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❝ La drogadicción es..
Una enfermedad crónica.
— Si Midoriya, aunque tu dejes la droga jamás serás como antes, hasta el día de tu muerte van a haber consecuencias. — Leyó el médico.
Al escuchar al médico, los ánimos de poder dejar su adicción decayeron, y él se hundió hasta el fondo del pozo de nuevo.
Un consumo compulsivo de drogas.
Ya tres jeringas en el suelo de su habitación y cinco en su cama, estaba teniendo una sobredosis peligrosa.
Sus brazos ya tenían chorros de sangre seca por los ocho pinchazos en sus antebrazos y brazos.
Estaba sobrepensando toda su vida y tuvo un ataque de ansiedad hace pocos minutos. Las jeringas que estaba guardando las estaba ocupando de manera desenfrenada.
No quería pensar más, ya no más. Necesitaba esa sobredosis para poder calmar su mente.
A pesar de los efectos nocivos.
— Alucinaciones.. vómitos compulsivos y peligrosos.. droga depresora.. mareos incontrolables.. acidez.. — Murmuraba Izuku mirando las etiquetas de sus habituales jeringas, tuvo un momento de lucidez y se puso a pensar.
Tiró la etiqueta a su pared, dejándola en el piso. — ¡Al diablo! — Gritó en su soledad, antes de tomar sus jeringas en su lado izquierdo y inyectarse una vez más en el día.
A pesar de sus efectos, elno estaba dispuesto a dejarlas, no si todas sus ilusiones eran cumplidas mientras estaba bajo las alucinaciones de sus jeringas.
Sí, eso es la drogadicción. ❞
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