Una noche aterradoramente fría, a las afueras del colegio paro brujas y magos, Hogwarts, mientras todos comían una deliciosa cena, Severus Tobias Snape Prince caminaba por los alrededor del lago negro, vestía un simple uniforme escolar y una bufanda gruesa y calida verde, caminar por el lago comenzó hacer su pasatiempo favorito desde el 4° año, relajaba sus músculos y condicion física, en especial calmaba sus pensamientos
Pocas veces al año entraba al lago y nadaba con el calamar gigante o las sirenas enojadas, solo para consternación de aquellos quienes sabían, a esta fecha todo el colegio.
Pronto saldría de estudiar y lo esperaba una tienda pequeña de pociones o en su casa, pero debía trabajar. Cuando se le presentó la oportunida de presentarse y realizar para tomar un aprendizaje e pocion no logro hacerlo. Los chicos que siempre se metían con el, habían destrozado sus manos al punto que duró 2 semanas en varios cirugias magicas para ayudar a la movilidad por completo de las manos, tendones, músculos, hueso y piel. Fue un terror vivir aquello. Aún así el dinero que pagó para entrar a presentar el examen y luego ser escogido por algún profesor esa gran oportunida se había ido al carajo. El dinero estaba seguro, podía presentar
Los maestros de pociones al ser personas tan ocupadas, con sus vidas personas, el trabajo y sus aprendizajes tomaron la decisión de escoger a sus estudiantes tan solo un mes antes de salir del colegio, prácticamente Severus debía esperar un año para presentarse y enviar muchas cartas a maestros para hacer un aprendizaje en poción.
No le gustaba rogar pero empezaría a enviar cartas en algún momento
Sintio el chapoteo del agua, miro al calamar que lo saludaba y el devolvió el saludo antes de voltearse y caminar al castillo.
Ahora lo único que quedaba era comenzar a trabajar de nuevo en sus pociones porque necesitaba recoger el dinero. Tenia mucho material en su baúl y en casa para estas, años recogiendo y conservando era lo único que se llevaba con gran alegría.
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Entro al gran comedor con paso lento, y se sentó en su respectivo lugar, comio un poco y hablo con sus compañeros y el pequeño de los Black, todos tenían un futuro, ya sabían que querían hacer, empresarios, abogados en magia, medimagos, o trabajar en el ministerio de magia, incluso escucho que algunos se dedicarían al arte, y pocos maestros ya sean historiadores, transfiguración o encantamiento.
Todos sabían que querían, sangre pura o mestizos ya tenían la vida arreglada.
Sintio desprecio y asco por la suya, su madre se había escapado hace 4 años a quien sabe donde, abandonado y no queriendo le tocaba lidiar con un padre. A quien le había llegado una epifanía y estaba en rehabilitación por alcoholismo.
Ni el mismo Severus creía, luego de dos años en eso comenzó a creer.
Y aunque su padre le decía que podía darle dinero, y vivir juntos, Snape no confiaba aún, pero viéndo la situación en la que estaba. Al paso que iba tocaba aceptar la propuesta
Había perdido la motivación y llevaba muchas semanas que no creaba nada.
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El último día de clase, en la graduación. Su cabello lacio por debajo de la espalda fue recogido en una cola alta dejando dos tiras libres en su frente, maquilló un poco su rostro y labios, su uniforme remendado por los elfos que lo habían dejado muy limpio y como si fuera de alta costura estaba precisó en su cuerpo.
Se vio al espejo un rato más, casi dos minutos sin decir ni una palabra, se levantó y caminó a la sala común.
- Siempre precioso - escucho un susurro y luego vio una mano la cual tomó para así llegar adelante. Dirigiendo la casa.
Severus era un hombre de gran poder mágico, algunos compañeros admiraban esto, cuando tenían duelos en la segunda sala que era más espaciosa Severus había sido ganador los últimos tres años cuando decidió participar por aburrimiento dijo.
Su magia podía ser tan oscura que se volvia espesa y asfixiaba, y aún así a veces era tan ligero. El comento que la intensión y su buen control de la magia lograban esto.
Camino delante con gracia y una diminuta sonrisa, sus compañeros llevaban túnicas del colegio y la túnica de graduación, incrustadas en líneas de oro con el escudo de la casa y sus familia. Era la tradición, al menos los Slytherin siempre iban así. En la puerta del gran comedor se detuvo lentamente al ver a su madre.
Llevaba un vestido que sería la envidia de cualquier sangre pura. Completamente verde esmeralda con un escote moderado, acogedor con su cintura, Llevaba su capa negra y verde esmeralda del emblema prince.
- Madre - Dijo, no iba a causar una escena pero estaba furioso con ella.
- Felicidades hijo - Le paso una túnica que le ayudo a ponerse el emblema prince y el escudo de la Slytherin bañado en oro. - Esta fue mía, ahora es tu turno.
- Gracias. - Una vez solos, anunciaron la llegada de los graduados de la casa Slytherin todos entraron brillando como lo era la mejor casa del colegio.
El discurso fue dado por Lily Evans futura señora Potter. Recibieron los honores de los profesores, las medallas y el discurso de profesores. La cena fue buena y además del baile y música. Todo esto pasó como un rayo para Severus, la motivación en las simples cosas también se había ido.
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Pocos meses de su salida, escucho la grandiosa boda de los Potter, como heredero de la casa Prince envió sus felicidades en un pequeña nota y un regalo de bodas. Ya no supo nada luego de eso.
Al parecer tenía mucho dinero en su cuenta. Reviso las inversiones en Gringotts Bank invirtió en otras y puso a generar dinero. Poco después compro una casa en Londres muggle, invirtió en protecciones y escudo de sangre, la chimenea fue registrada por hombres del ministro y se instaló. Trajo a su padre a vivir con el, su madre enloqueció ante esto.
La chispa de maldad de Severus fue la motivación desde allí, si su madre le molestara que viviera con su padre pues el quería molestarle más.
Entendia que su madre escapara si la situación en casa no era buena, pero abandonarlo a él también era ya otra cosa aparte. Asique se vengaria un poco. Su padre ya había pasado su tormento con severus, ahora por el abandono se vengaria también.
Hizo de su padre un buen hombre, como a este le gustaba trabajar en el deporte llamado Box no le quedó de otra que darle dinero, lo ayudó a montar el establecimiento, su padre ahora vivía solo trabajaba. Eso hace unos meses.
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Se dedico a posponer sus planes, ayudando a padre y madre, luego se encerró en su casa y por meses no salió.