𝘍┆"un omega tan bonito como tú no debería estar en constante peligro."
beomgyu es un joven omega universitario que apenas sabe lo que es cocinar adecuadamente y taehyun es un alfa del departamento de bomberos que acude en su rescate.
🗓┊13-05-22 ┊...
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Aquel día era especial, de cierta manera así lo sentía. Y estaba tan de buen humor, con los ánimos al mil por ciento, que no le importó realmente ser trasladado nuevamente a la cocina, en lugar de a la caja registradora como de costumbre.
La sonrisa que Beomgyu enseñaba orgullosamente en su rostro mientras batía la mezcla recién hecha de huevos y harina, podías compararla sin duda con ver un atardecer.
El castañito tarareaba para sí mismo, una canción que Taehyun le había dicho y era de sus favoritas, incluso movía las caderas al compás de la letra siguiendo su ritmo, sintiéndose alegre y con mucha energía.
En su mente corría una y otra vez los momentos que había pasado con aquel alfa que lo traía flotando en las nubes. Semanas espectaculares a su lado, completamente magníficas; desde ir al cine y alimentar al otro con palomitas de maíz, hasta recostarse en el césped del parque, observando cada una de las estrellas, tomados de la mano y mirándose a los ojos como una típica película para adolescentes. Beomgyu también podría decir que la mejor parte de esa escena íntima entre los dos, era cuando Taehyun comparaba las luces en el cielo estrellados con sus ojos y depositaba un suave beso en cada uno de sus párpados para darle énfasis a su afirmación.
Oh, y los besos... esos besos sin duda eran de sus partes favoritas.
No estaba seguro si podría describir lo que pasaba dentro de sí mismo cuando esto ocurría, tampoco estaba seguro si estaría dispuesto a contarle a alguien sin que morirse de la vergüenza. El caso es que el rubio siempre tenía algo que decir cuando el rubor intenso en sus pómulos regresaba.
¿Sus palabras? "Te ves tan precioso así"
¡Por favor! ¿Cómo no caer por alguien tan lindo?
Taehyun parecía haber salido de algún cuento de hadas o de algún lugar muy lejano donde los alfas podían ser extremadamente atractivos y se refugiaban en la estación de bomberos para no ser descubiertos.
En su estómago revoloteaban miles de mariposas que parecían igualmente estar bajo el encanto de su apuesto bombero. No las cuestionaba, pero él podía disfrutar de los beneficios de tenerlo junto a él y sentirse cálido cada que recibía un abrazo de su parte.
Cuando terminó de revolver e incorporar más ingredientes dentro del bowl, llevó la mezcla hasta el horno, programando el temporizador para que de ahí saliera un esponjoso y delicioso pastel. Tomó otro recipiente e inició el mismo proceso.
El establecimiento estaba bañado con olores de chocolate y panes recién hechos. Se decoraba físicamente con colores llamativos y vibrantes por parte del betún que esperaba ser usado en cualquier momento para el adorno de los pasteles.
Beomgyu amaba tanto su trabajo en aquella pastelería. Y estaba amando hornear sin que ningún alimento se achicharrara en el proceso.
—Andas muy productivo hoy, Gyu... veo que no has quemado nada, ¿cuántos pasteles hiciste ya? ¿cinco?— la voz de Yeonjun hizo que se sobresaltara un poquito.
