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La biblioteca de la escuela le traía un recuerdo gracioso a Jimin, cuando le preguntó sobre un lugar para la cita con Aeri. Rió de forma suave por eso.
Por petición de Uchinaga, Yizhuo no se encontraba con ellas, a veces podía ponerse un tanto pesada y no la dejaría hablar.
El pie derecho de Jimin subía y bajaba dando pequeños golpes rápidos y nerviosos contra el suelo.
ㅡ¿Y bien? ㅡpreguntó de golpe, invitándola a responder.
ㅡ¿Por qué te empeñas en saber esto?
Jimin dudó un momento.
ㅡNo lo sé ㅡrespondió sinceraㅡ. Minjeong me agrada.
ㅡ¿Estás segura?
Asintió, tratando de comprender las intenciones de Aeri, que se encontraba bastante interesada en saber la posible relación que había entre ellas.
Aeri abrió un poco la boca, haciendo un amago de preguntar otra cosa, sin embargo, permaneció callada.
ㅡVerás ㅡcomenzóㅡ. Como sabes, Minjeong es una persona brillante, siempre se preocupa por los demás poniéndose sí misma en segundo lugar ㅡJimin sonrióㅡ. Pero como toda persona, también siente, y no de la mejor manera.
Yoo tenía una idea del camino que Aeri quería recorrer, le hablaría unos largos minutos, pero serían palabras vacías y sin sentido para ella.
ㅡPor favor, ve directa al punto ㅡtrató de no sonar grosera.
ㅡElla es la menor de dos hermanas, se llevan cuatro años si no recuerdo mal y desde su entrada a la Universidad tuvo un serio problema con las drogas.
Oh no.
ㅡLa familia Kim tomó la decisión de llevarlo a un centeo de rehabilitación y así se hizo. Minjeong estuvo durante todo ese tiempo junto a su hermano dándole ánimo, pero...
Se detuvo de golpe y su expresión se tornó impasible.
ㅡTuvo una recaída, que finalmente terminó con su vida.
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