Capítulo 4

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Hada

Un confundido y aterrorizado peliblanco caminaba desesperado cojeando ya que se había fracturado la pierna, toda la tripulación intentaba buscar madera y piedra sólida para crear una fogata que les refugie de la noche fría que se aproxima.

Todos estaban completamente asustados, estaban en tierras desconocidas sin ningún tipo de protección a los depredadores nocturnos.

Pero el peliblanco más que eso, estaba totalmente preocupado por el príncipe, su fiel mejor amigo, cuando el barco llegó a tierra firme todos lo evacuaron, es ahí cuando se dieron cuenta que faltaba el principe heredero.

Sabían que debía de aparecer si o si,
si no, pues su única salida era no volver nunca más al Reino, sus muertes eran más que seguras.

- Consejero Real, por favor repose un momento, su pierna empeorará si sigue así- dijo un marinero encargado de la vigilancia.

Hoseok le dió una mirada mortal que haría temblar a todo un reino.

- En vez de estar de holgazán, monten grupos de búsquedas, quiero que encuentren al Principe Jeon a no más tardar el anochecer!

El marinero bajo la cabeza en sumisión y asintió repetidamente temblando, era la primera vez que veía esa falseta del consejero Jung, normalmente era una persona serena irradiando paz y tranquilidad, todo lo contrario a lo que ahora mostraba- S-si señor - corrió rápidamente al grupo reunido indicando rápidamente la orden del consejero real que por el momento era la máxima autoridad.

- Dónde estás jungkook... ¿Dónde? - soltando un fuerte suspiro se dispuso a seguir caminando por los alrededores completamente solo, ya que los grupos iban en par y todos ya habían partido.

Caminó por horas rodeando la Isla, miro al cielo notando que no faltaba mucho a qué el atardecer comience, así que lo mejor era que saliera del bosque lo antes posible.

Camino como pudo, ya que su pierna está muy mal herida, la zona donde posiblemente tendría una factura estaba completamente verde y morado. Completamente infectada ya que no solamente era un golpe si no que también tenía un corte súperficial.

No soportando más el dolor se arrimo a un enorme árbol, un inmenso y hermoso árbol de cerezo, extrañado se dispuso a observar a los alrededores, era el único árbol de cerezo que había, y aún más extraño era que no estábamos en la época de cerezos aún, bueno eso en el Reino de Busan.

Unos minutos después se dispuso a ignorar lo de antes, para después cerrar sus ojos del agotamiento físico y psicológico que sentía en ese momento.

Durmió por 30 minutos, hubiera dormido más si no fuera por un extraño ruido que hizo que se pusiera alerta, se levantó como pudo y camino hacía donde provenía el sonido, apoyándose en los árboles llegó a su destino, a un hermoso y mágico lago.

Era algo que nunca había visto en su vida, era algo increíble a sus ojos, la hermosa vista que tenía era lo mejor que había visto... o eso creía.

Se acercó a pasos lentos apoyándose a lo que podía, se sentó en una piedra grande y plana sumergiendo sus pies a la fresca y al mismo tiempo cálida agua, para después dedicarse a ver el hermoso atardecer.

Estaba tan maravillado con la vista que no se dió cuenta que a unos metros de el, un hermoso hada se encontraba profundamente dormido sobre una plana y larga piedra rodeada de margaritas.

El hada se removía inquieto ya que comenzaba a sentir un aura diferente, sus ojos se abrieron abruptamente cuando se dió cuenta que era una especie desconocida, seguramente algún depredador no perteneciente a la Isla.

Hijo de la Luna - Dos Mundos    ~Kookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora