemas.
Leer aquello hizo que soltara mi lapicero y me sintiera un poco más segura pues estaba segura de que era una señal , y extrañamente creía que era para mi.
Gracias , gracias … siempre he creído en ti …
Dije a la nada y me adentre aquel local de comida.
Al entrar mis fosas nasales se inundaron con el olor de los característicos fideos chinos , mi estómago rugio.
Mire a un hombre en el fondo comer y descarte que fuera más que un cliente así que me adentre un poco más , una chica alta de tez blanca me observo y en un fluido inglés me saludo.
-Buenas tardes.
-B-buenas tardes …- Hable con nerviosismo. – Vengo por el letrero de afuera … el … - Las palabras por segundos se me olvidaban , más estando en una situación de nerviosismo- Empleada. – He dicho al final.
-Es un local de comida china. – ah dicho y he asentido.
-En el barrio chino … - continuo.
- Si y yo …
-No pareces ser de origen asiático. – y tenía razón no lo hera.
-Pero soy muy buena trabajando… - Conteste lo más rápido que pude he intente fingir seguridad. – Puedo limpiar , recibir ordenes y hasta cocinar …
-¿Tienes alguna idea sobre comida china?
-Puedo aprender …
-El inglés no se te da. -continuo dejándome ver que mi origen no solo era la razón .
-Se lo básico y lo entiendo a la perfección. – Respondí al instante.
-¿edad?
-18 … - Ella me observo por unos segundos haciendo que soltara la verdad . -Bueno , casi.
-¿Tus papeles?
Ya había pasado por lo mismo en los últimos meses , aquella pregunta era la definitiva para que me cerrarán las puertas.
-En proceso…
La chica de cabello corto no contesto y yo entendí eso por un “largo” suspire y di las gracias , me di la vuelta y me propuse a marcharme triste por no haber conseguido mi cometido.
Vaya señal de mierda, fue toda una farsa , de nuevo.
-¡Ey! – me ha llamado antes de salir y yo he volteado en seguida , ha hecho una seña para que vuelva a entrar y yo le he regalado una sonrisa genuina.
-Solo no nos metas en problemas niña …
-No lo haré . – he contestado de inmediato. – Gracias …
Aquella tarde por primera vez ahí quise llorar de felicidad , encontrar un empleo me había hecho tan feliz , sin duda aquella fue la mejor noticia que pude haber recibido en esos tres meses.
Hablamos del sueldo, lo cual se me hacía demasiado justo , sobre lo que haría lo cual consistía en un poco de todo pero sobre todo tomar las órdenes de los clientes y sobre mis horarios.
La chica de cabello corto parecía ser demasiado comprensible sobre mi situación, pues al contarle que tenia un hermano pequeño el cual me encargaba de llevar por las mañanas me ha propuesto trabajar solo las tardes.
Esa tarde le ayude a limpiar todo el local , era un martes por lo que no hubo mucho clientes pero pude tomar una que otra orden y observarla cocinar.
Después de una tarde conviviendo, cuando el sol se había ocultado después de escuchar mi nombre y reír ambas por como lo pronunciaba ella me dijo el suyo .
-Nadia … Me llamo, Nadia Wong.
ESTÁS LEYENDO
Si te quedas.
Fiksi PenggemarDespués de casi sacarle un ojo con un lápiz al líder de la mafia de Chinatown , este le hace una propuesta un tanto extraña. -Si te quedas a mi lado prometo cuidarte de todo y todos. Lejos de asustarla con aquellas palabras termina por causar una...