Capitulo 1

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Isobel acomodo la tela mortuoria sobre los ojos sin vida de Agnes mientras dejaba salir un suspiro de puro agotamiento, Agnes era la segunda en morir ese día y si bien ya era una mujer anciana, no dejaba de ser desalentador. A esté paso no quedaría nadie en la fortaleza al llegar la primavera.

Dejo deambular la vista a su alrededor, la nieve empezaba a derretirse pero aún el gran patio de entrenamiento parecía un lugar lugubre y desolado, aún podía recordar cuando tiempo atrás decenas de soldados entrenaban chocando sus espadas con fuerza ante la orgullosa mirada de su padre, una mirada que nunca le había dedicado a ella.

A lo lejos bajo el techo de los establos se aglomeraban los pocos habitantes que quedaban, todos en torno la la fogata que ardía con fuerza. Había sido una decisión acertada de Trey, al tener el fuego cerca de los animales habían evitado que estos murieran de frío. Al menos leña no había faltado, los jóvenes habían hecho un buen trabajo cuando los soldados y trabajadores se fueron.

Miro hacia la entrada, que en ese momento tenía las puertas abiertas mientras Trey revisaba el camino de entrada. Deseaba tanto ver el estandarte real, eso significaría que su gente no morirá a manos del clima o del despreciable Warren

Pero tampoco se hacía demasiadas ilusiones, después de todo ¿ Que monarca ayudaría a la hija bastarda de un conde ?

-Iz- la llamo Trey algo agitado mientras corría hacia ella - Will dice que vio un ciervo, muy cerca de aquí, si nos apuramos tal vez lo encontremos.

-Llama a los chicos- le dijo igual de emocionada que el muchacho - hay que aprovechar- Isobel corrió hasta el establo donde rápidamente ensillo  a su caballo y tomó el arco que siempre tenía preparado, un ciervo en esa época del año era algo completamente inusual y maravilloso, podrían alimentar a todos por un buen tiempo, tal vez su suerte empezaba a mejorar.

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Eduardo Plantagenet, recién coronado como Eduardo I, miraba al caballero frente a el. Lessan de Creaven su fiel amigo lo había acompañado desde que eran jóvenes , Lessan más que el, incluso le había salvado la vida más de una vez y tal devoción y lealtad debían ser recompensadas.

-El viejo Conde Gilewater a muerto hace poco, su tierra y su gente necesitan un nuevo señor, se que su única hija se ha hecho cargo de todo pero tú y yo sabemos que no es trabajo para una mujer - le decía el rey mientras extendia un mapa frente a ellos - un condado tan grande necesita un hombre fuerte, la chica a pedido apoyo a la corona para tratar con un vecino problemático pero creo que todo se resolvería si hay un nuevo Conde.

Lessan miro con recelo el mapa frente a el, Su majestad tenía razón , era tierras muy extensas y bien trabajadas podrían ser ricas y prósperas, dando riquezas y poder a cualquier hombre.

-Tomalo cómo recompensa por tantos  años de leal servicio- le dijo extendiendo su mano hacia el caballero que tardo un poco más de lo esperado en contestar el saludó.

-Mi rey, me honra su generosidad y estoy muy agradecido, pero no creo ser el hombre adecuado para tal gloria.

-Tonterias- contesto el monarca - estás más que preparado para ser el nuevo señor de estás tierras, aunque se que te encantaría salir a cazar galeses rebeldes.

-Son un peligro mi señor, para usted y su reino- insistio el guerrero.

-Estoy de acuerdo, pero en este momento necesito un aliado cuidando mi espalda- dijo el Monarca - con mi coronación hay más de un noble inconforme y las amenazas extranjeras son inminentes , necesito tu fuerza y la de tus hombres en las tierras de Gilewater lo más pronto posible.

Isobel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora