Aquel día caía sobre la localidad una fuerte lluvia, la joven Kazumi que vestía con un uniforme escolar de color verde, caminaba con un paragua gris hacia su escuela, mientras llevaba sobre su hombro un bolso. Kazumi ahora tenía unos dieciséis años, hace diez años atrás que había despertado en aquel cuerpo, la chica había pasado por muchos eventos propios de una mujer, y aunque por unos instante aquel nuevo comienzo fue algo molesto para Kazumi, no negaba que ahora que ya era un poco más joven, estaba disfrutando de aquel cuerpo, en especial cuando hacía bromas pícara en los baños de mujeres, sin que nadie le golpearse por ser algo pervertido/a.
Ella después de caminar el trayecto que iba desde su casa hacia el colegio, llegó a los terrenos de la institución educacional, el colegio estaba construido casi completamente de madera, y se encontraba en medio de una gran hectárea. La chica se estaba dirigiendo al edificio, cuando fue interrumpido por una de sus compañera.
—Sato-chan—Saludo una chica que vestía el mismo uniforme que Kazumi, al llegar frente a la chica, ella le dijo—Buen día, ¿cómo te encuentras?.
—Me encuentro bien, muchas gracias por preguntar—Le respondió la chica a su compañera, y luego comenzaron hablar mientras caminaban hacia el interior del colegio.
A pesar de que anteriormente ella fue un hikikomori, gracias a su vida en el mundo de fantasía, ella se había vuelto algo más sociable, así que estaba acostumbrada hablar con otras personas, en especial con las chicas que les rodeaba. Mientras se cambiaba los zapatos, los temas hablados por ellas, fueron variados y tribales, aunque algunos temas no era muy simple, ya que también hablaron de que la escuela debería gastar en una reja de seguridad en el techo, puesto que cualquier persona se podía caer por accidente, la joven Kazumi, estaba sacando sus zapatos de colegio, cuando una carta cayó a sus pies.
—¿Una carta? —Preguntó la joven Kazumi, que tomó el sobre y los observó con cara de sorpresa, era una carta de amor.
—Vaya, tienes un enamorado—Sonrió su compañera al ver la carta y agregó—Vaya, es muy poco frecuente que alguien te escribas ese tipo de carta.
—Si, muy poco frecuente—Comentó la chica que estaba arrugado el sobre, mientras pensaba, «No es que yo me encuentre bonita, ni poco menos fea, o sea mi apariencia es de los mas normal que hay, por eso me impresiona recibir este tipo de mensajes»
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Konosuba: Mofas del tiempo
FanfictionKazuma se encontró en el gremio, con una persona extraña que le ofreció volver a su mundo, aunque tenía sus propias dudas respecto al ofrecimiento de aque sujeto, el aceptó. Aunque como todas su decisión en su vida, esta tenía trampa. Kazuma desapar...