Xie Lian y Jun Wu viven felizmente casados, de pronto su matrimonio va en declive, ya no se hablan, ya no hacen el amor. Xie Lian está triste, sospecha que su esposo ya no lo ama. Mientras tanto, en la televisión se habla de un peligroso criminal ll...
Un desdichado Jun Wu llega a su lujosa vivienda donde lo recibe su hermoso esposo, confundirlo con un príncipe es sencillo. Hoy luce ropas preciosas, especialmente para deleitarlo a él.
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Este muchacho es Xie Lian. Él esboza una débil sonrisa, no se atreve a acercarse, aunque se siente tentado. Recién casados Xie Lian sí corría a recibirlo con calurosos besos a los que Jun Wu correspondía con fervor. ¿En qué momento su relación se deterioró? Aun así, Xie Lian nunca pierde la costumbre de saludarlo, él sigue enamorado de su apuesto y galante esposo, razón por la cual lo conquistó.
—Bienvenido. ¿Qué tal tu día?
Jun Wu no contesta, aunque advierte sus palabras. Él está ocupado quitándose la asfixiante corbata y la gabardina, también desea descansar sus pies de los zapatos de oficina. Xie Lian se decide por ayudarlo.
—Está bien, yo puedo hacerlo.
Xie Lian contradice ingeniosamente:
—Entonces no importa quién lo haga.
Jun Wu suspira resignado.
Ambos pasan a la sala, donde Xie Lian lo espera con una deliciosa cena, lasaña con lorocos. Xie Lian conoce los hábitos alimenticios de Jun Wu, sin importar qué, siempre come una porción de vegetales troceados al vapor. Su bebida preferida es el café sin azúcar; sin embargo, el café es para las mañanas, esta noche beberá té.
Xie Lian sonríe a la vez que los colores se le suben al rostro, él mira a Jun Wu y Jun Wu mira el periódico que yace sobre la mesa, la portada informa sobre un peligroso criminal que se asemeja con un fantasma, usa vestimentas funerarias y porta una máscara mitad sonriente mitad llorando para esconder su identidad. La atención de Jun Wu por este artículo es tanta que también llama la atención de su esposo.
—Se dice que es un asesino, pero sus objetivos pertenecen a la mafia— explica Xie Lian.
—Oh...
—Se le ha visto mayormente en WuYong, está lejos de XianLe, por lo que no debemos preocuparnos.
—... ¿Y cómo se llama?
—Le han apodado Bai WuXiang. La población piensa que está bien que acabe con los mafiosos, pero la policía dice que de todos modos lo atrapará porque su forma de matar a esos criminales es espeluznante y temen que una persona así de peligrosa llegue a descontrolarse.
—... ¿Qué piensas de él?
—¿Eh? — la pregunta le es extraña.
—Me refiero, ¿te da miedo?
Xie Lian niega con una suave sonrisa.
—Me tiene aburrido que hablen de él todo el tiempo, en la radio, en la televisión.
Jun Wu deja de lado el tema y empieza a comer sus vegetales troceados, luego pasa a la lasaña. Impaciente, Xie Lian habla:
—¿Te gusta? Es lo que aprendí a hacer en las clases de cocina.
