Inyecciones || DekuSad

𝗘𝗽í𝗹𝗼𝗴𝗼.

❝Izuku habló con su madre, sin su apoyo no lograría hacer nada sin recaer denuevo. Si, recayó un montonal de veces. Recuperarse no era tan sencillo como parecía.

Al sentarse en el sillón junto a su madre se le hizo un nudo en la garganta. Luego de confesar su madre lloró, el lloró, ambos lloraron. Pero luego su madre dijo que no importaba que haya recaído, ella lo ayudaría en su adicción.

Fueron con un Psicólogo, el les recomendó algunos doctores y que Izuku no dejara de consumir de la nada, si no que bajara poco a poco la dosis.

Fueron con el médico, el les dijo que no sería fácil salir, pero que con mucho esfuerzo lo lograrían. También les recomendó meter a Izuku en un centro de ayuda para drogas en el cual lo ayudarían mucho más.

Llegaron las vacaciones de la U.A, Izuku con mucha fuerza de voluntad quería aprovechar esos dos meses para adentrarse en el centro.

— Adiós mamá, nos vemos en dos meses, jeje.. — Rió un poco antes de darle un beso en la mejilla a su progenitora para que dejara de llorar, antes de acompañar a esos hombres de traje blanco al edificio.

. . .

— ¿Izuku Midoriya? — Preguntó el doctor, Izuku asintió nervioso.

— Bien, chico estoy orgulloso de ti. En dos meses has logrado recuperarte. Podrás salir de aquí pero no olvides tus chequeos y tu Psicólogo ¿si? — El doctor acarició la mejilla del pecoso con cariño al notar pequeñas lágrimas de felicidad.

Izuku empacó sus cosas de su habitación y se despidió de sus amigos del centro. Su madre lo estaba esperando afuera, cuando se reencontraron se dieron un fuerte abrazo.

Una vez los trámites listos para salir, ambos fueron a comer en celebración por sus logros. Izuku estaba feliz.

Al día siguiente entró a la U.A donde empezó el curso 2-A con orgullo, sus problemas habían sido superados.

Su adicción a las jeringas se había superado, sus sobredosis se habían superado, sus síntomas se habían superado y el se había superado a sí mismo.

Podía empezar denuevo por fin. El había superado sus problemas y estaba orgulloso de eso, el Izuku de antes estaría orgulloso.

Y así, termina nuestra historia. Con un Izuku que supo como lidiar con sus problemas y que ya no va a ver nunca más unas inyecciones.