Tony llevaba 5 meses sin ver a James, su gran talento y sus muchos reconocimientos lo tenían en en la cima, le encantaba que su novio futuro esposo, fuera y se hiciera camino en la vida.
En ese momento se encontraba en una lujosa cafetería, todas las mesas estaban llenas. El ocupaba una sola mesa y tomaba un buen café mientras trabajaba en su tableta.
Escucho una pequeña discusión en la puerta, lo ignoro pero luego un gruñido bastante molesto se escucho.
- Me estás diciendo que vendieron mi mesa a otro simplemente porque es más famoso que yo - Su voz era calmada pero tan dura que la pobre mujer estaba por caer al suelo.
- Cálmate Thomas, mejor vámonos- Un hombre pelinegro insistía.
- No me iré, reservé hace dos semanas -
Cuando vio que la situación iba agrandandose, el gerente salió, y Tony curioso o más bien chismoso se acercó
- Señor lamento la equivocación, si desea esperar un poco lo atenderemos ahora mismo.
- Hola, algún problema - Hizo acto de presencia el millonario.
- Señor Stark, no se preocupe ya estamos tranquilizando a los clientes
- Pueden sentarse conmigo si deseas - Le sonríe al gerente y luego a ambos hombres, póngalo a mi cuenta. Ven sígueme
Aunque ambos hombres lo miraron con duda, lo siguieron sin decir nada
Tony los guió a su mesa, había compartido mesa hasta con borrachos universitarios que hacían de su vida una locura. Hizo un puchero cuando sus pensamientos se fueron a su novio robado por las Fuerzas Armadas hace cinco meses.
- Aquí- recogió un poco sus libretas y dejó la table al lado - Un placer, soy Anthony Stark. No voy a ser presuntuoso pero puede que me haya robado tu reservación, suelo olvidar hacer estas cosas y solo llego y pido una mesa. Ya me ah pasado antes... como se llaman?
A Severus este hombre le parecía muy tierno, su puchero rosado, sus ojos miel con destellos azules con largas pestañas y el cabello muy castaño. Era un hombre guapo y se notaba tranquilo.
- Soy Severus Snape Prince, el es mi maestro de Quimica Thomas Riddle - El grupo asintió con la cabeza
- Tienen unos nombres muy fuertes - Sonrie - Pidamos algo, espero no interrumpir su cita - lo dice con picardía en sus ojos
- No es una cita - Ambos le dicen y Tony solo ríe
- Aja. Pidamos algo, ya me agradan, les invitare este comida - Llama al mesero.
Quien imaginaría que de allí, los tres saldrían riendo como viejos amigos, habian contado anécdotas de sus vidas escolares y sus trabajos y tomado varios cócteles entre risas.
Terminaron en un bar exclusivo, Severus se había parado junto a Tom para hacer fila pero Tony los arrastró hasta adelante, algunos se quejaron al principio pero cuando vieeron quién era, ni modos, "los lujos de los ricos" pensaron varios
- Tony, la mesa está lista.
- Gracias amigo - le paso varios billetes al joven
Pronto estaban tomando mas cócteles y viendo los show de chicos y chicas en la tarima
- Vienes mucho a este lugar! - Hablo por encima de la música
- No mucho, pero ya que tengo compañía debemos disfrutar- Tom iba rojo de tantas bebidas con alcohol
..
Horas después estaban en la casa de Tony, tirados en los muebles mientras roncaban.
Así los encontró James, quien sin hacer ruido, se metió a la cocina hizo desayuno, para cuatro y se acostó con su novio.
..
Cuando se levantaron eran más de las 10 a.m. Severus golpeó a Tom y apuntó al extraño hombre que no conocían. Entre ambos lo alejaron de Tony
- ¡¡Quien míseros eres!! - Se puso histérico
- Pobre Tony, quién eres, - Ya iba a sacar unas cuerdas para atarlo y llamar a la policía, James no entendía nada pero la situación era graciosa.
Tony que despertó y vio la situación de su novio comenzó a reír y eso hizo que los tres lo miraran.
- Tranquilos, ese que están por amordazar es mi novio, y lamento decirle que solo yo puedo lo puedo amarrar —Severus esta a rojo luego de esa información
El momento de caos pasó, desayunaron y pasaron una tarde casi dormidos en los sillones, después de todo era sábado.
..
Lejos de allí al otro lado del mar, Lily Potter montaba un escándalo en casa, asustando a un Harry de menos de 2 añitos y una niña de casi 8-9 meses. James llegó, hizo lo que todas las mañanas hacía, pero esta vez dejó los platos sin lavar de lo cansado que estaba, solo comió y no lavó nada se dijo que lo haría más tarde, visitó a ambos niños en sus habitación y fue donde Lily.
La mañana se volvió tormentosa cuando aún dormido James fue despertado por un hechizo puntiagudo que le causó dolor.
Lily lo miraba molesto, y en nada de eso comenzó a gritarle - Eres tan inútil hasta para lavar unos simples platos James!!! Que seas un Niño rico no es para que me veas de sirvienta!!!
- Espera lo deje allí porque realmente estoy cansado, entrene mucho y me recomendaron descansar mi núcleo mágico.
-No mientas James!!! Cada día haces algo, si no es la ropa mojada, es la sala de estar, y luego que sigue pulgas en la cama.!!
El sabía que ella buscaba un pretexto para pelear, la ropa solo la dejó en el baño mientras atendía primero a los dos niños que se dieron una ducha con él. La sala de estar se convirtió en un campamento para jugar con los niños. Todo era un problema con esta mujer.
- Despertarás a los niños Lily -
-Niños que yo hice dormir!! Porque tu nunca estas en casa. !!
Y paso casi una hora gritando por cada cosa mala que james hacia, y luego por alguna vecina que James saludaba. Este sin decir nada, tomo a su hija en brazos le dio de comer y fue a la habitación de Harry, quien temblaba debajo de su cobija
- Hola pequeño ciervetito - el niño lo miro y sonríe, sus varios dientecitos brillaban.
- Papi!!! - Rie y se acerca a él y su hermanita - ¿Mami es la bruja del cuento de blanca nieves papi?
James no alcanzó ni a responder
- Eso es lo que le dices a Harry de mi -
- No lily, hizo una pregunta. Debes calmarte - Pidió- tenemos a los niños aquí
- No me importan esos niños!!!! - El grito dejo atónito al hombre, no espero que ella en su rabia hiciera algo imperdonable. Le lanzo un Crucio aún cuando sostenía a la niña en brazos, Harry asustado se atravesó delante de su hermanita y recibió el hechizo, James nunca olvidaría el grito tan horrible que dio el niño y a Lily corriendo fuera de casa.
Tomo a ambos niños y apareció en San Mungo. Sabia que eso podía dejar loco a cualquiera pero no sabia que podría afectar a un niño
Mucho tiempo después, James huyó pidiendo asilo en América.