Capítulo 45

327 25 32
                                    

Izuku estaba preparando su mochila para sus clases a la vez que era interrumpido por un bostezo. El chico consiguió dormir muy poco después de la inesperada visita que recibió durante la madrugada del lunes, incluso consideró no entrenar durante esa mañana para recuperar algo de descanso y no dormir durante las clases, sin embargo, se levantó al poco tiempo de regresar a dormir para alcanzar a Momo y ponerla sobre aviso respecto a las acciones de la ahora huésped de su habitación quedando la chica atónita interrumpiendo así su entrenamiento y terminando por ir hasta la habitación de su novio para encontrar a Sora dormida envuelta en las cobijas con tema de All Might de la cama de Izuku.

El chico tallaba un poco sus ojos cuando comenzó a escuchar algo de ruido proveniente de su cama, más concretamente de debajo de la cobija. De esta solo sobresalía una mano que comenzaba a aferrarse fuertemente de la almohada. Izuku se acercó y movió un poco la cobija observando así el rostro de Sora quien se encontraba aún durmiendo. Su respiración era irregular y sus ojos parecían cerrarse con fuerza en momentos, así como también se aferraba cada vez más a la almohada. Izuku acercó su mano a la de Sora hasta tocarla y esta comenzó a soltar poco a poco la almohada a la vez que la presión en sus ojos disminuía dando paso a que comenzara a abrirlos despacio consiguiendo ver al chico parado frente a ella. Su respiración se tranquilizaba mientras su cabeza regresaba de a poco a la cobija dejando a la vista solo su frente.

- Sora... ¿Estás bien? – Preguntó el chico, pero no obtuvo respuesta. - ¿Tuviste otra pesadilla? – Preguntó el chico levemente a lo que Sora solo asintió. - ¿Quieres que hablemos sobre eso? – Preguntó de nuevo Izuku mientras Sora solo negaba con la cabeza. – Está bien, no pasa nada. – Pasados unos segundos Sora respiró profundo y se sentó sobre la cama observando así la habitación en la que se encontraba y al chico con su uniforme de diario listo. – ¿Me quedé dormida? – Preguntó Sora algo confundida y algo somnolienta.

- Si, en cuanto Iida se fue. Te ayudé a recostarte, luego extendí mi futón en el suelo para dormir allí. Puse tus zapatos por allá. – Dijo el chico señalando la parte inferior de su armario. – Lo siento por ocupar tu cama... y venir durante la madrugada. – Sora hizo a un lado las cobijas y se sentó en el borde. Izuku dejó su mochila en el suelo y se sentó en la silla de su escritorio. – Lo siento, pero... Es solo que no quiero separarme más de ustedes, no lo soportaría. – Dijo Sora bajando la mirada. Izuku estaba por responder cuando algo de ruido comenzó a escucharse fuera de la habitación del chico a la vez que la puerta comenzaba a abrirse sorprendiendo y alarmando a Sora. -... S..Si, Mina, en momento las alcanzo, solo le entregaré su ropa a Izuku y listo. –

- Tómense su tiempo, pero no falten a clases. – Se escuchó la voz de Mina en tono pícaro hacia la habitación del chico donde Momo entraba de espaldas lentamente. - ¡Mi..Mina! – Dijo Momo para luego entrar rápidamente y cerrar la puerta recargándose en esta con sonrojo notable en su cara y un bulto de ropa entre sus brazos cubierta por el saco de su uniforme de diario. Su sonrojo bajó rápidamente tras entrar y observar a su novio sentado en su silla y un extraño bulto de sabanas en la esquina de la cama. – ¿Está todo bien, Momo? – Preguntó Izuku algo confundido. Al escuchar el nombre el bulto de sabanas comenzó a moverse y la cabeza de Sora emergió de estas viendo así a la joven. - Ho..Hola... ¿Buenos... días? – Dijo Sora sacando una de sus manos lentamente se entre la cobija y moviéndola un poco a manera de saludo. – Buenos días, Sora. Izuku ya me contó lo que pasó durante la madrugada. La verdad me sorprende que pudieras burlar la seguridad tan fácil, pero eso solo nos dará más problemas si te descubren y el hecho de que estés aquí ahora ya es contra las reglas. No podemos albergar a nadie en los dormitorios ajeno a la clase y sin consentimiento. – Dijo Momo de forma seria haciendo que Sora solo bajase la mirada. Después de un momento Momo exhaló pesadamente y dejó el bulto de ropa sobre la cama de Izuku. – Pero ya estás aquí y ambos dijimos que te ayudaríamos, solo debemos encontrar la forma en que puedas quedarte sin que alguien más te descubra. – Al escucharla Sora no pudo hacer más que esbozar una leve sonrisa siendo respondida por una igual por parte de Momo. – Gracias a ambos, de verdad. – El comentario hizo que ambos jóvenes asintieran en respuesta. - ¿Por dónde empezamos? – Preguntó Izuku a ambas chicas.

Crearemos nuestro propio destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora